Ciudadanos pijos

No han dudado los grandes poderes económicos en aplaudir la irrupción del partido pijo de derechas de Albert Rivera, el recambio que el poder económico buscaba para suplir el deterioro del PP.

Ciudadanos es fruto de una alteración primaveral del pijerío de toda la vida, que les ha dado ahora por hacer política con el mismo programa que el PP pero con un fondo de ropero más cool.

Expresan la desazón que sienten los burguesitos de la banderita española en reloj ante la imposibilidad de resucitar el fraude agotado del yuppie que se extinguió entre deudas y cocaína.

Por eso se conforman con reconstruir al niño bien, bien vestido, utilizando su puesta en escena para fabricar una nueva versión del corredor de bolsa ocupado, aparente y decidido. Pero su visión del mundo es vieja, tanto que defienden el contrato único para acabar con todos los contratos fijos, la propuesta que la CEOE tuvo que abandonar.

Ciudadanos es el juvenil de la CEOE. Su concepto del mundo se asemeja a una pasarela donde cada uno, según ellos, es libre de vender y comprar lo que quiera, donde no existan instituciones que regulen las desigualdades, porque el mundo es de los competitivos. Y al que no compita, se le da un cheque barato para que lo canjee por algunos bienes primarios.

La pobreza es la negación del marketing, con un buen asesor de imagen se deja de ser humilde y puedes entrar en cualquier club. La luz está en ti y debes buscar en tu interior orientando tu vida hacia la búsqueda del propio interés. La seguridad social sólo mantiene a vagos y gente de dudosa emprendeduría. Por eso están a favor del copago sanitario y a favor de la ley del aborto de Gallardón.

Según su filosofía, la gente debería ser más bella, y la solución pasa por dejar de comer pan con mantequilla, porque eso engorda, de ahí que una de sus propuestas sea subir un 3% el pan.

Menos mal que los pijos no comen gofio, ni lo conocen, porque si no, lo subirían de precio, para ahorrarnos a los canarios que nos inflemos. No mola estar inflado, es mejor nutrirse de la imagen y de viejos militantes del PP, por eso reservan la alfombra roja para los empresarios. Su pensamiento es débil porque hay que andar por la vida ligero de equipaje, solo con tu bólido, la pibita y la visa. Guay.