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Oramas contra la corrupción

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Lidia Rodríguez

Una de las frases que puede representar la marca canaria es la de “es un caso aislado”. Este argumento Coalición Canaria (CC) lo domina a la perfección, si no miren a Ana Oramas, que dice en Los Desayunos de RTVE que está muy preocupada por la corrupción. En el caso de que Carmen Luisa Castro, alcaldesa de Güímar y del Partido Popular (PP), se deje conquistar por el equipo nacionalista, va a encontrar en Oramas a una contrincante a la altura de sus titulares.

Ni corta ni perezosa, la política canaria explicó en el ente público por qué no está a favor de crear una comisión para investigar la posible financiación ilegal del Partido Popular. El argumento de la nacionalista es que la considera “una caza política” y propone, a cambio, impulsar una comisión genérica sobre la financiación de los partidos, porque: “No se puede dedicar el 100% del tiempo del Parlamento a comisiones que son juicios paralelos”. Hasta aquí todo es correcto, sino fuera porque el partido que nos gobierna es el único que está investigado por las autoridades judiciales por posible financiación ilegal. Podemos creer que la defensa de Oramas al PP se debe a la reciente necesidad de CC de hacer alianza con los populares a escala autonómica. Pero, independientemente de los motivos, la nacionalista no estuvo acertada con sus palabras y, por ello, debería entonar el mea culpa.

Reincidente

Ana Oramas, Ani para los amigos, es una de las caras visibles e históricas de Coalición Canaria. No consigo recordar unas elecciones en las que la diputada nacionalista no fuera en el cartel; sin embargo, Oramas ya no transmite el mismo carisma que cuando era alcaldesa de La Laguna. A mí me recuerda un poco a Esperanza Aguirre porque, a pesar de ser una persona respetada en su partido, la opinión pública no olvida cómo ha defendido la corrupción de forma incesante. Le ha ocurrido en el ámbito regional con el caso Arona, con frases como: “Berto es una persona honesta” y, probablemente, le vuelva a ocurrir con el caso Las Teresitas. Lo malo es que Oramas no cuenta para defenderse con el argumento manido de Aguirre en versión canaria, ese de “yo destapé la trama Gürtel”, o el nuevo: “Yo soy la principal víctima de la corrupción”.

Solo existen dos opciones: o la diputada es reincidente en la defensa de la corrupción o parece ignorar la política nacional. ¿No sabe que la sede del PP ha sido registrada más de dos veces por la Policía? ¿No le constan casos de corrupción como la trama Púnica o la Gürtel? Parece que la diputada nacionalista no fue al colegio el día que los medios sacaron en portada la caja B del Partido Popular; tampoco le consta la existencia de un tal… Luis Bárcenas. Oramas desconoce que en la sede del Partido Popular se han destruido pruebas judiciales y que la exministra de Sanidad ha sido beneficiada por la corrupción. Solo el desconocimiento puede explicar que Oramas señale en la televisión pública que investigar a un partido carcomido por la corrupción es una “cacería política”, sobre todo cuando no es el propio.

La nacionalista mejoraría su credibilidad si en la próxima entrevista cambiase el argumento de la defensa a lo “canario” y “muy canario” por el de “desde Coalición Canaria condenamos tajantemente la corrupción, y si existe financiación ilegal, que se investigue”. Es cierto que esto no sentaría muy bien en su partido y tampoco en Génova, aunque siempre puede hacer como Aguirre y ser una proscrita. Lo dicho, lo de Oramas es un caso aislado.

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