La alternativa se llama Podemos

Dicen que cada pueblo tiene los dirigentes que merece. ¡Cuánto mal habremos hecho los españoles para merecernos este nivel de nuestros gobernantes! El sufrimiento que nos han infligido en el último Debate sobre el Estado de la Nación es el vivo ejemplo

Tenemos un presidente instalado en un país de las maravillas, donde todo son Tarjetas black y Jaguars en el garaje, absolutamente alejado de la realidad y con una visión sesgada del país que preside

Porque aunque Rajoy se empeñe en anunciar buenas cifras macroeconómicas, lo cierto es que estos datos no llegan al común de los mortales. El Presidente se olvida de que con su reforma laboral aprobada en 2012 los costes de despido se abarataron un 23%, obvia que el 92% de los contratos firmados el año pasado eran temporales, y de estos un 40% duraban menos de un mes.

Y mientras Mariano Rajoy sigue en su universo paralelo, los ciudadanos seguimos sufriendo contratos basura y la precariedad laboral campa a sus anchas de León a Murcia y de Santander a La Restinga, no en vano un 47% de los asalariados en España gana menos o mucho menos de 1000 euros al mes. Ser mileurista en este país es ya un sueño al alcance de muy pocos.

Pero aun puede ser peor, por mucho que Mariano saque pecho, la realidad es que solo una de cada tres personas que dejó la lista del paro en noviembre de 2014 lo hizo porque encontró empleo. Está claro que el Debate Sobre el Estado de la Nación no se parece ni una coma al Debate sobre el Estado de los Ciudadanos.

Por su parte, Pedro Sánchez ha demostrado su incapacidad para ejercer una auténtica oposición a este presidente caduco. Enfrascado en asuntos domésticos, y más preocupado de dar una imagen de firmeza ente los suyos, el líder socialista ha pasado con más pena que gloria por la tribuna del Congreso.

No ha mostrado iniciativa durante este Debate sobre el Estado de la Nación, se ha dedicado exclusivamente a lanzar fuegos de artificio vacíos de contenido y con más efectismo que otra cosa.

Frente a esta realidad que produce verdadero desasosiego, existe un halo de esperanza gracias una formación con fundadas aspiraciones de cambio real; una autentica alternativa llamada Podemos. Ante ese panorama desolador Podemos apuesta por un cambio en el modelo económico de este país, basado en la reindustralización, donde la demanda interna sea el centro de esta política

Un cambio basado también en las energías renovables, como auténticas impulsoras en la creación de empleo, implementando un modelo garantista en el sector energético que acabe con los monopolios. Una transformación sostenida además en la rehabilitación inmobiliaria y en la reconversión urbanística, pues no es de recibo tener un país de viviendas vacías.

Porque hace falta un Gobierno que crea de verdad en la inversión en I+D+I, que mejore la economía social del conocimiento y que impida la extranjerización de la ciencia en España. Para ello basta con equiparar la inversión nacional en esta área a la media europea, que ronda el 2% del PIB. Habrá por tanto que desplegar un plan de políticas públicas en materias de tecnología y medio ambiente, para hacer realidad una auténtica economía verde

Y todo esto sin renunciar a las políticas sociales, igualando el gasto en Servicios Sociales a los países de nuestro entorno, pasando del 1,5% actual al 5% como objetivo prioritario; porque el eje del programa de Podemos es el Plan de Rescate Ciudadano que devuelva la dignidad a los españoles

Ahora existe en España una fuerza política con garantías. Es una realidad, es Podemos