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Trump y Clinton afianzan su posición en la batalla por la presidencia

Trump y Clinton lideran con holgura los sondeos en la cita clave de Michigan

The Guardian

Dan Roberts/ David Smith/Lauren Gambino /Sabrina Siddiqui - Chicago/ Palm Beach, Florida/ Miami —

Hillary Clinton ha acabado con las esperanzas de ascenso de Bernie Sanders en una noche de importantes victorias electorales. El nuevo escenario político obliga a que la candidata se centre ahora en la perspectiva de una desagradable batalla por la Casa Blanca contra Donald Trump.

Mientras Clinton se impuso en las primarias demócratas de los cinco estados que votaban este martes, Trump ha afianzado su posición en la carrera republicana. El magnate está a punto de ganar en cuatro de las cinco votaciones y ha forzado la retirada de Marco Rubio después de propinarle un duro golpe en Florida, el estado natal del senador.

En el bando demócrata, Sanders no pudo exprimir el sorprendente triunfo de la semana pasada en Michigan para evitar el golpe de gracia de Clinton en Florida, Ohio y Carolina del Norte, justo antes de sufrir una derrota menos amplia en Illinois. El recuento en dos pequeñas circunscripciones de Jackson County han dejado el marcador de Clinton en Missouri sobre el filo de la navaja, liderando por solo 1.531 votos con el 99.9% escrutado.

En su discurso de vencedora, Clinton ha desviado la atención hacia Trump, después de ganarse el apoyo decisivo de la clase trabajadora en una región industrial que parece haber rechazado las promesas radicales de Sanders. “Estamos asistiendo ante una de las campañas más consecuentes de nuestra historia”, declamó. “El próximo presidente que se siente en esa mesa y comience a tomar decisiones, afectará a las vidas y al sustento de cualquiera en este país y en la totalidad del planeta.

“Nuestro siguiente líder ha de ser capaz de defender nuestro país, no de avergonzarlo; de comprometerse con nuestros aliados, no de enemistarse con ellos”, ha soltado la candidata demócrata en un desafío directo hacia Trump. “Cuando escuchamos que un candidato a la presidencia pretende acorralar a 12 millones de inmigrantes o prohibir a los musulmanes la entrada en Estados Unidos, cuando se pronuncia a favor de la tortura, esto no le fortalece, le perjudica”.

Una noche sin sorpresas para Clinton

Su noche comenzó con una esperada pero arrolladora victoria en Florida y Carolina del Norte –completando un marcador limpio en el sur–, pero fueron los 14 puntos sobre Sanders en Ohio y un ajustado porcentaje del 50,3% respecto al 48,8% del senador en Illinois lo que le ha permitido hacerse con 300 delegados más.

Es sorprendente la forma en la que Trump ha despejado su camino hacia la nominación republicana y se ha convertido en la principal fuerza de una carrera donde solo quedan tres candidatos. El rival conservador Ted Cruz perdió la oportunidad de registrar una victoria en la noche del martes. Sin embargo, se interrumpió la sesión de recuento en Jackson County (Missouri), donde Trump se impuso sobre Cruz solo en 1.726 votos en un Estado winner-take-all en el que se disputaban 52 delegados.

John Kasich, que venció en su Estado natural de Ohio, representa la única esperanza contra Trump en la candidatura hacia el despacho Oval. Las élites conservadoras, que buscan una alternativa al showman millonario, confían en que el magnate no sume los delegados suficientes para ser elegido de forma automática y que la decisión resida en la convención republicana del próximo julio.

Trump, que está a mitad de camino de asegurarse la mayoría de delegados que le salven de la anterior hipótesis, estuvo especialmente combativo durante la celebración en Florida. “Hay un gran descontento, creedme, lo hay”, advirtió como explicación ante la extensa reacción de los votantes a favor de su riguroso mensaje anti-establishment.

Los medios se han hecho eco durante los días previos a la votación de la creciente violencia que predomina en los actos de campaña del empresario. Incluso Barack Obama se ha pronunciado acerca de la retórica xenófoba que pone en riesgo la “imagen de EEUU” a nivel internacional. El presidente recordó en el Capitol Hill que la tolerancia y la pluralidad conforman la columna vertebral de los valores del país. “¿Por qué querríamos acabar con eso?”.

Rubio se despierta del sueño presidencial

La multitud congregada en el mitin de Rubio en Miami resopló ante la noticia de su derrota –por 18 puntos– y empezó a abuchear y a entonar cánticos de “¡Queremos a Marco!”. Rubio salió pronto a felicitar a Trump por su “gran victoria”, pero censuró la política de ira y resentimiento y advirtió: “Estados Unidos está en medio de una verdadera tormenta política, de un tsunami”.

“Puede que este no haya sido el año para un candidato optimista y prometedor”, ha dicho Rubio al retirarse de la contienda. Su salida de la carrera arrebata a los republicanos del establishment el candidato que veían como la alternativa aceptable a Trump. No está claro que vayan a estar dispuestos a alinearse con Cruz, el senador de Texas, que despierta pocas simpatías.

Carolina del Norte fue el último de una serie de Estados del sur que han dominado el principio de la temporada electoral y han ayudado a dar tanto a Clinton como a Trump imponentes ventajas sobre sus rivales. El fuerte apoyo entre los votantes afroamericanos volvió a ayudar a Clinton a dar un golpe a Sanders en el sur. La exsecretaria de Estado ganó en Carolina del Norte con un margen de 15 puntos, con el 74% de los votos escrutado.

Trump venció a Cruz por poco en Carolina del Norte y se hizo con Illinois por ocho puntos de ventaja sobre el senador de Texas. Kasich se vio en alza con su victoria en Ohio, pero Cruz insistió en que ahora se trata de un cara a cara entre él y Trump. Sin embargo Trump, que ha ganado en 18 de los primeros 27 Estados, está en una posición dominante.

Ahora la mayor duda en la carrera republicana parece ser si Trump puede hacerse con los 1.237 delegados que necesita para conseguir la nominación del partido de forma rotunda y evitar una disputada convención potencialmente desagradable en Cleveland en julio.

Tras asegurarse el total de los 99 delegados de Florida, Trump estaba listo para ser el gran vencedor de la noche, pero aún podía caer y alimentar las perspectivas de que el aparato del partido trate de arrebatarle la nominación. Un movimiento así tendría el riesgo de provocar un brote de ira entre sus seguidores y sería especialmente difícil si solo le faltan unos cien delegados y está muy por delante de sus rivales.

Sanders, el gran derrotado

Quizá el personaje más decepcionado de la noche fue Sanders, cuya reciente victoria en Michigan había reavivado en la izquierda algo de esperanza en que su mensaje contrario a las grandes empresas pueda resonar en el cinturón industrial. Sin embargo, Sanders se quedó casi sin palabras en un mitin en Arizona, en el que ni siquiera mencionó las grandes derrotas de la noche.

Tras la cadena de victorias de Clinton de este martes, su equipo afirmó que su liderazgo sería “muy difícil de arrebatar”, pero no dijo que fuese insuperable. También rechazó pedir que Sanders abandone su candidatura. “No somos nosotros quienes decidimos cuándo acaban las primarias demócratas”, afirmó la directora de comunicación de la campaña de Clinton, Jennifer Palmieri, en declaraciones a la prensa tras el discurso de la candidata en Florida.

“Creemos que es una ventaja muy sólida, el doble de cualquier ventaja que el senador Obama llegó a tener como candidato sobre la entonces senadora Clinton”, insistió Palmieri. “Cuando se presentó contra el presidente Obama en 2008, Clinton siguió hasta el final. Afirmó que nunca pediría a nadie que se retirase”.

En su discurso, Clinton recordó su victoria en las primarias de Ohio en 2008, que su equipo consideró entonces un punto de inflexión en su disputada batalla contra el entonces senador Barack Obama. “Hace ocho años, en la noche de las primarias de Ohio, dije que me presentaba por todos los que alguna vez han sido rechazados pero se han negado a ser eliminados, por todos los que han tropezado pero se han vuelto a levantar, por todos los que trabajan duro y nunca se rinden. Sigue siendo así”, proclamó durante su discurso.

Traducido por: Mónica Zas y Jaime Sevilla

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