Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Carta de una opositora a maestra: “Nos sentimos marionetas de una lucha política”

Imagen de archivo de una oposición de docentes.

Ana Rubio

Maestra y opositora —

Junio del 2011. ¿Magisterio de Primaria? Qué desperdicio, si eso es “un pinta y colorea”. Sueños, ilusiones, metas. Años de no escuchar críticas y de disfrutar. De ganas de aprender y, por supuesto, de enseñar. Primero, segundo, tercero, cuarto. Alegría, llegó la meta. MAESTRA. Por fin.

¿Y ahora? Ahora inglés, que es el futuro, y encima, te da puntos. Una experiencia en el extranjero, de formación: académica y personal.

Y llegó, tras el verano: EL CURSO. Oposiciones. ¿Oposiciones? Sí, oposiciones. Desconocimiento, incertidumbres, miedos e ILUSIÓN. Mucha ilusión. Se plantea un año duro, pero con esfuerzo y trabajo, todo es posible.

Septiembre de sentar bases, de darte cuenta que en la carrera habrás aprendido la mitad de lo que como maestra va a aportarte este año. Octubre, noviembre, meses de muchas horas de biblioteca, de coger el ritmo. De ir viendo que vamos en camino, y que, a este ritmo, y con todos los rumores positivos en cuanto a las plazas, quién sabe, a lo mejor hasta hay una para ti.

Y un miércoles más de tu rutina, rumores. Y más rumores. ¿Qué no habrá plazas de Primaria en Andalucía? Eso será otro de los muchos bulos. Pues parece que sí. No puede ser... Seguro que al final dicen que las sacan. Pero esos rumores, y con ellos nuestras desilusiones y miedos, se hicieron reales.

Pero no podemos quedarnos aquí, ¿qué podemos hacer? Habrá en otras comunidades, será solo un esfuerzo extra el conocer y aplicar una nueva legislación, al fin y al cabo, con esfuerzo y trabajo, todo es posible.

Enero de cambios, de piedras en el camino, de no ver la luz, de aumento de incertidumbres. Y poco a poco, te vas dando cuenta de que esa frescura e inocencia del primer mes, donde todo parecía positivo, se va enturbiando con las noticias. Con el descubrimiento de que, al fin y al cabo, todo es una lucha política. No importa la Educación. No importan los niños. No importan los maestros. Importa que yo quedo por encima y tú por debajo, que si tú no me apoyas para aprobar los presupuestos, no vas a poder convocar las oposiciones que has prometido. Que aunque no haya presupuestos, yo voy a convocar plazas, porque yo “soy mejor que otros, ¿no lo veis?”.

Y nos manipulan. Y manipulan la información que dan a los medios para intentar convencer de que “hacen lo mejor para nosotros”. Y aquí nos encontramos, a expensas de que se aprueben o no unos Presupuestos Generales del Estado, de si podremos o no presentarnos a una oposición en la que hemos invertido dinero, pero sobre todo, tiempo. Mucho tiempo.

Y como marionetas, o rehenes del sistema, solo pedimos respuestas. Respuestas claras, transparentes, que nos permitan tomar decisiones. Porque muchos, han dejado sus trabajos por estudiar. Muchos tienen familias que giran en torno a la oposición de mamá o papá. Muchos llevan dedicándose en cuerpo y alma a esto, años y años. Pedimos respuestas a corto plazo, y definitivas. No tergiversadas, que nos impidan ver la verdad que hay detrás de todo esto.

Y con esta sensación de desilusión, de sentirte objeto del falso discurso político, seguimos levantándonos cada día para ir a la biblioteca, para seguir luchando por esos sueños, ilusiones y metas, con las que empezábamos aquel junio del 2011. Porque, sin dejarnos engañar por todas las mentiras y rumores, seguiremos defendiendo la Educación Pública y poniendo todo lo que nos corresponde como maestros que somos. Con o sin oposiciones.

Etiquetas
stats