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Por qué apoyo a Podemos en Movimiento y no votaré mezclado

Miguel Urbán, número uno de la lista Podemos en Movimiento, y Lorena Garrón, número cuatro.

Alberto San Juan

Actor y miembro de la cooperativa Teatro del Barrio —

Las listas abiertas son condición esencial en un sistema democrático. En todas las listas que se presentan a la segunda Asamblea Estatal de Podemos hay gente imprescindible para conformar un Consejo Ciudadano capaz de asumir el enorme desafío que supone el presente histórico que nos toca. Lo idóneo, por tanto, lo sano, es votar personas, no listas: votar mezclado. En un sistema realmente proporcional. Pero el método aprobado para elegir quiénes van a dirigir Podemos en los próximos tres años, no lo es. Entonces, cuando falta proporcionalidad (el método supone que la tercera lista más votada estará infrarrepresentada en el Consejo), cuando se desincentivan las diferencias, defender la pluralidad pasa a ser algo más colectivo que individual.

La polarización construida a conciencia por Pablo Iglesias e Íñigo Errejón (consolidada por unos medios de comunicación que no pretenden otra cosa que neutralizar las posibilidades cambio, ya sea por medio de la destrucción o la cooptación de Podemos) condena a Podemos en Movimiento a ser la tercera lista más votada y por lo tanto a tener una representación en el Consejo que estará por debajo del apoyo que reciba de los inscritos.

El método de votación aprobado es, quizá, menos proporcional aún que la Ley electoral que condenó en las últimas décadas a la marginalidad a la izquierda institucional y consolidó el bipartidismo. Esta es una razón para votar la lista que encabezan Miguel Urbán, Beatriz Gimeno, Diego Pacheco y Lorena Garrón, y apoyamos gente como Luis Montes, Kichi, Nacho Vegas o yo mismo. Pero hay otra razón más. O dos.

Las personas que integran la lista de Podemos en Movimiento, que incluye al colectivo Anticapitalistas y a mucha otra gente que no pertenecemos a ese colectivo, han defendido desde el primer momento lo que ahora todas defendemos: más democracia interna. Quienes ahora encabezan esta lista ya defendieron en Vistalegre una organización más democrática y fueron arrinconados por ello en diversos ámbitos en los años siguientes (yo pude constatarlo en mi paso por el Consejo Ciudadano de la Comunidad de Madrid). Defendieron, sencillamente, confiar en la gente. Hacer realidad aquella frase que, de momento no ha pasado de ser un eslogan o, en el mejor de los casos, un anhelo: en Podemos decide la gente.

La tercera razón para votar la lista de Podemos en Movimiento es que necesitamos garantizar que la locura destructiva que en estos días anima a algunos partidarios acérrimos de Pablo e Íñigo, e incluso a ellos mismos, termina para hacer posible la acción política. En la medida que el Consejo Ciudadano se reparta casi en exclusiva, en una u otra proporción, entre Errejonistas y Pablistas (categorías simplificadoras pero, desgraciadamente con un pie en la realidad) la pelea continuará y el desgaste aumentará.

La gente de Podemos en Movimiento puede ser en este contexto una cierta garantía de paz en la medida que tengan presencia en el Consejo. De las tres listas principales que se presentan al llamado Vistalegre 2, es la única cuyos miembros no han atacado al resto. La que mayor esfuerzo ha hecho por disminuir el enfrentamiento y no participar en la guerra entre los dos polos de poder orgánico (qué horrorosa expresión, poder orgánico, cuando se convierte en el objetivo). El mejor Consejo Ciudadano sería aquel que más se parezca a la diversidad de la gente que participa o confía en Podemos, por eso apoyo a Podemos en Movimiento.

Escribo esto alarmado tras escuchar a varios amigos inscritos en Podemos decir que no votarán porque les deprime demasiado lo que están viendo. Votemos. Participemos. Hagámoslo nuestro. Podemos es de todas y todos. Ha de serlo. Se debe al 15 M, a las Mareas, a la mayor movilización ciudadana por la emancipación que hemos conocido desde la Transición. Es la fuerza mayor de entre la constelación de organizaciones políticas que luchan por esa emancipación y que ahora tiene 71 diputados en el congreso: Unidos Podemos.

Tenemos una responsabilidad histórica. Ante nosotros se abre la posibilidad de alcanzar una sociedad más libre, más igualitaria, más fraterna. Pero también la posibilidad de retroceder décadas, siglos en la lucha por la vida digna. No nos podemos permitir depresiones. Necesitamos acción.

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