Los editores españoles se unen a las críticas de los libreros a Amazon

“El sector editorial está unido y tenemos una política común. Los editores asumimos las quejas de los libreros hacia Amazon”. Las palabras pertenecen a Javier Cortés, presidente de la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE) y de la Federación de Cámaras del Libro (FEDECALI), y fueron pronunciadas esta semana durante la presentación de la Feria Internacional del Libro (LIBER) que celebrará su 31ª edición en los recintos de la Casa de Campo de Madrid entre el 2 y el 6 de octubre.

La afirmación de Cortés da un impulso a la demanda que los libreros han interpuesto a la tienda online por rozar las líneas de la Ley del Precio Fijo y tener la domiciliación fiscal en Luxemburgo, con lo cual no tienen que pagar el 21% del IVA por los ebooks. La vista previa del juicio se celebrará los próximos días en el juzgado de lo mercantil de Madrid. Hace un mes, CEGAL, la federación de libreros, había reclamado a los editores que también se unieran en sus críticas a Amazon, circunstancia que ahora se ha producido. Eso sí, Cortés también hizo autocrítica por parte del sector al señalar que “en la distribución digital no hemos estado finos. No puede ser más fácil bajarte un libro pirata que comprarlo”.

La presentación del LIBER también sirvió al sector editorial para reclamar que “no estamos moribundos ni estamos contra la pared”, según Cortés, pese a que se prevé una caída en las ventas en el informe del comercio interior de 2012 que presentarán próximamente. “Ha habido un parón importante, pero la caída no va a superar los dos dígitos. Queremos comunicar a la sociedad que seguimos siendo un sector importante para la economía española. No queremos llorar”, acentuó Cortés. La industria editorial española es la quinta del mundo.

En este sentido, el LIBER de este año, que en la última edición había dado claros síntomas de agotamiento en su fórmula, pretende ser un aldabonazo para la industria. La organización ha pasado de manos de IFEMA y de la Fira de Barcelona a la empresa Meeting y Salones, encargada de otros eventos como Meeting Point. Participarán Entre las novedades está la apertura al público –hasta ahora sólo era una feria de profesionales- con lo que el modelo se acerca a ferias como la de Fráncfort y Guadalajara (México). La entrada costará cinco euros, que serán devueltos una vez que el visitante compre un libro. También se pretende una mayor internacionalización, con una mirada puesta en América Latina, que es en estos momentos el principal receptor de la exportación española. De hecho, Chile será el país invitado, un destino donde en 2011 se alcanzaron los 12,5 millones de euros en facturación y 2,2 millones de libros enviados de España a Chile. La exportación a este país creció un 42,63%.

Pese a las críticas a Amazon habrá lugar para las nuevas tecnologías con una zona llamada ‘córner digital’ en la que estarán presentes empresas que desarrollan aplicaciones relacionadas con el libro electrónico. Eso sí, como resaltó Javier Cortés, la feria no está pensada para el ebook, sino que “tiene más que ver con el libro analógico” y aún no se sabe si se venderán libros digitales.