Los pingüinos de Disney avisan a los más pequeños de los peligros de Internet

El pirata Rockhopper, Tía Artic o Rookie acaban de engrosar las filas de la Guardia Civil. Son tres pingüinos nacidos del mundo virtual que servirán a los agentes para que los los más pequeños conozcan los riesgos de internet o sepan que “jamás” deben navegar si no están sus padres en casa.

Cuarenta niños de entre 8 y 9 años del colegio Huérfanos de la Armada de Madrid han sido los primeros en recibir esta particular clase, donde por un día han cambiado su aula por los platós de Walt Disney en España, que han recorrido entusiasmados ante la atenta mirada de los cientos de personajes de la multinacional.

Antes de escuchar esta singular “lección”, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y el consejero delegado de la empresa norteamericana, Simon Amselem, han firmado un acuerdo que permitirá a ambas entidades trabajar juntas en el fomento y sensibilización del uso seguro y responsable de la red entre los menores.

De esta forma, la Guardia Civil impartirá 10.000 charlas en colegios de toda España de la mano de los personajes de Disney. En el caso de los más pequeños, con los dibujos on line del Club Penguin y para los que tienen 12 años con los superhéroes del Marvel como el capitán América o Hulk.

Hoy han sido Mercedes y Carlos, dos guardias civiles, los que, con la ayuda virtual de los pingüinos de Disney, les han explicado a estos cuarenta niños que hasta que no cumplan 14 años no pueden tener cuentas en redes sociales ni tampoco darse de alta en ninguna web.

La mayoría cumple. “A mí mi madre no me deja”, exclaman varias niñas a la vez, pero un niño con gafas confiesa tímidamente que se hizo una cuenta en Facebook y dijo que tenía 40 años.

A las risas de todos, le sigue el consejo de Mercedes. “Si sois capaces de mentir en internet, también os pueden engañar a vosotros. Yo puede decir que tengo 14 años”.

De las pantallas de televisión convertidas hoy en pizarras, los pingüinos virtuales les lanzan más mensajes: está prohibido leer el correo electrónico de otros, insultar o amenazar porque lo que tienen que tener claro, les dicen los agentes, es que no deben “hacer nada que no les gustaría que les hicieran a ellos”.

Y que sean listos, que pongan contraseñas “difíciles”, que no faciliten nunca dónde viven, ni siquiera cuántos hermanos tienen, porque cualquier información personal puede usarla alguien para hacer daño a su familia.

“Nadie es más guay por tener 700 amigos en una red social”, les intentan inculcar los agentes a estos chavales, que se marchan de nuevo a su colegio después de una hora de “clase” práctica que llevará a la Guardia Civil a colegios de toda España.