El presidente del CSIC cree que empieza un ciclo más positivo para la investigación

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo, ha recordado que los centros públicos de investigación han sufrido desde hace más de siete años los efectos de la crisis económica, pero piensa que ya se ha “tocado fondo” y se entra en un “ciclo más positivo”.

En el caso del CSIC, ha afirmado que se han saneado las cuentas, se ha garantizado el equilibrio entre ingresos y gastos, y se han sentado las bases de una estabilidad financiera y operativa, “evitando horizontes de déficit o amenazas de no poder garantizar la ejecución de los proyectos”.

Ha señalado también que están “expectantes” de una oferta de empleo público que va a permitir incorporar más de cien investigadores.

Además, trabajan en la presentación de un contrato de gestión ante las autoridades y esta semana se han presentado las nuevas becas de la Fundación del CSIC para contratar a jóvenes investigadores con el mecenazgo de varias empresas.

El presidente del Consejo ha hecho estas declaraciones durante la inauguración de las nuevas instalaciones del Instituto de Física de Cantabria (IFCA), centro mixto del CSIC y la Universidad de Cantabria (UC), que cuenta ahora con una planta más que permitirá “potenciar” su actividad.

En su intervención, Lora-Tamayo ha lamentado algunas de las carencias de la investigación en España y ha llamado a los investigadores a mantener “vivos” sus objetivos y procurar que la “médula del sistema sufra lo menos posible”, porque “su preservación permitirá la regeneración del sistema y su crecimiento”.

Para el presidente del CSIC, una de las claves de una política científica “racional y eficaz” es la continuidad de esfuerzos en un plazo de tiempo “suficientemente” prolongado para que se den resultados.

Según dice, no se pueden esperar resultados a corto plazo de la investigación, porque la formación del personal, la creación de equipos y la dotación de equipamientos “ni se improvisa” ni puede dar frutos “inmediatos”.

Por ello, ha reivindicado lo que denomina la “cultura del olivar”, un árbol que requiere muchos años y cuidados para poder recoger la primera cosecha, y no es como las patatas, que a los pocos meses de la siembra están listas para llevar al mercado.

Al igual que el presidente del CSIC, el rector de la Universidad de Cantabria, José Carlos Gómez Sal, se ha mostrado “convencido” de que ya se ha “tocado fondo” y de que “a partir de ahora las cosas van a ir mejor”.

“Y si hemos hecho bien el trabajo, estaremos en la línea de salida para competir cuando haya abundancia de fondos”, ha afirmado.

También el presidente del Gobierno cántabro, Ignacio Diego, se ha sumado a esa convicción y ha confiado en que “las cosas van a ir mejor para la economía y para la sociedad”.