El arduo debate entre pagar o no por el streaming en Europa

La industria musical fue la primera en observar cómo los hábitos de consumo de sus productos cambiaban drásticamente con Internet a comienzos de la década de los 2000. Por eso, sin analizar cómo ni por qué se había producido esta transformación y sin adaptarse a ella, fue la impulsora de las primeras leyes duras contra los usuarios en Europa.

De ahí que fueran los usuarios oyentes de música los que primero comenzaron a desarrollar plataformas para la distribución de la música en la red, en las que poco a poco comenzó a entrar el sector discográfico, arrasado por el cambio de modelo. Por ejemplo, en el continente europeo, la sueca Spotify fue fundada en 2006, y su éxito lo miden hoy los más de 40 millones de usuarios activos. Además, tal y como afirmaron desde esta empresa en mayo de este año, diez millones ya utilizan los servicios de pago, lo que podría conseguir que adelantasen por primera vez a iTunes en Reino Unido. La cifra supone cuatro millones más que en 2013.

No obstante, según un análisis de países como Francia, Alemania e Italia, a pesar de la aparición de nuevas plataformas y de un incremento generalizado del catálogo de canciones y en los ingresos por la música en streaming, en la actualidad hay competencia entre los servicios gratuitos con publicidad y límites y los de pago con acceso ilimitado y sin publicidad.

Esta cuestión está marcando una nueva tendencia, impulsada sobre todo por las grandes tecnológicas que buscan un mayor aumento de los servicios Premium (sin publicidad). Varios ejemplos son los nuevos servicios de Amazon -Prime Music, en EEUU- el de Google o el de YouTube. No obstante, continúan apareciendo plataformas que apuestan por la gratuidad como Atraci, que también está disponible en España, para atraer al usuario. La última modificación de Spotify también daba más facilidades para su uso gratuito. Como dijo su director en España, Javier Gayoso, en 2013: “El modelo gratis abre las puertas al Premium”. El debate entre implementar o no el uso free está servido.

En España, los últimos datos del sector señalan que el streaming ya ha supuesto una facturación de 18,9 millones de euros en 2013, un 14% más que en 2012, lo que supone además el 70% de toda la recaudación en el ámbito digital, en el que han caído con fuerza las descargas. El reto queda, sin embargo, para los artistas que, como han señalado en varias ocasiones, aún reciben cantidades mínimas por la reproducción de su música en Internet, a pesar de que, según Spotify ellos remuneran un 70% de lo que ingresan en las discográficas y son ellas las que retribuyen a los músicos.

En España es posible escuchar música en streaming (con servicios free y de pago) en diversas plataformas como Spotify, Deezer, Soundcloud, Rdio, Xbox Music, Google Play, Sony Music, Napster o Sony Music.

Francia: los ingresos por streaming crecen un 40%

Las cifras: En 2013, el mercado digital movió 33 millones en música, un 6,6% más que el año anterior. En los últimos tres años este mercado ha crecido un 25%. Durante el primer trimestre de 2014, el streaming supuso el 50% de los ingresos del mercado digital, lo que supone un 40% más que en el año anterior

Deezer: Fue creada en París en 2007. Según sus datos, ya está presente en 215 países y tiene 26 millones de usuarios, de los cuales sostienen que cuatro millones son de pago. Además de su servicio free, su servicio de pago cuesta 4,99 euros al mes o 9,99 euros mensuales (Premium +) Su catálogo se compone de 20 millones de canciones. Tiene un acuerdo con la entidad de gestión francesa, SACEM, para compartir los ingresos generados por publicidad y venta de canciones. También está disponible en España.

Qobuz: Surgió en 2007 y tiene un servicio de suscripción de 4,99 y 9,99 euros. Su catálogo es de 18 millones de canciones y su coste es de 9,99 euros al mes. Además también funciona como una revista musical con entrevistas, artículos etc.

Fnac Jukebox: Ha sido lanzada este año por el grupo FNAC y la diferencia con respecto a otras plataformas es que sólo posee un servicio de pago (no hay música free). El coste es de dos euros al mes, que te da un acceso a 200 canciones, o 4,99 euros para acceder a todas las canciones. No hay publicidad.

En Francia también se puede acceder al servicio de Spotify, Grooveshark, Google Play Music, Sony Music, Rdio, Soundcloud o Yala, entre otras multinacionales.

Alemania: pocos usuarios Premium

Las cifras: Según los datos de la industria musical alemana, uno de cada tres alemanes escucha hoy en día música en streaming y los datos van en aumento. De los 30,1 millones de euros recaudados en la primera mitad de 2013, en los primeros seis meses de 2014 se ha pasado a 57,4 millones de euros. Se calcula que 18 millones escuchan música en Internet. No obstante, las cifras de los usuarios Premium aún son muy escasos: en enero de 2014 sólo suponían el 10%, aunque según la consultora GfK, se espera que para 2018 se llegue al 35%.

Juke: Esta plataforma, que fue lanzada en Alemania en 2011, posee 25 millones de canciones y tiene un acceso gratuito durante siete días, después ofrece paquetes de suscripción por 9,99 euros al mes.

En Alemania sus consumidores también tienen acceso a multitud de plataformas como Simfy, Ampya, Last.fm, Spotify, Google Play, Sony Music, Napster, QoBuz, Rdio, Wimp...Los costes oscilan entre los 4,99 y los 9,99 euros.

Italia: el streaming impulsa el mercado musical

Las cifras: La industria musical también está viviendo un incremento en las ventas gracias a las plataformas de streaming. De hecho, los ingresos digitales crecieron en 2013 un 18% y ahora suponen el 32% del total de la industria (38,1 millones de euros). Dentro del entorno digital, el streaming es el que más se ha disparado y sus ingresos han crecido un 182%. Este tipo de plataformas representan el 38% de todo el mercado de la música digital.

En Italia están presentes las plataformas habituales: Spotify, Deezer, Google Play, Rdio, Yala.