Recorrer Europa en auto caravana con ‘Un par de Peras’

Anna Casado y Sonia Lozano sobre la autocaravana en la que recorrieron parte de Europa.

Viajar Ahora

El viaje como ritual iniciático del paso desde la niñez a la adultez es una constante que se repite en muchísimas culturas. El viaje, como tránsito y aprendizaje, es el instrumento que introduce al no iniciado en una nueva etapa de su vida que lo aleja de lo que fue. En nuestra sociedad, el viaje se ha transformado en un salto de avión hacia destinos dónde nos tumbamos al sol, dónde conocemos ciudades, donde visitamos monumentos y museos o compramos. Pero hay muchos hombres y mujeres que tienen en el propio trayecto el fin del viaje. Viajeros y viajeras. No turistas. Y el primer viaje se convierte en ese rito de iniciación que, en la mayoría de las veces, no hay marcha atrás. “Siempre tuvimos el sueño de viajar, y cuando nos conocimos, ese deseo de salir se convirtió en un proyecto profesional y de vida”, adelanta Anna. Toda una declaración de intenciones.

Anna Casado y Sonia Lozano terminaron sus estudios de Comunicación Audiovisual en la Autónoma de Barcelona y se echaron a la carretera a los mandos de una auto caravana para hacer un viaje de tres meses que las llevó a quemar más de 5.000 kilómetros por tierras de Francia, Bélgica y Suiza. Así, sin más y con un presupuesto ajustado que marcaría la duración de la aventura y las millas en el cuentakilómetros. Esto fue sólo el inicio de un currículo viajero que va en aumento y de ‘ Un par de Peras’. Un interesante proyecto audiovisual que alterna pasión viajera e inquietudes sociales. Pero fue ese primer viaje el que marcó el inicio de la aventura.

“Nos fuimos con la premisa de que todo iba a ser improvisado”, señala a Viajar Ahora Sonia. “La idea era salir con la cámara pero sin saber si íbamos a hacer un reportaje de fotos, una serie de videos o un documental: cuándo llevábamos dos semanas empezamos a ver el material y nos dimos cuenta de que nuestra convivencia era el hilo conductor”. “No llevábamos ruta, ni GPS, ni nada. Y los videos también salieron un poco así, fruto de la improvisación”, añade Anna. Y el resultado es una web serie web serie dónde los destinos son un escenario o un personaje secundario. Una colección de videos en los que ellas, y lo que se les pasa por la cabeza, son el eje fundamental. Videos divertidísimos en los que, entre destellos del día a día de dos viajeras, se cuelan castillos franceses, canales belgas o impresionantes paisajes alpinos.

Al final, nos queda una especie de ‘making of’ viajero en el que se cuelan aspectos fundamentales de un viaje como el presupuesto, de qué manera se come cada día o simplemente, dónde vamos a ir hoy. “Esto demuestra que la esencia del viaje está en uno mismo, sin necesidad de irse al otro lado del mundo o de hacer grandes cosas”, sentencia Sonia. Porque todo tiene que ver con eso: con probarse. “Al principio la idea es ese sueño de libertad, de salir de la Universidad y probarte a ti misma lo que eres, quién eres y lo que quieres hacer”. En este sentido, Anna va mucho más allá y reflexiona que el viaje es una vía de escape a una vida convencional que se impone desde que se entra en el sistema educativo: “Cuando terminas la carrera universitaria se supone que debes volver a encerrarte en una oficina y tener una vida convencional. Y nosotras queríamos hacer algo diferente y saber que nos gustaba y que no”. Sonia asiente y se suma: “Eso es lo que se espera, pero se puede vivir sin un horario, sin la necesidad de comprar una casa. Y no queríamos entrar en ese círculo. Es como una lucha interna…” Una libertad que te permite, por ejemplo, “salir de la auto caravana en París en pijama”, recuerda Sonia.

Esa primera experiencia, lejos de los habituales planes de prácticas en empresas o programas de postgrado, cristalizó en ‘Un par de peras’, una pequeña productora en la que compaginan la producción audiovisual (como la propia web serie del viaje por Europa que puede verse en Youtube), con la fotografía o la creación de piezas por encargo. Y también las invitó a dar un paso más. Trabajaron durante meses, ahorraron 4.000 euros y se lanzaron a una aventura que las llevó a cruzar el Atlántico y a sumergirse en una realidad muy diferente a la europea.

Cambio de registro en Cuba

La oportunidad de hacer un curso de realización de cine documental las llevó cuatro meses a Cuba, un viaje “mucho más duro” que rompió la idea de romanticismo de esos meses de carretera por Europa. Les cambió el chip, pero no las ganas de seguir adelante; y también sirvió para lidiar con la parte menos atractiva de trotar por el mundo. “recorrimos toda la isla de punta a punta, viajando en los transportes locales y la verdad es que lo disfrutamos”, relata Anna, pero también cayeron varias veces enfermas y perdieron muchos kilos de peso. La recompensa fue “poder ver la isla tal y como es más allá de La Habana o los hoteles de varadero”, relatan y empaparse de la idiosincrasia local para lo bueno y para lo malo. “Fuimos hasta Baracoa –en el extremo este del país- y volvimos”, recalca Sonia. “Es que somos muy brutas. Lo hicimos todo; hasta subir el Pico Turquino –la mayor altitud de la isla-”, añade.

Y Cuba también supuso un giro importante en el trabajo de ‘Un par de Peras’. Pese a que rodaron el ‘poema visual’ Ariguanabo (bellísimo, por cierto), el video perdió protagonismo a favor de la fotografía y lo social lo ganó sobre lo turístico. “Cuando salimos del curso de documentales queríamos hacer algo más serio y poético. Algo más profundo y que nos llenase más desde el punto de vista de lo audiovisual: algo más social”, recuerda Sonia. “Queríamos hacer un cambio de registro”, continua Anna. “En el primer viaje hicimos la webserie y teníamos la referencia de que a la gente le había gustado, pero ahora queríamos hacer otra cosa; algo más documental”. Y el viaje se convirtió en un proyecto de documentación fotográfica en el que aún están inmersas. Las series Cubanos , en la que exploran el día a día de los habitantes de la isla y la interesantísima Stay Together Stay Together , en la que exploran el impacto de la irrupción internet en la población son una muestra de ese trabajo. “Nos queda mucho trabajo por hacer y aún estamos retocando fotografías”, confiesa Sonia.

Ahora las vistas están puestas en el otro lado del mundo. “Nos gustaría ir a Asia”, señala Anna. Porque viajar es un hábito muy difícil de abandonar: “antes de que hiciéramos el primer viaje ya estábamos pensando en el segundo y en el tercero…” Ambas coinciden. Estas dos experiencias han calado hondo y hay más ´proyectos en ciernes. “Nos gustaría repetir lo de la autocaravana”, comenta Sonia; y Anna coincide. Muchos proyectos pero “tenemos que hacer algo de dinero, porque todo lo que ganamos lo utilizamos para viajar”, indica Sonia. Siempre con ‘Un par de peras’ como marco y marca y con el objetivo “de vivir de la fotografía y el video”, añade. De momento preparan una exposición en Girona para el próximo mes de marzo sobre su experiencia cubana. Habrá que estar atentos a lo que estas peras viajeras son capaces de hacer. Nosotros nos declaramos seguidores incondicionales.

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