Aquí nació Portugal: un chute de orgullo patrio en Guimaraes

El Castillo de Guimaraes preside la 'Colina Sagrada', epicentro simbólico de la nación portuguesa. VA

La pequeña Ermita de San Miguel do Castelo se encuentra a los pies del impresionante castillo medieval; uno de los mejor conservados de Portugal. Pura piedra sin añadidos posteriores. Sobrio e imponente. Entrar en la pequeña iglesia, de un románico simple, casi rústico, es, para los portugueses, toda una acción de reafirmación nacional frente al poderoso vecino que acecha más allá de la frontera. Según la tradición, en este sencillo templo recibió cristiano bautizo Alfonso Enríquez allá por el verano del año 1109. El niño, hijo del conde de la marca Portucalense (territorio sur del Reino de León) y de una de las hijas ilegítimas del mismísimo rey leonés, se distinguiría como hábil guerrero en la expansión hacia el sur. Por ello, los musulmanes lo temían. Se enfrentó a su propia madre en el campo de batalla y, aunque juró lealtad a la corona leonesa, se autoproclamó Rey de Portugal iniciando un tira y afloja con los vecinos de España que duraría siglos. Por ello los ciudadanos de Guimaraes dicen con orgullo que “Aquí nasceu Portugal”, lema que adorna el lienzo de las antiguas murallas que sobresale junto al arranque del Jardín de La Alameda.

Pequeña, condensada, coqueta… Guimaraes es, hoy, una pequeña ciudad de poco más de 52.000 habitantes que conserva uno de los cascos históricos medievales más interesantes de Portugal y que ha incluido a la ciudad en ellistado del Patrimonio Mundial de la Unesco (descargar guía oficial). El Largo do Toural es una buena manera de iniciar el paseo por la ciudad a intramuros. Los azulejos que cubren la portada de la Iglesia de San Pedro rompen la monotonía de fachadas cuajadas de enormes balconadas acristaladas que tanto recuerdan a la vecina Galicia. Es un adelanto de lo que nos espera en la ciudad a intramuros, dónde el paso desde la edad media a la modernidad se hizo sin dejar cicatrices dolorosas o de mal gusto.

Ya desde el primer momento, nos sorprende lo bien que supo envejecer la ciudad. Nos metemos de lleno en el antiguo burgo por la Calle Reina Doña María II hasta el Largo da Oliveira, antiguo corazón de la ciudad. El Padrao do Salado (precioso crucero manuelino cubierto por un templete que conmemora la Batalla del Salado) nos da la bienvenida y nos deja a las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira (Dirección: Largo da Oliveira, 9; Horario: LS 8.30 – 12.00 y 15.30 – 19.30 D 9.00 – 13.00 y 17.00 – 20.00). El templo, de un gótico tan sencillo en el exterior, como en el interior, preside una plaza ampliamente porticada en la que se encuentra el Museo Alberto Sampaio (Dirección: Rua Alfredo Guimarães, sn; Tel: (+351) 253 423 910; Horario: MD 9.00 – 18.00; E-mail: masampaio@culturanorte.p), con interesantes colecciones artísticas que se remontan a la Edad Media y acceso al coqueto claustro románico de Nuestra Señora de Oliveira, y el Antiguo Ayuntamiento, uno de los edificios más bonitos de la ciudad.

Callejear sin rumbo es muy buena táctica para ir descubriendo por sorpresa los encantos de la ciudad aunque conviene iniciar el vagabundeo por la estrecha Rua de Santa María, que conecta Oliveira con la Plaza de Santiago. El reducido tamaño impide pérdidas y el viajero tendrá el placer de pasar varias veces por el mismo sitio. El precioso Largo do Carmo lleva hacia la antigua ‘acrópolis’ (conocida en todo el país como La Colina Sagrada) asiento del espectacular Castillo de Guimaraes (Tel: (+351) 253 412 273; Horario: LD 10.00 – 18.00), plaza fuerte muy bien conservada desde la que puede verse toda la ciudad. A los pies del castillo se encuentra la Ermita de san Miguel do Castelo dónde, como un auténtico tesoro, se guarda la pila bautismal que fue testigo de los primeros días del primer rey luso.

Desde aquí sólo hay que cruzar una calle para llegar al fastuoso Palacio de los Duques de Braganza (Dirección: Rua Conde Dom Henrique, sn; Tel: (+351) 253 412 273; Horario: LD Horario: LD 9.00 – 18.00; E-mail: pduques@culturanorte.pt), impresionante conjunto palaciego del siglo XV que sustituyó al Castillo como residencia matriz de la poderosa Casa de Braganza, que reinó en Portugal entre 1640 y 1853. El palacio, construido en estilo gótico tardío de evidente influencia francesa, supone un magnífico ejemplo de la sutil transición entre las fortalezas militares y los palacios nobiliarios posteriores. En su interior pueden verde impresionantes obras de arte como cuadros, tapices o mobiliario que abarcan varios siglos de historia. Sin duda alguna, este palacio se encuentra entre las atracciones artísticas más importantes del país. La capilla de madera es impresionante.

Desde la Colina Sagrada, el viajero puede bajar hasta la Plaza Mumadona (dedicada Muniadona Díaz, condesa portucalense y fundadora de la ciudad en el siglo IX) donde se encuentra el espectacular Palacio de Justicia de Guimaraes. No es mala idea dejarse llevar por la gravedad y recorrer, al pie de las antiguas murallas, el tranco que separa esta plaza del arranque del espectacular Largo Republica do Brasil, rambla ajardinada de manera primorosa que culmina en la no menos impactante Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación (Dirección: Largo Republica do Brasil; Horarios: LS 7.30 – 12.00 y 15.00 – 17.00 D 7.30 – 12.00), conocida por los locales como Iglesia de San Gualter, uno de los máximos exponentes del recargado barroco portugués.

OTROS LUGARES DE INTERÉS

Museo Arqueológico Martins Sarmento : (Dirección: Rua Paio Galvão, sn; Tel: (+351) 253 415969; Ver Horarios; E-mail: sms@msarmento.org) Es uno de los museos arqueológicos más antiguos de Portugal. Su fuerte es el estudio de la rica cultura de los castros, que ocupó gran parte del norte de la Península Ibérica desde finales de la Edad del Bronce hasta la ocupación romana, pero sus colecciones abarcan desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Para Viajar Ahora es una visita imprescindible.

Iglesia y Museo de San Antonio de los Capuchinos : (Dirección: R. Dr. Joaquim de Meira, sn; Tel: (+351) 253 541 244; Horario: LD 10.00 – 17.00; E-mail: percursomuseologico.scma@gmail.com) El exterior engaña. Construido justo en frente de la Colina Sagrada, este antiguo hospital se ha convertido en uno de los referentes patrimoniales más importantes de la ciudad. Los azulejos que cubren el interior de la iglesia son, sencillamente, increíbles.

Teleférico de Guimaraes : (Dirección: Rua Aristides Sousa Mendes, 37; Tel: (+351) 253 515 085; E-mail: geral@turipenha.pt) Este teleférico une el centro histórico de Guimaraes con la Montaña de la Peña, en un recorrido que salva, en poco menos de dos kilómetros de recorrido, más de 400 metros de altura. En la parte alta de esta montaña se encuentra el Santuario de la Peña, importante centro de peregrinación religiosa local.

Para futboleros : Guimaraes vibra con el Vitoria Sport Clube uno de los clubes de fútbol más populares e históricos de la Primera División portuguesa. El Estadio Dom Afonso Henriques se encuentra muy cerca del casco histórico y fue una de las sedes de la Eurocopa de Portugal de 2004.

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