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Cifuentes y el feminismo

Cristina Cifuentes entrevistada en La Sexta Noche

Ruth Toledano

“Ellas sabrán”, dijo Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid y presidenta del Partido Popular madrileño, en la entrevista del sábado en La Sexta Noche. Se refería a la huelga convocada para el próximo 8 marzo y “ellas” eran las mujeres feministas. Es fácil deducir que en esa tercera persona del plural Cifuentes no se incluía: si las feministas son “ellas”, ella no lo es. Resulta coherente, por tanto, que la huelga no le parezca “fundada”. Pero para justificar por qué no secundará la huelga, alegó una monumental chorrada (una palabra muy suya): que trabajará el 8 de marzo porque es el Día de la Mujer Trabajadora. Nivel. Ah, y porque es el cumpleaños de su hija. Nivelón.

Para Cristina Cifuentes la única razón para convocar la huelga del 8 de marzo es “desgastar” al Gobierno. No es cierto, las razones son muchas otras, pero lo cierto es que tampoco estaría de más ese desgaste, teniendo en cuenta la piel dura que tiene el Gobierno de su partido a pesar de su saqueo organizado de las arcas públicas, de los innumerables casos de gravísima corrupción y, por centrarnos en las razones de la huelga feminista, el supino desprecio que demuestra por las problemáticas que afectan a las mujeres. Empezando por esa brecha salarial que a M. Rajoy no solo no le parece un asunto prioritario, sino algo sobre lo que ha dicho: “No nos metamos en eso”. Con “eso” quería decir que no nos metamos en que, a igual trabajo, las mujeres ganamos un 29% menos que los hombres. Con “eso” quería decir que no nos metamos en que las mujeres cobramos un 44% menos que los hombres en complementos salariales. Con “eso” quería decir que no nos metamos en que las mujeres cobran una pensión de jubilación que es un 37% menor de media que la que cobran los hombres. Con “eso” quería decir que no nos metamos en que las mujeres que siguen trabajando superados los 65 años ganan un 50% menos que los hombres de la misma edad. En fin, eso… Lo mínimo que merece un Gobierno con un presidente capaz de actuar así ante esta discriminación es un buen desgaste. Así que ojalá se produzca con la huelga feminista del 8 de marzo ese beneficio colateral.

Cristina Cifuentes también declaró en esa entrevista que tiene 3.000 euros en su cuenta corriente. Podríamos hacer muchas bromas y comentarios sarcásticos, como que esta señora gasta mucho (en lo que, por otra parte, yo no me metería: cada cual gasta lo que le viene en gana, si puede). Pero es que no tiene ninguna gracia: que diga algo así teniendo en cuenta que gana 100.000 euros al año, es una tomadura de pelo, por muy rubia que se haga ella. Tomadura de pelo porque muchas no nos creemos su saldo y tomadura de pelo porque lo que gana en España al año una mujer es una media de 6.000 euros menos que un hombre. El doble que el cash de la presidenta. ¿Y no le parece razón fundada para ir a la huelga el 8 de marzo?

Para las mujeres feministas la brecha salarial es una razón más que fundada para ir a la huelga, señora Cifuentes. Como lo es exigir una vez más que el insuficiente Pacto de Estado contra las violencias machistas se dote de recursos para no quedar en papel mojado. Como lo es que se entienda por violencia machista la que incluye la LGTBIfobia. Como lo es el reconocimiento visible y efectivo del trabajo de cuidados que realizan mayoritariamente “ellas”. Como lo es el techo de cristal, la desigualdad de oportunidades entre los hombres y “ellas”, que se traduce en menos cotizaciones y más pobreza. Como lo es la precariedad y el paro, que “ellas” sufren más.

Todas estas razones para la huelga, que son las facilitas de entender, no las capta Cristina Cifuentes. Así que de razones contra el heteropatriarcado ni hablamos. De huelga de consumo frente a un mercado que objetualiza los cuerpos de las mujeres y ejerce una brutal presión estética ni hablamos. De huelga para que la educación sea un espacio laico de formación en valores feministas y con perspectiva de género ni hablamos. De gitanas, refugiadas y migradas ni hablamos. No nos metamos en eso… Ellas sabrán…

No, definitivamente, señora presidenta de la Comunidad de Madrid y del Partido Popular madrileño, la huelga del 8 de marzo no es para usted. Porque es una huelga feminista y usted no es feminista. Y porque bastante trabajo tiene, incluso el Día de la Mujer Trabajadora, con intentar hacerse la rubia para no acabar sentada en el banquillo por las tramas de corrupción (también heteropatriarcal: esto no hace falta que lo entienda) en las que presuntamente está implicada. Me da que no le van a dar para abogados los 3.000 eurillos de los que dispone.

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