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Juzgar a Rajoy

Imagen de archivo de Mariano Rajoy, a la espera del inicio de sesión de investidura.

Carlos Hernández

Cada vez tengo menos dudas de que el presidente del Gobierno cree que la mayoría de los españoles somos idiotas. Mariano Rajoy ha interpretado su último triunfo electoral como la confirmación de que ha sido un éxito su táctica, consistente en cubrir la corrupción que impregna su partido con un manto de engaño, dejadez y confusión. Es cierto que en esta última fase de su meditada (que no alocada) huida hacia delante, ha contado con un inesperado e indispensable apoyo: el nuevo PSOE no solo permitió con sus votos que el líder del PP siga en la Moncloa, sino que le ha concedido una prórroga para mantener todos los resortes del poder al servicio de su antidemocrática estrategia.

Apenas llevamos seis meses de esta duodécima legislatura y ya hemos visto cómo Rajoy demuestra, día a día, su determinación para seguir caminando por la misma enfangada senda, dando por sentado que los ciudadanos vamos a seguir tragando. Su manual de actuación ante la corrupción, el Manual Mariano (MM) que utiliza todo el Partido Popular, es bien sencillo y solo tiene dos páginas. La primera indica lo que hay que hacer públicamente: primero negar la mayor, defender al acusado y culpar a los medios, a la policía, a los jueces y a la oposición de inventarse el caso; cuando las pruebas ya son abrumadoras, decir que se trata de casos aislados, situarlos en un pasado muy muy lejano y presumir de contundencia contra los corruptos. La segunda página del Manual marca los pasos reales que hay que dar bajo la alfombra: utilizar las instituciones para defender a los implicados, maniobrar en los tribunales para anular o dilatar los procesos, destruir pruebas, inhabilitar jueces, negociar con los testigos para que no abran la boca, etc.

Fijémonos solo en lo que ha ocurrido en estos últimos siete días y veremos punto por punto la aplicación sistemática y alternativa de las dos páginas del MM:

09/02/2017 El abogado del PP trata de bloquear, sin éxito, la decisión del Tribunal que juzga el caso Gürtel de citar a declarar al Partido Popular como responsable civil a título lucrativo.

10/02/2017 Mª Dolores de Cospedal habla sobre la corrupción en el arranque del Congreso del PP: “Pedimos perdón, hicimos propósito de enmienda y nuestro Gobierno aprobó la mayor batería de medidas anticorrupción de la democracia. Nadie envuelto en ese tipo de casos sigue hoy en nuestras vidas. Hemos hecho de la necesidad, virtud”.

10/02/2017 El Consejo de Ministros indulta, aunque no informa públicamente de su decisión, a un exconcejal popular de Rota y otros 5 funcionarios de esa localidad gaditana que habían sido condenados por prevaricación. La decisión se toma días antes de que el Congreso apruebe una nueva norma para prohibir los indultos a corruptos (adoptada, finalmente, el día 14).

11/02/2017 Rajoy declara ante los periodistas: “Espero que la corrupción pase a ser parte de la historia mala del PP”.

13/02/2017 El PP se niega a declarar ante el Tribunal que juzga el caso Gürtel. La fiscal le aclara que ello equivale a una confesión de culpabilidad.

13/02/2017 Rajoy declara que “como partido estamos haciendo mejor las cosas” frente a la corrupción.

13/02/2017 El abogado del PP solicita al Tribunal que anule todo el caso Gürtel. Tal y como ya hizo en ocasiones anteriores, se alinea con la estrategia jurídica de los cabecillas de la trama y realiza esta petición a pesar de que supondría la exculpación de todos los acusados y la nulidad de las investigaciones.

13/02/2017 Rajoy es preguntado por la corrupción y afirma que “hay que intentar que no vuelva a suceder”.

13/02/2017 Varios dirigentes del PP salen en defensa del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, tras ser imputado por la Audiencia Nacional por varios delitos de corrupción. Mª Dolores de Cospedal contradice al magistrado instructor y afirma que Sánchez aparece  en el sumario de la trama Púnica por “un contrato que nunca se celebró” y que “por el pensamiento no se castiga a nadie”.

13/02/2017 Mª Dolores de Cospedal afirma que  “la corrupción es algo que nos ha afectado y con la que hemos sido duros”.

15/02/2017 El Mundo desvela que la Fiscalía General del Estado obligó a los fiscales que investigaban la trama Púnica a no presentar cargos contra el presidente de Murcia.

15/02/2017 Montoro atribuye al Gobierno haber destapado los indicios de corrupción contra Rodrigo Rato: “Todo es fruto de la investigación de la Agencia Tributaria”.

15/02/2017 El ministro de Justicia, Rafael Catalá, justifica el indulto in extremis para los seis condenados de Rota: “Es un indulto parcial, simplemente para que no pierdan la condición de funcionarios y nos pareció que las causas que concurrían justificaban el ejercicio del indulto”.

15/02/2017 Detienen a dos consejeras del Gobierno autonómico de Ceuta por otro presunto caso de corrupción. El presidente de la Ciudad Autónoma sale en su defensa diciendo que “son absolutamente inocentes”.

15/02/2017 El ministro de Justicia asegura que la Fiscalía General del Estado “actúa con absoluta autonomía” y no obedecía órdenes del Gobierno cuando obligó a los fiscales que investigan la Púnica a no presentar cargos contra el presidente de Murcia.

Necesitaríamos una enciclopedia para resumir lo ocurrido en los últimos 20 años de “lucha” del Partido Popular contra la corrupción, pero no diferiría mucho de lo que ha acontecido en esta semana gloriosa. El presidente y los suyos se lamentan en público de que los procesos judiciales duran demasiado y que, por eso, hablamos de casos “de hace 10 o más años” (página 1 del MM); lo que no dicen es que en estos “10 o más años” sus abogados se han dedicado precisamente a obstaculizar las investigaciones, dilatar los procesos, impugnar jueces, actuar como una defensa encubierta de los acusados, destruir pruebas, negarse a remitir documentos, etc. (página 2 dixit).

Revisen cualquier caso, cualquier novedad judicial y verán cómo la reacción de Rajoy y los suyos responde al MM. Busquen lo que ocurrió, inicialmente, con Matas, López Viejo, Camps, Bárcenas, De Arístegui, Fabra, Granados… y lo que pasó después. Repasen la estrategia jurídica dirigida por Federico Trillo para acabar con Garzón y frustrar la investigación policial y judicial. Echen un vistazo a las quejas del acobardado juez Ruz por la falta de colaboración del PP, por la destrucción de los discos duros. Analicen las mentiras sucesivas e interminables de los dirigentes populares y que tienen su clímax en aquel “finiquito en diferido” que explicaba perfectamente el “Luis, sé fuerte” enviado por el presidente del Gobierno al tesorero de su partido cuando ya se habían descubierto las cuentas de Suiza.

En el origen de este manual de instrucciones está la clave de todo. Es esta la respuesta que Rajoy y los suyos quieren que no tengamos o que olvidemos. El PP actúa así porque el MM es el único camino que le queda, aparte del que le conduciría a la refundación y las dimisiones masivas. Todas las investigaciones policiales y judiciales confirman la tesis de que la mayor parte de estas tramas corruptas nacieron con un objetivo principal: financiar de una manera u otra al Partido Popular. Eran los actos de campaña de Rajoy, de Aguirre, de Camps; las obras de la sede central de la calle Génova; eran los gastos del partido los que se pagaban con dinero de comisiones ilegales pagadas por empresas, a cambio de que instituciones gobernadas por el PP les adjudicaran contratos públicos.

Es el nombre de Rajoy y de otros dirigentes populares los que aparecen en los apuntes del tesorero del partido como receptores de sobresueldos pagados con dinero negro procedente de las mismas comisiones. No son casos aislados, es un solo caso: el de la financiación irregular del PP que se produjo mientras Rajoy era vicesecretario general del partido, coordinador de algunas de las campañas electorales bajo sospecha, secretario general y, finalmente, presidente.

En este contexto, Rajoy hará bien en seguir considerándonos idiotas si no le recordamos, cada día, que la corrupción de su partido no es una cuestión “de hace años”; si caemos en la trampa de creernos las cosas que dicta su Manual Mariano; si no le repetimos, una y otra vez, que él es el máximo responsable y que, por ello, tarde o temprano tendrá que pagar política y, quizás también, judicialmente por todo lo ocurrido.

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