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Operación Catalunya

El cura asesor de Fernández Díaz: “Hay que recuperar al comisario que conoce internamente los Mossos”

Silverio Nieto, director del Servicio Jurídico de la Conferencia Episcopal

Pedro Águeda

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La investigación del espionaje a Luis Bárcenas ha hecho emerger métodos y protagonistas de cuatro años de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior que permanecían pretendidamente ocultos. Uno de ellos es el sacerdote Silverio Nieto, fontanero de la Conferencia Episcopal, juez jubilado y antiguo policía al que su amigo Fernández Díaz, a quien el sacerdote asesora espiritualmente, ascendió a comisario honorario siendo el político ministro del Interior.

Nieto se ha desvinculado ante el juez del caso Kitchen de cualquier influencia o gestión que no tuviera que ver con los asuntos del alma, pero los mensajes encontrados en el teléfono del exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez apuntan en otra dirección. Así lo cree el fiscal Anticorrupción Miguel Serrano, que durante su interrogatorio a Nieto el pasado 30 de noviembre destacó las contradicciones del sacerdote y expresó su desconfianza en que su relación con varios protagonistas de la trama tuviera una única motivación “espiritual”.

Los mensajes de Whatsapp entre Silverio Nieto y Francisco Martínez durante cinco años ocupan 20 páginas, según fuentes próximas al caso. El informe de todo lo extraído del teléfono del ex secretario de Estado no ha sido puesto a disposición de las partes y solo se conocen los mensajes incluidos en un informe de la Unidad de Asuntos Internos sobre el contenido de dicho terminal. Entre esos mensajes aparecen dos conversaciones entre Martínez y Nieto que distan de la “función propia de sacerdote” en la que el cura enmarca la relación entre ambos. 

En uno de esos mensajes con el antiguo secretario de Estado, fechado el 4 de octubre de 2017, el sacerdote se refiere al comisario Enrique García Castaño, imputado por la Operación Kitchen y otras piezas del caso Villarejo. “No es fácil hacerlo tan mal… se añora al Equipo anterior y sería imprescindible recuperar a EGCastaño. Es el único que tiene los contactos con los servicios inteligencias (sic) extranjeros y conoce internamente los Mossos”. El mensaje incluye una crítica explícita a Juan Ignacio Zoido y una alabanza a su predecesor, Jorge Fernández, y al propio Martínez. García Castaño había sido destituido de su puesto al frente de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) por el equipo de Zoido y desterrado a una comisaría zonal del sur de Madrid.

En el mismo informe de Asuntos Internos aparece un mensaje del policía García Castaño en el que él mismo alude al “tema catalán” y que explicaría a qué se refiere el padre Silverio con los conocimientos que tiene el policía nacional de las interioridades de los Mossos. García Castaño escribe el 4 de abril de 2018.: “Me encontré con la Cospe y su marido, me dijeron que el tema se tenía que haber arreglado ya, que hablaría conmigo. Según el ses (secretario de Estado de Seguridad) ya dio orden que me cambiaran y de forma clandestina volviera a montar el tema catalán”.

El secretario de Estado de Seguridad en ese momento era el exalcalde de Córdoba José Antonio Nieto. La referencia a un “tema catalán” y su carácter clandestino parecen aludir a una segunda Operación Catalunya. El propio García Castaño reconoció en sede judicial que uno de los documentos desclasificados por el Gobierno, hallados en el Ministerio del Interior, correspondían a pagos a un sindicato de los Mossos d'Esquadra durante la primera legislatura de Mariano Rajoy, escenario de las maniobras policiales contra el proceso soberanista.

El mismo 4 de octubre de 2017, el padre Nieto escribe otro mensaje a Martínez en lo que para él es su “función propia de sacerdote”. “Ya sabes que mi buena opinión de Enrique (García Castaño) solo es superada por mi afecto personal hacia él. Creo que el despropósito que se ha generado por darle satisfacción a los periodistas que hablaban de siniestras maniobras en el ministerio ha llevado a esta estúpida situación en la que quienes de verdad podrían aportar información valiosa han sido excluidos. Es absolutamente lamentable. Y es lo que sucede cuando te mueves al ritmo de digitales… ”

La actuación del sacerdote resultó involuntariamente clave para que la Fiscalía fuera ascendiendo peldaños en la atribución de responsabilidades por el espionaje a Bárcenas. Martínez le envió un mensaje en enero de 2020, el día antes de su citación en la Audiencia Nacional, y el sacerdote decidió reenviárselo a sus amigos Fernández Díaz y García Castaño. En una de sus declaraciones en la pieza Kitchen, y ante la insistencia de Anticorrupción, el policía accedió a entregar el mensaje que le había reenviado Silverio Nieto. En él, Martínez comenzaba a deslizar las amenazas que luego no ha cumplido.

“La defensa mañana exige entregar en el juzgado las actas notariales en las que constan los mensajes recibidos a lo largo de 2013 y 2014 con instrucciones muy claras y explícitas sobre los supuestos 'operativos policiales' de las que trata todo esto (cuya legalidad siempre me pareció clarísima) y que necesariamente conllevarán la citación de Jorge [Fernández Díaz] y probablemente de [Mariano] Rajoy”, le escribió el antiguo secretario de Estado de Seguridad al padre Nieto.

En su declaración ante el juez del pasado 30 de noviembre, el sacerdote se justificó en las “funciones propias de un sacerdote”. Según ha podido reconstruir elDiario.es de fuentes presentes, Nieto declaró: “Imagino que habíamos hablado algunos días antes de la situación humana en la que se encontraba, lo estaba pasando muy mal, se sentía abandonado. Pero son funciones propias de un sacerdote. Es una especie de desahogo, él (Martínez) considera que siempre ha actuado legalmente. Se mencionaba al señor Fernández y se lo reenvié a él y al señor García Castaño. Fue iniciativa mía”.

El padre Silverio contó también las supuestas respuestas del policía García Castaño y de Fernández Díaz. “La respuesta del señor García Castaño fue 'me imagino que contará todo lo que sabe o la verdad (en referencia a Martínez). Don Jorge dijo que él no recordaba haber enviado ningún mensaje y menos sobre operaciones policiales. Ya no he vuelto a hablar con ninguno de los dos de ese asunto”.

Ante la incredulidad del fiscal Serrano acerca de que la intervención de Silverio Nieto fuera puntual, el cura casi se escandalizó: “Es absolutamente alucinante que me contara cualquier cuestión operativa. Yo no tenía ningún cargo orgánico en el Ministerio del Interior ni capacidad de nada…. Me podrán contar problemas humanos, personales, familiares… eso es lo que me suelen contar”.

“Me dedico a los problemas humanos desde 1999”

El fiscal seguía poniendo en duda su versión y el cura insistía: “Yo no estoy en la Policía. Me preocupan desde hace muchos años, desde el 99, los problemas humanos, soy catedrático de Derechos Humanos, humanos, familiares, personales… eso es a lo que me dedico desde el año 99”. Si acaso, añadió, los responsables de Interior le pudieron consultar en algún momento cuestiones concretas en su faceta de “magistrado en excedencia”.

El fiscal Serrano, sin embargo, continuó acorralando al cura. ¿Cómo podía tener un conocimiento de cuestiones tan confidenciales y delicadas como los contactos de García Castaño con servicios extranjeros o de su infiltración en los Mossos? “Hay muy pocas personas que estén en el mundo judicial o jurídico que no conozcan las capacidades del señor García Castaño, al menos su currículum profesional”, replicó.

¿A qué mundo judicial se podía referir el cura? García Castaño estuvo durante décadas al frente de una unidad de élite, fontaneros de la Policía, enmarcada en un organigrama secreto por ley de la Comisaría General de Información. Es a esa unidad a la que Nieto está pidiendo que lo reincorporen. “Es lo que yo oía en algún almuerzo, pero eso no es que esté interviniendo en nada relacionado con el Ministerio del Interior”, volvió a excusarse el sacerdote durante el interrogatorio.

Silverio Nieto dijo ante el juez que tuvo “poca” relación con Martínez durante la etapa de éste en el Ministerio (2012-2016), que fue él quien le recordó que había sido profesor suyo en Icade y que pese a los cinco folios de mensajes, no tenían “mucho en común”. Con “don Jorge Fernández Díaz” hablaba de “temas de tipo espiritual, religioso” y que con el comisario García Castaño tiene amigos en común y han coincidido muchas veces, pero que su relación telefónica se ciñe a enviarse “vídeos y mensajes de los que se suelen compartir por Whatsapp”. El padre Silverio Nieto se encontraba en compañía de García Castaño cuando la Unidad de Asuntos Internos detuvo al comisario en julio de 2018.

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