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Razones para un 'procés' de La Línea de la Concepción: por qué la localidad gaditana quiere independizarse de Andalucía

Campo de la Línea de la Concepción con Gibraltar al fondo

Juan José Téllez

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La Línea de la Concepción: 60.000 habitantes y un paro de infarto. Junto a Gibraltar, donde el desempleo no existe y la renta per cápita es de las más altas de la Península. La ciudad cumplió en 2020 siglo y medio de existencia, desde que su exiguo término municipal se segregó del municipio de San Roque. A pesar de que la mayoría de sus habitantes intentan ventilárselas dentro de la ley, su imagen suele ir ligada al narcotráfico. El Estado no ha escatimado a la hora de desplegar a los cuerpos y fuerzas de Seguridad para asestar golpes cada vez más certeros a los capos de la droga: “Pero, ¿dónde están las inversiones para sacar a la ciudad de ese callejón sin salida?”, se pregunta el bailaor flamenco David Morales, hijo predilecto de La Línea.

Fruto de ese hartazgo, en las últimas elecciones municipales arrasó La Línea 100x100, un partido localista fundado en 2015 y que preside Juan Franco, actual alcalde. Revalidó mandato tras presentarse a las elecciones con un programa que incluía su declaración como ciudad autónoma, a la manera de Ceuta o de Melilla y que lleva trabajando en esta aventura desde 2019: “Esa propuesta es irrenunciable”, no se ha cansado de repetir desde entonces y ahora ya tiene una hoja de ruta para ello. Este jueves, el Pleno del Ayuntamiento ha sacado adelante “un acuerdo para el inicio del procedimiento tendente a la celebración de una consulta popular sobre la conversión del municipio en ciudad/comunidad autónoma”.

Propuesta “viable”

El alcalde se había garantizado que pasaría el trámite: de los 25 concejales de la Corporación local, 21 forman parte de su propia formación política y el resto se reparten entre 3 concejales del PSOE y 1 del Partido Popular. La Ejecutiva Local del PSOE linense mostró previamente su rechazo a esta propuesta, a la que consideran una “burda pantomima” que “lo único que persigue es ilusionar a los linenses con una petición imposible de materializar”. El único concejal del Partido Popular, Juan Pablo Arriaga, también se pronunciaba en ese mismo sentido. Ya lo hicieron unos y otros durante los últimos meses del mandato anterior cuando, en enero de 2019, el Pleno municipal ya aprobó una moción presentada entonces por el Grupo Andalucista para hacer una campaña informativa y convocatoria de una consulta popular sobre la propuesta de convertir la localidad en ciudad autónoma. La moción fue aprobada con los votos a favor de La Línea 100x100 y el PA y en contra de PSOE y PP. Ahora, los andalucistas ya no tienen escaños en la Corporación pero el partido del alcalde cuenta con mayoría sobrada para ello.

Pero, ¿es viable la conversión de La Línea en Ciudad Autónoma? Cualquiera diría que, para ello, sería necesario una reforma sustancial de la Constitución. Los impulsores de la propuesta no piensan así. Se basan en un informe elaborado justo hace dos años por el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, Antonio de Cabo, por encargo del propio Ayuntamiento.

En su informe, asegura que “no existe impedimento ni prohibición constitucional, estatutaria, legal o de derecho europeo para la conversión de La Línea de la Concepción en autonomía bajo la fórmula de Ciudad Autónoma, con independencia de que este proceso sea más o menos complejo, costoso, conveniente u oportuno” y que por lo tanto la propuesta es “viable jurídico-constitucionalmente”.

Sin noticias del Tratado

El informe destacaba la singularidad de La Línea como fundamento para la activación del artículo 144 a de la Constitución española que sería el que regiría el “proceso” local y que se basan en los problemas que padece la ciudad por su condición fronteriza, “como único municipio de España y de la Unión Europea que comparte frontera con un enclave pendiente de descolonización, según nomenclatura de la ONU, y que tras el 'Brexit' quedará fuera del marco de integración comunitaria”, se decía entonces.

Claro que ahora el escenario ha cambiado: el Brexit se produjo y La Línea aguarda que se sustancie el Tratado que permitiría a Gibraltar incorporarse al espacio Schengen, una alternativa que, de prosperar, abriría las posibilidades de una zona de prosperidad común en la que han insistido desde la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero el Tratado, según los plazos inicialmente previstos, tendría que haberse firmado en junio y no ha sido así. De ahí que Juan Franco haya esperado hasta que finalizara ese mes para llevar a pleno esta nueva etapa de la autodeterminación local.

El alcalde, antes de la votación, esperaba “que se llegue a un acuerdo satisfactorio y después sea ratificado por la UE”: “El caso es inédito, porque no se ha producido nunca que en un Estado se vaya de la Unión Europea y que una parte minúscula de ese Estado, que además no formaba parte antes del espacio Schengen, ahora acabe entrando en una situación como asimilada»”, asumió, aún “convencido de que si se alcanza este acuerdo sería una situación histórica y muy favorable para la ciudad”.

Pero sea como sea, entiende que la ciudad necesita una personalidad política y jurídica propia para salir de su atolladero. Antes, reclamaron otras alternativas, como una carta económica o una zona franca. Lo más que parece que han logrado es que Red Eléctrica Española reconsidere la instalación de una subestación eléctrica para la interconexión con Ceuta y que habría de emplazarse en la zona de Los Portichuelos, estratégica para la expansión turística del escaso término linense.

Ya hay pregunta

Ya se sabe incluso qué pregunta se someterá a referéndum: “El informe basa su argumentación en la Memoria Justificativa, elaborada por parte municipal, sobre la conveniencia de celebrar esta consulta y dirigir a las Cortes Generales y el Gobierno de la Nación la aplicación del mecanismo constitucional, previsto en el artículo 144/9, para alcanzar la condición de Ciudad Autónoma –comunicó el Ayuntamiento–. El texto íntegro de la pregunta sería '¿Cree usted conveniente que el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción eleve al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales una petición para instar la conversión del municipio en comunidad autónoma, de acuerdo con el art. 144 a) de la Constitución Española?'”. Tal y como se fundamenta en el dictamen jurídico, de fecha 3 de julio de 2019, esta pretensión autonómica ofrecería “un régimen orgánico-funcional, competencial y de gobierno político similar al instaurado en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla”.

En su caso, prosigue el equipo de Gobierno, “correspondería a las Cortes Generales apreciar la concurrencia del interés nacional que fundara la conveniencia y oportunidad de dotar a La Línea de la Concepción, a través de una Ley Orgánica, la condición de Ciudad Autónoma”.

“Como se recordará, mediante Decreto de Alcaldía número 1659/2019, de 8 de abril, se contrataron los servicios de la Universidad Complutense de Madrid para la elaboración de un dictamen, por parte del Catedrático de Derecho Constitucional, Antonio de Cabo de la Vega, relativo a la viabilidad jurídica del proyecto”.

Las razones

El dictamen, entregado al Ayuntamiento el 3 de julio de 2019, según se recuerda, “fue favorable para los intereses municipales, en el sentido de dotar a La Línea de la Concepción de un régimen de autogobierno similar al de Ceuta y Melilla, situando al municipio en una posición intermedia entre el régimen orgánico-funcional y competencial que actualmente disfruta y el estatus de las actuales comunidades autónomas. Una de las medidas contempladas en este dictamen es la celebración de una consulta popular”.

“En la Memoria Justificativa elaborada por el equipo de Gobierno se argumenta que La Línea de la Concepción es el único municipio español que comparte frontera con un enclave extranjero pendiente de descolonización, según Naciones Unidas; la dependencia del municipio respecto a la economía del Peñón; su contigüidad con un aeropuerto internacional; la necesidad de dotarla de recursos e infraestructuras para paliar su déficit notable en múltiples ámbitos socio-económicos; la importancia de que sus intereses específicos, y los de sus ciudadanos afectados por todo lo anterior, se vean representados en comisiones multilaterales o trilaterales con el Peñón, y la necesaria adaptación de su régimen fiscal y tributario a la realidad de la comarca, donde La Línea de la Concepción coexiste con un territorio en el que las condiciones fiscales son sumamente laxas”.

Estos seis factores, a juicio de los impulsores de esta iniciativa, “son los que fundamentan la singularidad del municipio y podrían justificar, según la propuesta de acuerdo, la concurrencia de motivos manifiestos de interés nacional para una eventual aplicación del artículo 144 a), por parte de las Cortes Generales mediante Ley Orgánica”.

De producirse la consulta y resultar positiva a la propuesta, sus resultados podrían ser elevados junto con la petición formal de la mayoría absoluta del Pleno ante la Mesa del Congreso de los Diputados, la Mesa del Senado y el Gobierno de la Nación. De acuerdo con el citado artículo, se consideraría su conversión en ciudad autónoma, “iniciándose el proceso de redacción del Estatuto de Autonomía con la participación, reglada en esa misma Ley Orgánica, del propio Municipio”. Según dicho informe universitario, el último paso estribaría en la “aprobación, por parte de las Cortes Generales, de la Ley Orgánica por la que se aprueba el Estatuto de Autonomía de La Línea de la Concepción”.

“El referéndum es irrenunciable”, repite con insistencia Juan Franco. Y parece que va a cumplir su promesa electoral. Aunque no tiene ningún viso de salir de ninguna de las maneras ya que el PP y el PSOE no están por la labor de respaldar la petición tampoco en el Congreso. Lo que nadie sabe es si permitirá poner el foco sobre los problemas de La Línea. Lo que no se sabe es si servirá para algo.

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