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No es plagio, es 'collage'

Azahara Alonso

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Para terminar la semana de “Falsificación” en Diario Kafka, la actualidad y la justicia se han confabulado y nos traen una noticia de plagios: la resolución de una demanda.

Pongámonos en antecedentes: en 2011 la actriz Angelina Jolie se dispuso a debutar como directora con la película En tierra de sangre y miel (In the Land of Blood and Honey), una historia sobre la fuerza del amor en circunstancias extremas como la guerra, en este caso en el marco del conflicto de los Balcanes. A unas semanas del estreno del film, apareció en escena James Braddock, un periodista croata que levantó la polémica asegurando que el guión de la película no era en absoluto original sino más bien un plagio, “una burda copia” de uno de sus libros, The Soul Shattering, publicado en el año 2007. Afirmaba además que Edin Sarkic, pieza clave para que Jolie obtuviera los permisos para rodar en Sarajevo, había leído el libro y se había puesto en contacto con él tratando la posibilidad de adaptar cinematográficamente el libro.

A pesar de que la acusación sembró de dudas la autoría del guión a solo unas semanas del estreno, Angelina se lo tomó bastante bien, y declaró que esos asuntos son “algo que les pasa a todas las películas”, asegurando además que no había leído el libro de Braddock y que su film era un collage de “muchos libros y documentos” sobre la guerra de los Balcanes.

Ahora, en 2013, la juez del distrito Dolly Gee ha sentenciado que, a pesar del parecido

–cierto pero insuficiente–, las obras son sustancialmente distintas, y ha desestimado la demanda de Braddock. Asegura que los hechos que el libro y la película reproducen “son comunes en los libros y películas ambientados en la guerra”, incluso que “Braddock no ha inventado el concepto de violación como crimen de guerra”. Y ya está. Seguimos (y seguiremos) sin saber si el guión es adaptado u original, inspirado o auténtico, si Braddock pretendía aprovecharse o Angelina Jolie directamente lo ha hecho. Lo que Dolly Gee ha dejado claro es que la guerra es la misma para todos, y por lo visto, la manera de contarla también.

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