¿Cómo vamos a financiar las pensiones? Es una de las preguntas del millón del futuro de España a la que se está tratando de dar respuesta en el curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede Antonio Machado de Baeza con el desarrollo del curso 'El futuro de las pensiones a debate: retos y alternativas para su sostenibilidad'El futuro de las pensiones a debate: retos y alternativas para su sostenibilidad', cuya conferencia inaugural corrió a cargo este lunes de Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
Según el experto en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Jaén, Cristóbal Molina, “le pintan un sombrío futuro al sistema de pensiones pero no es tan así” porque “hay alternativas”. “Un elemento fundamental que se ha puesto de relieve en el curso es que las cotizaciones no son suficientes para financiar el sistema pero nuestro propio sistema de Seguridad Social ya prevé en su artículo 109 que los Presupuestos Generales también son un buen instrumento”, comenta.
En ese sentido, existe una segunda línea importante en que “la Seguridad Social está pagando muchas cosas, muchas políticas que no le corresponden: las políticas de la conciliación de la vida laboral y familiar, las políticas de empleo, las políticas de solidaridad con determinados colectivos”, añade Molina.
“La ministra se ha comprometido a liberar determinadas cuestiones y hay más vías de las que actualmente nos dicen”. La llamada bomba demográfica que, según muchas voces, pone en peligro el sistema de pensiones al haber más personas mayores es un tema que también se está abordando en el curso en concreto. A ese respecto, el profesor señala que “nadie puede negar esa evidencia pero hay una cuestión que normalmente no se suele sacar y es que España tiene uno de los niveles de desempleo más elevados de la Unión Europea”.
En ese sentido, Molina indica que, asimismo, “la tasa de inactividad, tanto masculina como sobre todo femenina, es de las más altas de la Unión Europea”. “Eso significa que nosotros tenemos todavía una capacidad para generar personas que puedan cotizar. Porque aquí el problema es la llamada tasa de dependencia, es decir, el número de personas mayores de 65 años en relación a las que están en condiciones de trabajar. Cuando se hace ese análisis en España y solo se tiene en cuenta la población ocupada, se hace un poco trampas al solitario porque se ignoran esas dos variables”.
“El problema de las pensiones no es demográfico sino la capacidad que tenga la economía española de poder generar un empleo de calidad que pueda sostener el sistema. Hablar del envejecimiento es hablar del asunto de manera simplificada. Hay que incidir en la reforma del mercado de trabajo, en políticas activas de empleo, y no en trasladar un conflicto intergeneracional entre los mayores y los jóvenes que parece que se quedan sin cobertura”, explica el codirector del curso junto a Isabel María Villar, también de la Universidad de Jaén.
En la línea del grupo de estudios de la Fundación Largo Caballero, la ministra incidió en la apertura del curso en las posibles soluciones al sistema público de pensiones, con dos ideas que dicha fundación viene defendiendo, según explica Cristobal Molina. “Uno, siempre que se habla de pensiones, se habla de costes, pero nadie habla de cuánto volumen de recursos se ponen para las personas para que puedan seguir consumiendo o produciendo. Nadie hace ese análisis que es también económico y que la ministra ha puesto de relieve”, comenta.
“Y segundo, las personas tienen derechos. El problema no es solo la sostenibilidad sino que la pensión sea decente. En términos constitucionales se llama pensión suficiente. En un año no se endereza el barco, ha dicho la ministra, quien ha apostado por poner los pilares para poder virar el rumbo y que se estabilice el sistema”, indica Molina.
“Somos razonablemente optimistas”, concluye el profesor, quien añade que “España no tiene un problema de gasto en pensiones sino que su problema es de ingresos. Y los ingresos se pueden sacar. Si la economía está creciendo, si el empleo está creciendo, su hay una expectativa de crecimiento, de estabilización, no tiene sentido que se siga insitiendo tanto y tanto en que la pensión es un gasto insostenible y no una inversión que merece la pena porque es fundamental para sostener la demanda y el consumo que en última instancia es lo que provoca el crecimiento económico”, añade.
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