Barcelona dará un paso atrás para evitar la situación de Segrià y Hospitalet

Barcelona, 15 jul (EFE).- La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han planteado dar “un pequeño paso atrás” para atajar el aumento de positivos en la ciudad y propondrá mañana o pasado medidas para aminorar los brotes en la capital catalana sin tener que aplicar restricciones mayores como en el Segrià y L'Hospitalet de Llobregat.

Cataluña ha registrado durante las últimas 24 horas 938 nuevos positivos de Covid, 199 en la región sanitaria de Lleida, 138 de los cuales en el Segrià, y 21 nuevos con PCR en L'Hospitalet de LLobregat, mientras que en Barcelona ciudad, donde hay 29 brotes activos, han sido 250 los nuevos positivos.

La mayoría de los positivos en Barcelona se dan en el Eixample y en el distrito de Sants-Montjuïc, limítrofe con los barrios de La Torrassa, La Florida y Collblanc de L'Hospitalet.

Estos tres barrios, donde Salud ha recomendado no salir de casa si no es para trabajar, comprar u otros asuntos imprescindibles, han estrenado hoy medidas restrictivas decretadas por la Generalitat, como volver a la reducción del aforo al 50% en bares y restaurantes, cerrar teatros, cines y pistas deportivas al aire libre y prohibir visitas a las residencias de mayores.

El juez, sin embargo, no ha permitido que se prohíban reuniones de más de 10 personas, como pretendía la Generalitat, al entender que es una medida “desproporcionada” y se trata de un derecho fundamental, decisión que el presidente catalán, Quim Torra, ha anunciado que recurrirá.

Ada Colau ha vuelto a reclamar a Salud más rastreadores para localizar contactos de personas contagiadas y ha ofrecido a 50 trabajadores municipales del servicio de teleasistencia para colaborar, pero la consellera de Salud, Alba Vergés, los ha rechazado porque ha argumentado que ya tienen a 120 personas trabajando en esta labor en Cataluña y que éstos son “ampliables a 900”.

El temor, expresado hoy también por el director de la Unidad de Seguimiento de la Covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, es que el virus, que ya se transmite comunitariamente en los tres barrios de L'Hospitalet, cruce la calle que lo separa de Barcelona y se extienda aún más por la capital catalana.

Aunque Colau ha asegurado que nadie está planteando el confinamiento de la ciudad, sí ha anunciado que evaluarán con la Generalitat entre mañana y pasado qué medidas pueden adoptar para frenar el aumento de casos, la mayoría contagios en actividades familiares o de ocio, y muchos entre jóvenes.

Mientras tanto, este miércoles se han publicado las medidas restrictivas que afectan a la comarca del Segrià y en concreto a los pueblos del Baix Segre, después de que el juez haya excluido al municipio de Massalcoreig y las pedanías de Sucs y Raimat porque apenas tienen casos positivos.

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha pedido refuerzos sanitarios en la atención primaria y también más capacidad de rastreo y ha reconocido que en los dos últimos días, Lleida ha vivido un “auténtico desbarajuste jurídico” que ha causado “desconcierto e indignación” entre los ciudadanos y, especialmente, en los sectores del comercio y de servicios.

La ciudad ha alojado en dos pabellones deportivos a 189 personas inmigradas que llegaron a la ciudad para trabajar en el campo, mientras una veintena más ha dormido al raso en las calles de Lleida, cuyos hospitales han sumado 19 nuevos ingresos en las últimas horas y ya tienen ingresados a 129 pacientes con covid, doce de ellos en la UCI -en toda Cataluña hay 48 en la UCI, tres más que ayer-.

Hoy se ha conocido el cuarto fallecimiento en el Segrià desde que la comarca está cerrada perimetralmente, hace once días, mientras que una quincena de enfermos en fase de recuperación ha sido alojada en el hotel medicalizado Nastasi de Lleida.

La región sanitaria ilerdense tiene una cincuentena de brotes, la mayoría en el Segrià, pero “la velocidad de contagio es muy elevada”, ha advertido la gerente de Salud, Divina Farreny.

La alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, ha asegurado que la situación en la segunda ciudad catalana “ha cambiado” y hoy el 99 % de la población lleva “conscientemente” la mascarilla.

Marín ha opinado que las medidas tomadas por el consistorio y por Salud son “de sentido común” y un “toque de atención a la ciudadanía en general” y, sobre la prohibición de las reuniones de más de diez personas, que un juzgado de Barcelona ha descartado al considerarla “desproporcionada”, la alcaldesa ha dicho que “no es una imposición, es una necesidad”, pero ha admitido que no podrán prohibirse.