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Encuestas de las europeas: PP y PSOE activan sus núcleos duros de votantes

José Antonio Gómez Yáñez

Varias encuestas publicadas en la semana, entre ellas dos del CIS, además otra de Sigma Dos-El Mundo y Feedback-La Vanguardia. De las siempre influyentes del CIS sorprenden dos cosas:

1ª. Los desajustes entre los datos que sirven de base, el voto directo en la encuesta (o sea, lo que responde el conjunto de entrevistados) y sus estimaciones.

2ª. Las diferencias de sus estimaciones entre ambas encuestas. El trabajo de campo de la primera encuesta, el barómetro, que incluía las preguntas de intención de voto para las generales, se hizo en la semana anterior a Semana Santa. A partir de ellas el CIS estimó que había una distancia de un 5,7% entre PP y PSOE, aunque en Intención Directa de Voto era un 0,2%. El trabajo de campo para la segunda encuesta, sobre las elecciones europeas, incluyó la intención de voto para estas. A partir de ellas el estimó que había una distancia de un 2,7% entre PP y PSOE, aunque en Intención Directa de Voto era un 0,1%.

Además, como se observa en los cuadros del CIS, la diferencia en “Intención Directa de Voto” entre ambos trabajos de campo es casi inapreciable en lo que se refiere a los dos grandes partidos: 13,6% y 14,2% para el PP y 13,4% y 14,1% para el PSOE. Los datos en “Intención de Voto más simpatía” son también estables, aunque sitúan al PSOE levemente por encima del PP (lo que es significativo, al menos lo era a finales de abril). Hay que suponer que estas “cosas” están apoyadas en una sólida teórica acerca del recuerdo de voto y sus implicaciones. Para los no iniciados, el problema de las estimaciones siempre es cómo se hace jugar el recuerdo de voto para equilibrar los datos “directos” de campo. Un tema interminable para el que cada técnico que ha tenido que enfrentarse a este problema tiene una solución distinta.

Es la primera vez que en barómetros del CIS la intención de voto para elecciones generales y europeas es casi igual, en anteriores europeas había sensibles descensos para las europeas. Cabe concluir, por tanto, que los dos grandes partidos son apoyados en este momento por su núcleo duro de votantes. Personas con arraigada identificación ideológica, fuertes sentimientos negativos frente al adversario (el odio es un fuerte movilizador del voto y de otras acciones humanas) o con posiciones profesionales o económicas dependientes de las redes de poder de ambos partidos (el interés también es un poderoso movilizador del voto).

Las dos encuestas del CIS muestran sensibles descensos de IU y UPD en apenas tres semanas. Esto tiene que ver con que ambos partidos están compitiendo con los nuevos partidos “transideológicos” (Podemos, Vox, Ciudadanos, los amigos del juez don Elpidio Silva, … UPD fue el primero de estos y, por ahora, el más afortunado) por el voto contra los dos partidos mayoritarios.

Es curiosa la dinámica que dibujan estos estudios. Mientras los dos partidos mayoritarios están reactivando sus apoyos, los demás compiten por un voto poco leal que puede dispersarse por diversas opciones. Lo más llamativo es la competencia entre UPD y Ciudadanos, en la que el candidato Nart está logrando hacerse un hueco a costa del bajo nivel de conocimiento de Sosa Wagner. UPD va a pagar concentrar los focos solamente en Rosa Díez. No es descartable que Ciudadanos consiga votos en “el resto de España” por su en Cataluña, porque muchos votantes de este espacio político considerasen que debe reforzarse.

Sigma Dos-El Mundo y Feedback-La Vanguardia han publicado encuestas el domingo 11. La de Sigma Dos forma parte de un tracking, por lo que hay que prestarle atención, sus responsables van viendo la evolución semana a semana y aunque su estimación de voto pueda estar sesgada lo lógico es que recojan en ella la evolución que de su trabajo de campo. Como se observa en la tabla, Sigma Dos va incrementando sus estimaciones para el PP y reduciéndolas para el PSOE, IU y UPD, y recoge por primera vez a Ciudadanos. Por tanto, en lo que se refiere a los partidos pequeños, los datos de Sigma Dos coinciden con las tendencias que se observan en el CIS: IU y UPD tienen electorados volátiles y están en competencia con otros partidos “transideológicos” y Ciudadanos está atrayendo votantes de UPD. Podemos parece una querencia de Sigma Dos, no aparece en las estimaciones de ninguna otra empresa. Las estimaciones que publica Feedback-La Vanguardia no se desvían mucho de la “línea principal” que se va definiendo.

Evitemos abusar de tablas, como se explicó en el primero de estos “ejercicios caseros” la idea es recoger la información de las encuestas que se publican, corregir sus sesgos y llegar a una “media estandarizada” que permita hacerse una idea de cómo evoluciona la opinión pública o, para ser más precisos, las estimaciones. En el gráfico se recoge esta evolución global. Se han incluido dos datos: las estimaciones del CIS para las elecciones generales a partir de su barómetro hecho antes de Semana Santa, en rojo, y las medias estandarizadas de las encuestas publicadas el domingo 11 por Sigma Dos-El Mundo y Feedback-La Vanguardia. La encuesta del CIS sobre las europeas se hizo entre el 7 y el 25 de abril, su trabajo de campo se solapa con las publicadas el 20 y 27 de abril, por tanto, se han incluido los datos lo que introduce en estas semanas cambios de alguna décima. Con la sucesión de encuestas de Sigma Dos se ha podido ajustar mejor su desviación lo que hace cambien algo los datos de las semanas en que hubo encuestas de esta firma. La media de los datos publicados, “semana a semana”, sin estandarizar las desviaciones de las distintas fuentes, es la siguiente:

El barómetro del CIS permitiría precisar cuándo se produjo el “sorpasso” del PP sobre el PSOE, aparentemente durante la segunda mitad de marzo. La curva hace algo raro, el PSOE “parece” caer para luego recuperarse. Cabe pensar que lo que sucede es que en la estimación del CIS hay un sesgo, la distancia entre los dos grandes partidos no era tan grande entonces.

Antes de pasar a lo siguiente, conviene insistir en que la “estimación estandarizada” no es nuestra estimación de voto, sólo es un ejercicio para ordenar la información procedente de distintas fuentes que contiene sesgos por las redes de campo o por las querencias de los “procedimientos de estimación”. Las estimaciones de las encuestas publicadas convergen en presentar un panorama bastante dinámico después de Semana Santa:

1º. El PP mantiene una dinámica al alza. Un 1% en tres o cuatro semanas es mucho. Dado el tono de la campaña cabe sospechar que está movilizando a sus votantes más comprometidos ideológicamente con el centro derecha. El tono de su campaña no parece un llamamiento a electorado de “centro”.

2º. El PSOE por el contrario, desde Semana Santa ha perdido un 1,5% de “estimación estandarizada de voto”, con una “aceleración” paulatina de la curva descendente. Si los tracking del PSOE coincidieran con estos datos habría que pensar que su estrategia de campaña cambiará.

3º. Los datos son concluyentes en los casos de IU y UPD. No está claro si están perdiendo votos o sólo porcentaje de voto porque los dos mayoritarios están movilizando más electores. Este es el inconveniente de trabajar sobre votos válidos, al final no se sabe qué significan los números. Vistos en el gráfico da la impresión de que ocurren las dos cosas: son “comprimidos” por el crecimiento de los grandes y están perdiendo voto por los “transideológicos” activados, especialmente Ciudadanos en el caso de UPD.

4º. Los nacionalistas son votantes encapsulados, siempre votan nacionalista, por tanto, sus votos son estables, aunque pueden cambiar de partido. Conviene reseñar algo que sorprende del tratamiento de los datos del CIS y, quizá, de las encuestas publicadas. Como se observa en las tablas del CIS, la intención directa de voto de ERC (1,9%) está sustancialmente por encima de CiU (1,4%), esto viene siendo así desde hace bastantes meses. Aunque esté pasando por debajo del radar de las estimaciones, hay que prever como una hipótesis plausible que en Cataluña ERC superará a la candidatura de CiU.

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