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Sobre este blog

En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.

'Embutir' la innovación

José Viva, a la derecha, durante una visita institucional a su empresa, Embumar.

Jorge Garret

José Viva, de 47 años, atiende el teléfono en un hueco de una mañana ajetreada. Las especialidades marineras de su empresa acaban de llegar a Lidl pero la multinacional alemana, en lugar de iniciar una distribución progresiva de los productos, los ha llevado directamente a todos sus supermercados. Así que él y su equipo tienen un aluvión de trabajo por delante. “Si habláramos mañana, sería igual, con toda seguridad surgirá otro problema, así que vamos allá”, bromea el gerente de Embumar, una marca que ha dado el salto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) a las grandes superficies de todo el país y que no para de crecer a contracorriente.

Embumar es el resultado del nervio innovador de este empresario jovial y brillante, que nació en Barcelona pero pasó su niñez entre Málaga y Sanlúcar, y que habla sobre su negocio sin imposturas. La historia de la compañía puede recorrerse partiendo de sencillos golpes de innovación.

A principios de la década de 2000, José Viva detectó que había un gran problema con las huevas que se vendían en los centros comerciales: Los compradores, generalmente amas de casas, no sabían cocerlas. Así que él empezó a ofrecerles el trabajo hecho. El avance le permitió acceder a las pescaderías de grandes superficies de la provincia de Cádiz.

El mismo instinto innovador llevó al emprendedor sanluqueño a buscar solución a otro problema que presentaba este producto tan delicado y difícil de preparar. Tras advertir la enorme la cantidad de huevas que se rompen y se desechan sin ni siquiera llegar al mercado, el empresario decidió echar mano de los conocimientos adquiridos en su etapa como carnicero y charcutero para embutir este producto. Localizó a una firma de aditivos que acababa de lanzar al mercado un extracto de algas que servía como gelificante y, empleando este añadido natural, patentó y lanzó su producto estrella: huevas de pescado embutidas.

Los “embumares” se vendieron “tímidamente” en el mercado hasta que comenzó la crisis y el producto dio un nuevo giro hacia el éxito. La clave fue de nuevo la innovación, pero ahora no aplicada al producto sino a su marketingmarketing. Viva recuerda que un representante de una gran superficie le dijo que esas barritas de hueva debían venderse al público a un euro. “De hecho, había empezado la 'filosofía del euro', así que negocié con los armadores, que tenían mucha materia prima, mucha hueva fina o rota que tenían que tirar pese a sus cualidades excelentes, y logramos sacar el producto a un euro. Pronto se situó entre los más vendidos y las cadenas los llevaron a primera línea”, recuerda el gerente. “En plena crisis”.

Embumar limpia, cuece y envasa sus huevas en una fábrica situada en Sanlúcar. Allí produce otras trece referencias. Entre ellas están unos filetes de atún y salmón listos para consumir, y también unas rodajas de rejo, el tentáculo de un calamar gigante llamado potón y que, sobre el plato, es casi tan tierno y sabroso como el pulpo, aunque mucho más barato. Viva recuerda que lo sirvió en una degustación a pescaderos de Sanlúcar, “que son muy pescaderos”, y que no advirtieron diferencias. “Fui pionero en el puerto de Bonanza... Pero esto hoy en día lo han copiado hasta los chinos, y esto es literal”, sostiene.

La empresa tiene una facturación de cuatro millones de euros anuales y este año prevé alcanzar los seis millones. En su nave del polígono Rematacaudales II, procesa alrededor de cuatro toneladas de pescado diarias y no para de incrementar sus medios y su producción para abastecer a las principales cadenas nacionales: El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo, Macro, Eroski, Mas, Consum y Mercadona, entre ellas.

Embumar tiene cuatro líneas de producción con tres turnos que cubren 40 horas semanales. Viva prepara ahora un cuarto turno. No da abasto. “Toda la gama se está expandiendo a nivel nacional, tengo una demanda de 3.000 centros comerciales, pero por mi capacidad de producción no puedo tener todas las referencias en todos los centros. Incluso tenemos proyectos para sacar nuevos productos, pero me pregunto cómo proveer a todas las cadenas. Creo que tenemos que crecer poco a poco, responder ante todos los distribuidores y concentrarnos en nuestra escala mientras que conseguimos más suelo industrial”, analiza el gerente de la empresa gaditana.

La compañía aspira a desarrollar 7.000 metros cuadrados más de suelo industrial en Sanlúcar desde hace años, pero las trabas burocráticas y administrativas del Ayuntamiento gaditano le han impedido afrontar su ampliación, según lamenta José Viva. Él asegura que tiene ofertas para instalarse en Jerez y El Puerto, pero que no quiere dejar Sanlúcar. Mientras, hace reformas, ajusta turnos, amplía su plantilla, que ha pasado de 30 a 50 trabajadores en menos de dos años, y sigue pensando en su próximo producto “revolucionario”, del que todavía no puede hablar aunque se muere de ganas de hacerlo.

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En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.

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