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Maíllo y la crisis de Gobierno: “Cuando se habla de lealtad algunos se lo tienen que hacer mirar”

Antonio Maíllo, coordinador general de IULV-CA. / Marta Jara

Lucrecia Hevia / Fernando Vicente

Antonio Maíllo no forma parte del Gobierno de coalición andaluz que preside la socialista Susana Díaz, en el que su vicepresidente Diego Valderas es el máximo representante de Izquierda Unida. Pero sí es el coordinador regional de IU en Andalucía, y por tanto el máximo responsable del partido en la comunidad autónoma, cargo en el que sustituyó a Valderas tras un proceso de primarias.

Quizá por eso, Maíllo, que ya de por sí es un hombre pausado, empieza hablando muy despacio, intentando evitar el más mínimo error de interpretación en lo que quiere transmitir, y basándose en unas pocas notas de su puño y letra, subrayadas, sobre un bloc. Un guión de media docena de mensajes, ya con clara clave de campaña electoral.

Entre ellos destaca uno: no serán ellos los que rompan el Gobierno, y será por tanto Susana Díaz la que tenga que explicar por qué se deja llevar por “la banca y el gran empresariado” en su intento de “diluir la capacidad de influencia de IU”.

¿Cuál es su versión de la crisis de Gobierno?

Hemos pasado de la perplejidad al análisis racional de que no hay un motivo objetivo para una ruptura. Que, por tanto, ahora el Partido Socialista tiene una hoja de ruta, legítima, pero que no coincide con los intereses de los andaluces.

¿IU no era consciente de que plantear un referéndum a sus bases sobre la continuidad del Gobierno iba a levantar ampollas? ¿Que podría interpretarse como una suerte de chantaje?

No. La reflexión que nosotros hicimos en la asamblea fue un ejercicio de calidad democrática. Por cierto, tengo que decir con mucho orgullo, que no se da en otras formaciones políticas.

¿Cuál fue esa reflexión?

Hubo dos grandes conclusiones. Una, la necesidad de contribuir a la lucha contra la corrupción con una comisión de investigación, tanto relativa a los cursos de formación como a las ramificaciones del caso Gürtel en los ayuntamientos del PP, y en proyectos cofinanciados por la Junta que pudieran estar afectados… La otra, la apuesta por convertir en realidad aquello por lo que nosotros entramos en el Gobierno.

Que es …

Pedir que se cumpla lo acordado, tan fácil como eso. Y con una garantía. El centro del acuerdo es llevar a cabo los proyectos de banca pública, suministros vitales, renta básica, Ley de Agricultura y Ley de Igualdad y Contra la Violencia de Género. ¿Y por qué? Porque consideramos que todo ello es lo que justifica que IU esté en el Gobierno.

Se puede interpretar que IU rompería si la decisión de sus militantes …

No, no. No hay referéndum convocado porque estamos convencidos de que se puede cumplir el pacto en materia de leyes. Por tanto tendrá que explicarlo quien rompe, el PSOE. Porque aquí no hay un agotamiento de la legislatura. En IU somos gente seria que quiere construir una salida a la crisis, y desde IU se entiende que tenemos que aprobar las leyes a las que nos habíamos comprometido. Queremos dar una salida a la crisis. No concentrar la energía en una convocatoria electoral.

¿Aún duda de que habrá ruptura?

Todo apunta, pero a mí me gusta hablar del momento en el que estamos.

¿Tiene previsto hablar con Susana Díaz de aquí al lunes?

Hemos hablado, pero ya no va a haber más conversaciones.

¿Cuándo han hablado?

Esta mañana (del viernes 23 de enero)

¿Qué se han dicho?

Cada uno ha explicado los argumentos que nos asisten. Yo me remito a lo que yo le he dicho, que es que para nosotros estabilidad significa seguir cumpliendo el mandato que nos dieron los andaluces. A ellos les debemos un compromiso, que fue el que firmamos en abril de 2012, y que nosotros estimamos que hay que cumplir.

Al contrario que en crisis anteriores, ¿en esta no queda ninguna puerta abierta?

Nosotros tenemos una posición clara, queremos incidir en el cambio social y político de Andalucía con políticas y leyes de izquierdas. Y no sé si desde la otra parte no quieren desarrollar políticas que, como la banca pública o la renta básica, son fundamentales para un modelo diferente.

Su mensaje choca con otros más agresivos que se transmiten desde otros ámbitos de IU, como la dirección federal de Madrid. Muchos perciben que su nuevo coordinador general, Alberto Garzón, no quiere que siga el actual Gobierno de coalición.

No hay mensajes diferentes. Hay una coincidencia en que no hay razones objetivas para el adelanto electoral. No las hay. Alberto Garzón ha explicado y difundido el valor de la resistencia que hemos tenido en Andalucía. A nosotros se nos evalúa tanto por lo que hacemos, políticas a favor de la mayoría social, como por lo que impedimos que se haga.

Aunque no se diga, ¿no hay un convencimiento en IU de que la legislatura no da más de sí?

No. No es verdad. Cuando hay leyes tan importantes para un cambio del modelo productivo de Andalucía, no se puede decir que se ha agotado la legislatura. Nosotros, desde luego, no vamos a renunciar a que se conviertan en realidad.

Hay otras declaraciones …

La categorización de declaraciones no justifica … hablamos de una comunidad de más de ocho millones de habitantes, que tiene el 18% de la población, que hemos resistido a una situación presupuestaria muy agresiva del Partido Popular, evitando las privatizaciones, y apoyando, como IU ha hecho, la ampliación de la escuela pública, evitando que hubiera alguna actuación que no pudiera entenderse con el caso de los ERE. Como cuando evitamos que se aplicaran recursos de la Junta de Andalucía en la defensa de altos cargos implicados en los ERE. Se han hecho las políticas de vivienda o de defensa de los consumidores, que son muy definitorias de lo que nosotros queremos.

¿IU no quiere irse?

Siempre se ha pensado que nosotros éramos los que queríamos irnos, y no. Nosotros queremos ser un instrumento útil. Entendemos las instituciones como un espacio en el que hacer realidad las aspiraciones políticas que tenemos. Es verdad que con 12 diputados no se puede hacer lo mismo que con 35, pero con esa representación que nos dieron los andaluces nosotros queríamos convertir las políticas en realidad.

¿Al no cumplirse esa expectativa, la legislatura es, pues, un fracaso?

No, vamos a ver. Si la legislatura se rompe la responsabilidad es …

No hablamos ahora de responsabilidad, sino de si al final la participación de IU en el Gobierno ha sido útil o un fracaso.

Un fracaso para nada. Yo lo que digo es que en caso de que se produzca un adelanto lo incumplido por la ruptura unilateral sería materia de debate para las próximas elecciones. Nosotros queremos ser honestos con la gente. Lo que nos movía a estar en el Gobierno era decirles a los cooperativistas, y a los autónomos, que hay un instrumento financiero que les permite financiar sus negocios. Y suministros vitales de un fondo que permita atender con urgencia a la gente a la que se le corta la luz y el agua porque no tiene recursos, y el debate de la renta básica … Eso es lo que nos parece sustantivo desde el punto de vista político.

¿Toda la responsabilidad es sólo de uno?

Es de quien no ofrece ningún tipo de voluntad. Lo que objetivamente genera la ruptura es la paralización de estos retos tan ambiciosos y tan profundamente transformadores. Y es posible llevarlos a cabo, desde el punto de vista temporal y desde el de la voluntad política. Podemos ser socios incómodos, pero es porque no estamos por la comodidad de estar en los puestos, sino por cambiar la realidad.

La dureza de ese discurso es  una de las cosas que el Gobierno socialista reprocha a IU. Y de esa dureza sí es responsable IU.

Ya, pero en la cultura de coalición se garantiza el Gobierno desde el cumplimiento de unos acuerdos, pero no vincula más allá de esos acuerdos. Es un error considerar que estar en un Gobierno implica no hablar de otras cosas con las que no nos une nada con el PSOE. Tenemos una responsabilidad, y la hemos ejercido: gracias a IU hemos impedido la capacidad que tenía el PP de dañar a Andalucía. Decidimos hacerlo, y lo hemos hecho. Y el problema de este posible adelanto es que pone en el mapa al PP, que está haciendo palmas con las orejas.

Da la impresión de que todo lo bueno es gracias a IU y el resto es miedo a una comisión de investigación. A eso también se refieren sus socios de Gobierno cuando hablan de deslealtad.

Esa es una lectura muy simple que no comparto. Cuando analizamos una comisión de investigación es que tenemos muy claro que hay que luchar contra la corrupción. La deslealtad se produce en el incumplimiento del acuerdo. Nosotros somos leales a las políticas, no a las personas. No estamos en el Gobierno para pasar cómodamente cuatro años sin luchar por cambiar las condiciones de vida de la gente. Cuando se habla de lealtad algunos se lo tienen que hacer mirar.

¿Cómo afronta el riesgo de una disolución de IU, arrastrada por la fuerza emergente de Podemos? Algunos miembros de IU aseguran que lo importante no son las siglas.

IU es un instrumento utilísimo. Y lo tenemos muy claro, queremos converger con más gente en aquellos espacios en los que no se nos pida que dejemos de ser lo que somos.

¿Podemos es amigo o enemigo?

Es una formación política que está haciéndose, que tendrá que definirse en algunos aspectos en los que no coincide con nosotros.

¿Cuáles?

Cuando habla de que no son ni de izquierdas ni de derechas. Frente a la ambigüedad de Podemos está la claridad ideológica y programática de IU. Somos un instrumento más necesario que nunca: una apuesta de transformación de esta sociedad desde una posición de izquierdas muy clara, de discurso de clase y de género. No sólo es que exista una dicotomía de izquierda y derecha porque hay ricos y pobres, sino que cada vez hay ricos más ricos y cada vez más pobres. Es lo que justifica nuestro posicionamiento ideológico, que lleva a que toda convergencia se haga sobre programas. Y sobre ellos hacemos un ofrecimiento a la gente de izquierdas para crear un gran bloque de transformación.

¿Incluye al PSOE en ese ofrecimiento?

Hablamos de la gente a la izquierda del PSOE

En un escenario de fraccionamiento del voto de izquierda, ¿Con quién pactaría IU?

No hay que adelantarse. Estamos en el momento en el que estamos. Hay un intento evidente de diluir nuestra capacidad de influencia. De que IU no tenga la capacidad de influir en el futuro de Andalucía. Y eso es una aspiración no sólo de quien rompa el Gobierno, si al final lo rompe, sino de sectores de la economía banquera y del gran empresariado, que no es el pequeño empresariado andaluz que es quien genera realmente empleo.

¿Qué hará IU frente a ese ataque?

Vamos a seguir reivindicando nuestra capacidad de influencia. Aspiramos al apoyo de los andaluces para hacer posibles aquellos proyectos legislativos en los que no se podrá avanzar si finalmente se rompe el Gobierno.

¿Cuántos de los suyos coquetean ahora con Podemos?

No estoy de acuerdo, eso no se atiene a la realidad. Lo que tiene la gente de IU son aspiraciones de cambio y de transformación social. No me consta ningún coqueteo de gente que pueda irse a Podemos en Andalucía. En Andalucía la gente está muy cohesionada, y con muchas ganas de lucha para cambiar la realidad andaluza.

¿Tampoco fuera de Andalucía?

Que Alberto Garzón sea ya candidato demuestra la cohesión que hay en IU en torno al candidato. Eso es un hecho, Y segundo, él va a generar una inyección de ilusión y de esperanza en la utilidad del instrumento IU. Por tanto, va a diluir tensiones que no nos gustan tampoco a nosotros, que tenemos que estar a resolver los problemas de la gente.

¿Será posible otro pacto con el PSOE tras las elecciones?

Nosotros vamos a por todas, como siempre decimos. Aspiramos a la mayor representatividad, y a conseguir cuanta más fuerza mejor con un objetivo, incidir en la realidad andaluza para crear un nuevo modelo productivo, en apoyo a las víctimas de la crisis… Y sobre eso construiremos nuestra política. Lo demás son zarandajas.

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