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Huelga de telescopios y cerebros en Calar Alto

El observatorio de Calar Alto deja de aluminizar espejos por la crisis

Jorge Garret

Los alrededor de cuarenta empleados del centro astronómico hispano-alemán de Calar Alto (CAHA), situado en Gérgal, en Almería, inician este jueves una huelga de una semana de duración para denunciar un recorte en su presupuesto anual del 60% que, según la plantilla, significará el desmantelamiento del observatorio astronómico más importantes de la Europa continental.

La financiación de Calar Alto está respaldada por dos socios: el CSIC, por parte española, y la Sociedad Max Planck, por parte alemana. Ambos aprobaron una presupuesto para el CAHA de 1,6 millones de euros para este ejercicio, frente a los 2,2 millones aportados en 2013, los más de 3,7 millones de 2012, y los cuatro millones de euros de 2010. El desplome de la dotación mantiene al centro en una situación crítica, según han alertado los representantes de los trabajadores en un comunicado. Aseguran que el personal de limpieza y cocina (alrededor de ocho trabajadores) ya ha sido despedido para externalizar el servicio y conseguir un ahorro de 400.000 euros. Lo mismo ha ocurrido con uno de los nueve astrofísicos en plantilla. “Es sólo el principio”, alertan fuentes de una plantilla formada por científicos, ingenieros y otros trabajadores de alta cualificación.

Las cúpulas de los telescopios del CAHA asoman desde 1973 en la Sierra de Filabres, un espacio que cuenta con unas condiciones idóneas para la exploración del cielo. El Observatorio fue una iniciativa pilotada por el Instituto Max Planck de Astronomía (con sede en Heidelberg) hasta que, en 2005, el CSIC, a través del Instituto de Astrofísica de Andalucía, se incorporó al proyecto. Desde entonces, ambos comparten financiación y gestión, aunque la sociedad alemana sigue cubriendo la mayor parte del presupuesto en compensación a la aportación de suelo y recursos que asume la contraparte española.

La última renovación de este convenio bipartito se firmó en 2010 y garantizaba el mantenimiento del Observatorio durante el periodo 2014-2018. El nuevo escenario económico, el tibio respaldo alemán y los recortes del Gobierno en Investigación, sin embargo, ponen en riesgo la operatividad del centro almeriense a corto plazo.

Un centro “irrelevante”

En la negociación con la sociedad gestora, la plantilla se ha mostrado dispuesta a asumir un 25% de reducción presupuestaria del centro. Explican que “esto supondría un esfuerzo muy considerable que requeriría cambios en el modo de funcionamiento de la entidad”, pero que existen informes técnicos que avalan la viabilidad del Observatorio en ese marco presupuestario. Sin embargo, no están dispuestos a aceptar un recorte del 60%, que provocaría la inoperatividad de tres de sus cuatro telescopios, la conversión del CAHA en un centro “irrelevante” y el despido de personal valioso y con una formación costosa y exigente.

Los trabajadores no entienden que el Gobierno, que tendría que aportar menos de la mitad del coste de Calar Alto, esté equiparando el Observatorio científico en términos presupuestarios con un instituto de secundaria. “El coste de la instalación es irrisorio para sus condiciones y para el valor que aporta a Andalucía y a España”, apuntan fuentes de la plantilla.

La Sociedad Española de Astronomía (SEA) coincide en que el esfuerzo económico que el Gobierno debe hacer para sostener el centro es “muy modesto” y también se ha sumado a las críticas contra el CSIC. El organismo entiende que el problema de Calar Alto es una cuestión de “voluntad y de establecer prioridades”. “La astronomía española ha mostrado en las últimas décadas que está en la primera línea internacional y lo que está ocurriendo en Calar Alto no está en absoluto justificado”, ha señalado en una nota el presidente de la SEA, Javier Gorgas.

Los representantes de la plantilla del CAHA también han exigido al CSIC que, tras la dimisión del director del centro, José María Quintana, en disconformidad con los recortes, el próximo responsable del Observatorio cuente con el “visto bueno explícito” del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Denuncian, de esta forma, la intención del organismo estatal de imponer un director desde Madrid dispuesto a pilotar el desmantelamiento del Observatorio, y sin atender a criterios científicos y técnicos.

Este medio ha intentado conocer la postura del CAHA sobre la convocatoria de huelga de la plantilla, pero la Sociedad Max Planck y el CSIC estuvieron hasta última hora de este miércoles consensuando un comunicado de prensa.

Opciones de futuro

La plantilla es consciente de la dificultad de que las entidades responsables del centro astrofísico modifiquen su postura. Entienden que Max Planck vería satisfechas sus expectativas en Almería con un Calar Alto a ralentí capaz de mantener el llamado Proyecto Cármenes, centrado en la búsqueda de planetas, mientras que el CSIC ha demostrado su escaso interés en el centro. Por eso, creen que la entrada de nuevos patronos en el CAHA puede convertirse en una de sus únicas alternativas de supervivencia. En este escenario, una posible participación de la Junta de Andalucía en la sociedad surge como uno de los principales comodines.

Los trabajadores han convocado concentraciones el día 31 en la sede central del CSIC en Madrid, el día 1 de abril en la sede del Instituto de Astrofísica de Andalucía en Granada, y el 2 de abril ante la sede del propio Observatorio, en la calle Jesús Durbán de la capital almeriense.

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