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La Justicia empieza a actuar en Marbella: claves del 'caso Blanqueo'

Isabel Pantoja llega a la Audiencia, con gran expectación mediática, para conocer la sentencia

Cecilia Camacho

Marbella —

La Justicia empieza a cobrar factura a los casos de corrupción que asolaron Marbella desde la década de los 90. A la espera de que este verano, según las previsiones, se conozca la sentencia de 'Malaya', uno de los mayores escándalos de corrupción del país que acabó incluso con la disolución del Ayuntamiento costasoleño –la primera en la historia de la democracia--, la Audiencia de Málaga dará a conocer hoy el fallo por el 'caso Blanqueo', uno de los más conocidos de las 30 piezas desgajadas de la trama principal debido a la presencia de Isabel Pantoja.

La trama: El 'caso Blanqueo' pone el foco en el exalcalde Julián Muñoz, a quien la Fiscalía acusa de orquestar un entramado societario, valiéndose de la ayuda de sus parejas sentimentales, para introducir en el circuito legal el dinero obtenido irregularmente del Ayuntamiento. Como muchos otros ciudadanos, y en pleno boom inmobiliario, el exregidor acudió a lo que consideraba un valor seguro para su patrimonio: el ladrillo. Gran parte del dinero lo ‘blanqueó’ con propiedades inmobiliarias en Marbella.

La Fiscalía mantiene que las dos parejas de Muñoz eran conocedoras del origen ilícito del dinero del exalcalde, inmerso ya en varias causas judiciales, y aún así se prestaron a ayudarle y “ocultar la procedencia” de más de 3,5 millones de euros, según las investigaciones policiales.

El protagonista: Julián Muñoz es el perejil de todas las salsas. Tras la caída del Ayuntamiento de Marbella, el exalcalde apareció imputado en más de un centenar de causas judiciales por motivos varios, casi siempre vinculados a delitos urbanísticos, malversación de caudales públicos, fraude o prevaricación. Un pacto con la Fiscalía Anticorrupción en 2008, al que se sumaron varios concejales del ‘gilismo’, le permitió salvar de un plumazo 70 procedimientos por concesión de licencias de obra ilegales a cambio de tres años de cárcel.

En diciembre fue condenado a otros siete años y medio de cárcel por fraude en concurso con prevaricación y malversación de caudales públicos en el conocido como caso ‘Minutas’, que alude a irregularidades en los trabajos realizados por el abogado y presidente del Sevilla F.C., José María del Nido, para el consistorio marbellí. Y en enero de 2013 sumaba un año más de prisión por un delito continuado de prevaricación urbanística contra la ordenación del territorio.

Esta semana deberá enfrentarse además a un nuevo proceso judicial, el caso 'Saqueo II' por desvío de fondos del Ayuntamiento de Marbella a través de empresas municipales y donde se le piden 13 años y medio de prisión. Ya ha cumplido parte de sus condenas —salió en tercer grado en octubre de 2008-- y otras las tiene recurridas.

Si en la mayoría de estas causas Muñoz ocupa un papel secundario, en 'Blanqueo' él es “la piedra angular, el origen de todo, el que orquesta, organiza y se vale de las personas para ocultar sus bienes”, afirmó en fiscal en sus conclusiones. En su comparecencia, justificó sus elevados ingresos fruto de las gratificaciones que le daba Jesús Gil y los sobres que recibió de una empresa municipal y que nunca declaró al fisco, el único delito que ha reconocido y que ya habría prescrito. Aseguró además que nunca guardó el dinero en los bancos porque “no se fiaba” y que apenas tenía gastos porque todo lo pagaba el Ayuntamiento. En este proceso se enfrenta a una pena de siete años y medio de cárcel y una multa de 7,4 millones de euros.

Isabel Pantoja: Aunque en sus cuentas se detectaron ingresos en efectivo de más de un millón de euros de origen desconocido durante el tiempo que estuvo con Muñoz, Pantoja negó en el juicio haber recibido dinero del exalcalde. Antes al contrario, aseguró que era ella quien le mantenía porque “él no tenía nada”, y se escudó en el caché de sus conciertos y exclusivas en prensa del corazón para justificar su elevado patrimonio y sus ingresos en esa época.

Sin embargo, el fiscal cree que colaboró en el blanqueo de 1,8 millones “ofreciendo sus sociedades”, por lo que le pide tres años y medio de cárcel y una multa de 3,6 millones de euros. La expareja adquirió un apartamento en el hotel Guadalpín por 353.695,63 euros, un coste 33% inferior al precio de mercado, a cambio de resoluciones urbanísticas favorables de Muñoz hacia Aifos, promotores del hotel. De la misma manera, mediante una de las sociedades de la artista adquirieron reses para la finca Cantora y el chalet ‘Mi gitana’, comprado por 3.365.667,79 euros a una entidad radicada en Gibraltar. Curiosamente, las cuotas dejaron de abonarse tras la detención del exalcalde en 2006.

Maite Zaldívar: La exmujer de Muñoz cobró protagonismo al contar en televisión cómo abandonó el hogar conyugal llevándose consigo 300.000 euros del dinero que su exmarido llevaba a casa en bolsas de basura. En el juicio se retractaría para decir que a Muñoz le daban muchos sobres, pero ella nunca supo su contenido, y que llevaban una vida austera, justo lo contrario de lo que explicó en el proceso de divorcio para exigir una cuantiosa pensión.

Eso sí, contó al juez que el exregidor llevaba dinero en efectivo cada pocos meses, una práctica que consideró normal en política y fruto de comisiones legales de promotores. “De haber sabido que era dinero ilegal no hubiera cogido un céntimo”. Zaldívar incluso aseguró desconocer el significado de “blanquear” salvo si estaba relacionado con la pintura de las paredes. Se enfrenta a una condena de tres años y medio de cárcel y una multa de 2,6 millones de euros por “legalizar” 1,3 millones de euros.

Parte del dinero que se llevó lo invirtió con la ayuda de su hermano Jesús, que ejercicio como testaferro de Muñoz y “recicló” 890.000 euros. A través de una cuenta abierta por Jesús Zaldivar en un banco privado, o de transferencias realizadas por empresas radicadas en Gibraltar, Maite recibió más tarde parte de esos fondos en cuentas de Cajamar. También utilizó entidades mercantiles adquiridas a otro implicado, el promotor Villarroya, a precio de saldo pese a que tenían valiosos activos, como viviendas en el centro de Marbella, plazas de garaje o incluso un barco.

El resto de implicados: En el banquillo también se han sentado Fernando de Salinas, directivo del banco privado suizo Ferrier Lullin que supuestamente habría ayudado a los hermanos Zaldivar a transferir 890.000 euros a cuentas en el extranjero; Benjamín Martínez Cantero, exdirector de una sucursal de Cajamar en Marbella donde los Zaldívar abrían las cuentas para recibir los fondos ilícitos. Ambos se enfrentan a una pena de tres años de cárcel por blanqueo. Por último está el promotor José Miguel Villarroya, acusado de blanqueo de capitales y cohecho y que supuestamente habría entregado bienes inmuebles a Julián Muñoz, a cambio de concesiones y contratos municipales.En las conclusiones finales, la Fiscalía retiró la acusación por blanqueo contra sus tres hijos.

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