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Condenado a dos años de cárcel en Jaén por espiar el chat de su mujer y revelar sus mensajes privados

Europa Pres

El Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén ha condenado a dos años de cárcel por un delito contra la intimidad a José Ángel M. N. tras considerar probado que el procesado, informático de profesión, en agosto de 2010 accedió al chat privado de su mujer y difundió entre su círculo más allegado las conversaciones que pareja mantenía con un tercero y que él entendió como una relación sentimental.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, le absuelve del delito de malos tratos habituales por el que el Ministerio Fiscal le reclamaba otros tres años más de cárcel al entender que “ha podido existir una situación de graves desavenencias con insultos y reproches mutuos, pero en ningún caso una situación de dominio, control, ni superioridad del varón sobre la mujer”.

José Ángel M.N. rechazó en su declaración durante el juicio haber accedido al chat sin la autorización de su esposa. Señaló en la vista que el chat estaba abierto en cuanto se accedía al ordenador y que era su mujer la que le daba los contenidos para que los imprimiera en su trabajo. Fue, según la versión del acusado, en una de estas entregas cuando descubrió la conversación que ha calificado como de “íntima” con un compañero del grupo de trabajo de su ya exmujer.

El acusado señaló que imprimió dicha conversación, que sustituyó el nombre de su pareja por el de “puta” y que se la remitió al hermano de su mujer y a una prima de ésta con el único fin de que “me ayudaran a arreglarlo”. “Acababa de enterarme de que mi mujer me engañaba con otro tío. Me sentí herido y muy dañado”, dijo el acusado en la vista para argumentar el insulto que introdujo en los textos impresos del chat.

Ahora, el juez en la sentencia recoge que el procesado “conocía perfectamente el chat de su mujer y que accedía al mismo para comprobar lo que su mujer hacía”, al tiempo que descarta el magistrado que fuera la denunciante la que le diera las claves y contraseñas para que el accediera a su contenido.

Su exmujer y denunciante declaró en el juicio que “nunca” autorizó a su marido a entrar en el chat, que fue él el que le creo el correo que daba acceso al chat por lo que conocía perfectamente las claves de acceso, lo que le permitía acceder a todo su contenido cuando él se encontraba en su trabajo.

Asimismo, declaró haber sido “machacada” por su marido desde que descubrió las conversaciones con este compañero, conversaciones que, según ella, no fueron más allá y que “mucho menos entiendo como infidelidad”. A partir de ahí se abrió un periodo en el que la denunciante dijo haber sido sometida a insultos, vejaciones y menosprecios que la llevaron a precisar asistencia psicológica y a abordar los trámites de divorcio.

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