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Año nuevo: fin de medio siglo de peaje en la autopista Sevilla-Cádiz

Carta recibida por el Ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan

Consuelo Durán

Una carta que esta primera semana de diciembre están recibiendo los alcaldes de los municipios del Bajo Guadalquivir confirma lo que muchos no terminaban de creerse: se acaba el peaje de la Autopista del Sur, la AP4 que conecta Sevilla y Cádiz y que sigue siendo de pago en su mayor parte, porque solo se liberó -hace tres lustros- el tramo desde Jerez de la Frontera a la capital gaditana. La concesionaria les informa de que su explotación y conservación de la ruta concluye el 31 de diciembre de 2019, por lo que desde el año nuevo será cosa del Ministerio de Fomento. 

Este fin de año es también, pues, el fin de casi medio siglo de peaje -sus tramos se pusieron en servicio entre 1971 y 1972- en un trazado que soporta más de 18.000 vehículos diarios, y el fin de muchas decepciones porque ya hubo varios posibles finales y no llegaron. Es más, la historia de este peaje es tortuosa que ha dejado una situación paradójica: dejará de ser de pago cuando han empezado las obras del desdoble de la A-4 entre Dos Hermanas y Los Palacios y Villafranca, que también terminará en 2020 y que era la alternativa que ofreció el Gobierno de España porque era más barato que rescatar la Autopista del Sur. 

La alternativa con 15 años de retraso

Y es que este proyecto se redactó en 2006, pero las obras no se adjudicaron hasta 2015, por casi 45 millones de euros, muy por debajo del precio de licitación. Y había trampa: se ignoraron ciertos requerimientos que obligaron a una modificación el pasado año y a incrementar en 20 millones de euros la partida. Pese a estos retrasos, la obra sigue, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, asegura: “No han cambiado otros planes y lo único que cambia es que el 31 de diciembre de 2019 será el último día que pagaremos peaje por llegar desde Sevilla a Cádiz”.

Para ponernos en contexto, conviene recordar que la AP-4 es la vía más directa para cubrir la distancia entre la capital hispalense y la Bahía de Cádiz. Fue adjudicada en 1969 con un compromiso de explotación para la constructora hasta 1993, plazo que luego se prorrogó hasta 1999, y luego a 2006, y luego a 2019. Para amortiguar el impacto de tanta prórroga, en 2005 la Junta de Andalucía llegó a un acuerdo con la concesionaria para liberar, por lo menos, el tramo entre Jerez de la Frontera y Cádiz; pagándole, claro. En este tiempo se inauguró también un primer desdoble de la A-4, entre Sevilla y Dos Hermanas. Pero quedan en medio más de 80 kilómetros de pago, siendo la más concurrida de las autopistas pendientes de liberación del país.

“Por fin. Ya no hay vuelta atrás”, dice el alcalde de Las Cabezas de San Juan, Francisco José Toajas. “Es la cuenta atrás”, secunda su homólogo en Lebrija, José Barroso. Y también lo aplaude el regidor de Los Palacios y Villafranca, Juan Manuel Valle, quien se apresura igualmente a colgar la carta en redes sociales como ha hecho el resto. Sólo estos tres municipios suman casi 100.000 habitantes.

La cara amarga: los despidos en Aumar

Pero mientras ellos celebran que se vaya a levantar la barrera en menos de un mes, este cambio trae consigo un expediente de regulación de empleo (ERE) que ha puesto sobre la mesa Aumar -ahora integrada en el grupo Abertis- para 140 de los 297 trabajadores que prestan servicio vinculados a este peaje y al otro que termina, el de la AP-7 entre Hospitalet del Infant y Alicante. Finalmente han llegado a un acuerdo, que será sometido a asamblea el día 10 de diciembre, para que sean despedidos 136. Es personal de cobro del peaje.

Desde el sindicato CCOO explican que esos despidos “solo pueden ser voluntarios según el convenio colectivo”, y en principio los trabajadores serán absorbidos por las empresas que se adjudiquen el mantenimiento de los tramos que serán liberados y que el Ministerio de Fomento ha troceado en cinco partes.

El problema es que los pliegos del concurso público, tanto para el mantenimiento de la autopista como para la explotación de las tres áreas de servicio, fueron publicados el mes pasado por 150 millones de euros en el caso de la AP-4, y más de 100 para la AP-7, por lo que las ofertas no se verán hasta febrero de 2020, y la adjudicación probablemente no llegue hasta la primavera.

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