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Ganemos Córdoba se lleva la negociación del pacto municipal a la calle

Ganemos Córdoba se lleva la negociación del pacto municipal a la calle.

Carmen Reina

“¿A qué no debe renunciar Ganemos Córdoba?” “¿Qué te gustaría que pasara el 13 de junio?” Éstas son las dos preguntas clave que la agrupación de electores que ha obtenido cuatro concejales tras las elecciones del 24M y puede formar un tripartito en el gobierno municipal con PSOE e IU ha trasladado a la calle para preguntar a los vecinos qué papel quieren que Ganemos Córdoba juegue en el salón de plenos del Ayuntamiento cordobés.

La candidatura ciudadana se ha llevado así la negociación del pacto municipal a la calle para, dicen, mantenerse en el origen que les vio nacer y donde han desarrollado su carrera electoral en plazas y jardines de la ciudad. De manera paralela a las reuniones que representantes de Ganemos Córdoba (4 concejales) mantienen estos días con PSOE (7 concejales) e IU (4 concejales) para explorar las posibles vías de acuerdo, la agrupación de electores  con sus candidatos electos a la cabeza, escuchan en estos días de viva voz de los vecinos sus reflexiones, opiniones y aportaciones acerca del futuro inmediato que debe jugar esta formación.

“Esta oportunidad habría que aprovecharla”, dice un hombre que ya peina canas en medio del centenar de personas que se reúne en un parque de la capital convocados por Ganemos Córdoba. Y como su opinión, van cayendo una a una la de hombres y mujeres, mayores y jóvenes que han querido expresar su postura en un encuentro abierto al que se unen personas que pasean en el parque y que se aproximan al ver la reunión. Y mientras, para quienes no pueden acudir a estos encuentros pero sí quieren expresar su opinión al respecto, Ganemos Córdoba lleva a cabo en estos días una encuesta por internet para recabar más opiniones.

Opiniones que son para casi todos los gustos, abiertas a múltiples escenarios postelectorales. Opiniones que salen a partir de una dinámica de trabajo donde los asistentes se dividen en tres grupos -con cada uno de ellos, un concejal electo- y donde van aportando sus propuestas para aunarlas luego en las más apoyadas y compartirlas con el resto de los participantes con el fin de extraer las posiciones que cuentan con más adhesiones.

El resultado que va brotando durante la reunión dice que las respuestas a las políticas a las que Ganemos Córdoba no debería renunciar son comunes. “No podemos renunciar al rescate ciudadano”, dicen sobre la apuesta de esta formación por un plan de emergencia social para los más desfavorecidos. “La participación debe seguir siendo nuestra seña de identidad”, apunta otro. Y como casi todos, coinciden con el resto en dos asuntos más que consideran claves: “la transparencia y mantener los servicios públicos”, leen quienes dirigen la acción en los post-it en los que cada cual ha apuntado su propuesta.

Debaten -poco porque en eso hay coincidencia- sobre lo que consideran que son los pilares de donde no debe salirse la agrupación de electores en su negociación frente a otras fuerzas políticas. En esa línea, también se plantean asuntos como la igualdad, el medioambiente y no renunciar al código ético que los candidatos firmaron como compromiso para ser representantes públicos de la agrupación de electores. “Y hay que seguir estando en la calle”, advierte otro participante para que a nadie se le olvide, algo que arranca aplausos en la reunión.

Gobernar o no gobernar, esa es la cuestión

Las diferencias y el debate, sin embargo, llegan con las respuestas a la segunda pregunta. La posición que debe mantener Ganemos Córdoba en el Ayuntamiento a partir del 13 de junio está tan abierta en la calle como en las negociaciones frente a PSOE e IU que hasta ahora han tenido lugar. Abiertas porque todos los escenarios posibles se llevarán a votación en una asamblea la próxima semana que será la que en última instancia decida el papel de los cuatro concejales de Ganemos. Y abiertas porque son varias las posturas que los participantes proponen. La única posición común que se escucha en el parque es contra el Partido Popular: “Una alcaldía sin Nieto”, sintetiza el portavoz de uno de los grupos sobre la “obligación” de que el actual alcalde no repita en su cargo.

Pero, a partir de ahí, un abanico de posibilidades se abre. Están los que creen que Ganemos Córdoba sólo debe apoyar la investidura de la candidata del PSOE, Isabel Ambrosio, para que sea alcaldesa pero luego pasar a formar parte de la oposición y dar desde allí el visto bueno a las políticas que consideren adecuadas. “Gobernar desde la oposición” sintetiza un asistente. Porque, para muchos, la respuesta es claramente negativa cuando se habla de pactar con el PSOE, un partido que identifican con los problemas que la política ha llevado a gran parte de la ciudadanía y con la corrupción de los ERES en Andalucía.

Están también quienes abren la perspectiva a pactar un programa de medidas concretas con PSOE e IU y, si ambos lo rubrican, hablar de formar gobierno. “Un programa que sea una alternativa viable”, apuntan. Y hay quienes apuntan a que Ganemos Córdoba debería llegar a un acuerdo antes con IU, por proximidad ideológica y porque ambas formaciones suman ocho concejales, uno más que los obtenidos por el PSOE, con lo que podría darse una posición conjunta de fuerza frente a los socialistas. E incluso, desde esa posición de fuerza, también parte una opción más que pasa porque quien se proponga como alcalde no sea la candidata del PSOE sino el propio candidato de Ganemos Córdoba, Rafael Blázquez. “O llegar a acuerdos con el PSOE pero desde la oposición”, vuelve a decir alguien para abrir de nuevo el melón.

Y hasta ahí los deseos para responder a ¿qué quieres que pase el 13 de junio? Ahora, esos deseos, deben confrontarse con la realidad de las negociaciones con las otras fuerzas políticas. Las cartas de Ganemos Córdoba están puestas boca arriba porque, dicen, “gobernar, opositar o pactar pasa, ante todo, por escuchar” y, sobre todo porque apuestan porque las respuestas dadas por la ciudadanía les llenen de argumentos sobre los que tomar la decisión final en la última asamblea.

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