El Gobierno garantiza la seguridad en el lanzamiento de la pava de Cazalilla
El subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, ha garantizado hoy que “la seguridad va a estar perfectamente cubierta por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en este caso la Guardia Civil” en el lanzamiento de la pava de Cazalilla (Jaén), donde colectivos animalistas han convocado una protesta.
Lillo, a preguntas de los periodistas en Jaén, ha asegurado que habrá presencia de la Guardia Civil, “como es lógico”, y tal y como ocurriera otros años.
Además se ha solicitado una concentración y, según ha afirmado el subdelegado, el que la pide “ya sabe que las condiciones para que se pueda celebrar es que tiene que cuidar de su orden público” así como “controlar a sus componentes”.
Ha sido la Coordinadora Animalista de Jaén (CAJ) la que ha invitado a toda la provincia, así como a todos los medios de comunicación, a la concentración “en repulsa” por el lanzamiento de la pava, que tiene lugar desde finales del siglo XIX el 3 de febrero.
El motivo de la concentración es que consideran que existe maltrato “pese a que nos digan que es una tradición, pero no por eso deja de haber maltrato” aunque digan que el animal no sufre y es llevado a una casa para que engorde.
Esta misma semana el juzgado número tres de Jaén acordaba no adoptar ninguna medida cautelar, solicitada por el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, contra el lanzamiento de la pava, al considerar que el animal “no sufre daño”.
El auto, que afirma que “resulta mas que dudoso entender que el mero acto de lanzamiento de una pava sea delito de maltrato animal”, remite a la vía administrativa, ya que dice que “no se puede convertir al Juzgado de Instrucción en un juzgado administrativo para adoptar resoluciones de naturaleza administrativa y no penal”.
En este sentido abundan desde la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) que asegura que el lanzamiento es una infracción administrativa, que vulnera la Ley andaluza del Protección Animal.
Pero insiste en que la pava recibe “tratos antinaturales”, “sufre”, y su uso contradice un dictamen del Consejo de Europa.
Cientos de vecinos y visitantes de poblaciones cercanas a al municipio de Cazalilla, de unos 850 habitantes, esperan cada año desde el siglo XIX el lanzamiento de la pava, el 3 de febrero, desde el campanario de la iglesia tras la procesión del patrón de la localidad, San Blas.
El pasado año se produjeron algunos enfrentamientos entre los asistentes y desde hace años la Junta de Andalucía multa con 2.001 euros -lo mínimo previsto por la ley- a las personas que lanzan al animal desde el campanario, dinero que se paga por una cuestación popular.
