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Lorenzo Jiménez: “Quieren criminalizarnos y atemorizarnos para que no estemos en las calles”

Lorenzo Jiménez, activista

Jorge Garret

Cádiz —

El gaditano Lorenzo Jiménez, de 55 años, mantiene un tono sereno pese a los acontecimientos de la última semana. El lunes, un vídeo en el que intervenía en el Pleno del Ayuntamiento de Cádiz de espaldas a los políticos mientras la teniente de alcaldesa, Mercedes Colombo (PP), hacía muecas y le fotografiaba con el móvil, hirvió en Internet. El viernes, inició el cumplimiento de una pena de 15 días de localización permanente por no pagar una sanción de 90 euros que le impuso el Juzgado por colocar en una plaza de la ciudad unas pancartas contra el Ayuntamiento sujetas en cordeles, como sábanas al sol. Así que nos recibe en la casa en la que reside de forma temporal en San Fernando, donde una patrulla de la Policía le visita a diario. Se sienta en una silla plegable, a la sombra del muro del patio, que es un horno de piedra de cuatro metros cuadrados, y expone sin levantar la voz que no le van a “amedrentar”, que mantendrá su “posición de desobediencia”.

Lorenzo Jiménez no quiere protagonismo. No quiere salir en las tertulias de televisión, aunque no paran de llamarle por teléfono durante toda la mañana. “No quiero participar en eso”. Informa de que nació en Barbate pero vive en Cádiz “de toda la vida”; que ha trabajado como administrativo, “por aquí, por allí”, como peón; que ahora no tiene trabajo pero que él no es un “parado”, que él es un “activista”.

Recuerda que en 1978, en los primeros años de la Transición, ya participó en el histórico encierro de varias decenas de desempleados en el convento de Santo Domingo. También relata cuando él y varios compañeros impidieron el paso a un vehículo en el que circulaba Adolfo Suárez. Era mayo del 79. Pasaron “dos días y dos noches” en la Dirección General de Seguridad, aunque nunca hubo procedimiento judicial.

Ahora Lorenzo sí ha estado ante el juez. Abre una carpeta y muestra una cronología de los hechos y dos sentencias condenatorias que pesan sobre él por dos casos de falta de “consideración y respeto” a agentes de la autoridad.

El activista forma parte de la plataforma 15-M Cádiz Centro. En junio de 2012, el grupo empezó a colocar todos los lunes en la fachada del edificio donde se encuentra la Fundación de la Mujer, en la céntrica plaza del Palillero, carteles informativos con un listado de fincas y edificios públicos vacíos en la capital. Reclamaban el derecho constitucional a tener una vivienda digna. En aquellos meses, recuerda Jiménez, nunca hubo problemas con la Policía Local.

Pero el panorama cambió en octubre de 2012, cuando el colectivo sumó, a la protesta por la vivienda, la denuncia de un supuesto caso de adjudicación irregular de la instalación de pantallas digitales publicitarias por parte del Ayuntamiento de Cádiz. Este contrato fue a parar a manos de Odeco Electrónica, una empresa relacionada, a posteriori, con el caso Palma Arena. Tras la denuncia del colectivo 15-M, tanto IU como PSOE han reclamado más información de este concurso para estudiar si hay alguna irregularidad, cuestión que el Ayuntamiento desmiente.

A la sombra, Jiménez relata que “al tercer día de colocar aquellos carteles, el 17 de octubre, la Policía recibió la orden de retirarlos”. “Como nos dijeron que el problema era pegar los papeles con fixo en la fachada, sujetamos un cordel a dos cáncamos del propio edificio y colgamos los carteles. Yo me negué a retirarlos y me denunciaron por desobediencia leve”, expone. Así consta en la denuncia.

A su juicio, hay una relación entre la denuncia de las pantallas LED y la intervención de la Policía. “Es un tema molesto para el Ayuntamiento. No quieren que se hable de esto, así que los guardias recibían órdenes de sus superiores de que aquello había que quitarlo de forma inmediata de la plaza, y estos superiores pues está claro de dónde recibían órdenes”, denuncia el activista. “Están las fachadas llenas de alambres, de enganches, hay muchas cosas que arreglar en Cádiz... ¿Qué sentido tiene quitar un cartel que está informando a los ciudadanos? ¿Por qué tenemos que ceder ante esta interpretación arbitraria de las normas?”.

En el juicio rápido, sólo seis días después, el denunciado admitió los hechos y fue condenado a 30 días de multa a razón de tres euros diarios o, en caso de impago, a 15 días de localización permanente, sanción que cumple desde este viernes. “La cantidad es lo de menos, tenemos muchos compañeros que están dispuestos a pagarla. Pero no estoy dispuesto a hacerlo y así se lo dije al juez”, asevera.

A la condena por los hechos del 17 de octubre se suma otra, por idéntica falta de desobediencia a la autoridad, del 17 de diciembre. 20 días a seis euros diarios, o 10 días de localización permanente que el miembro del 15-M tendrá que cumplir próximamente. “Aquel día no me identifiqué. Me parecía de risa. Después me metieron en un furgón y entonces sí lo hice. Porque a mí no me gusta que me metan en un furgón”.

A Lorenzo le acompañan en su arresto domiciliario dos compañeros del 15-M, Loli y Antonio. Él sostiene que no ha llevado su denuncia sobre el caso de las pantallas LED a los tribunales porque no cree en el sistema judicial “ni en la aplicación e interpretación de leyes que dictan los políticos para satisfacer los intereses del sistema”, pero sabe que los partidos de la oposición, “que están dormidos”, han tomado cartas en el asunto a raíz de su movilización.

“Lo que está pasando me reafirma en mis convicciones”. Se refiere a la denuncia pública en las plazas y también a la reacción ciudadana ante su discurso, de espaldas a los políticos —a todos— , en el último Pleno local. Lorenzo tomó la palabra para denunciar la “corrupción política” pero lo hizo de espaldas a las bancadas por un razonamiento que él mismo expone de forma sencilla: “Cuando termina el Pleno, la alcaldesa dice que el orden del día ha terminado y levanta la sesión. A la intervención de los ciudadanos no se le da importancia, nadie les escucha, se menosprecia a las personas. No entiendo por qué no se escucha a las personas, después de siete horas que dura un Pleno municipal en las que la mayoría de las cosas de las que se hablan no tienen nada que ver con los intereses de los ciudadanos”. Él asegura que no se sintió humillado por las risas de Mercedes Colombo (PP), que le hacía fotos con su móvil mientras bromeaba con sus compañeros de partido. De aquello ha quedado testimonio en vídeo. “Eran risas más bien contenidas, de histeria, porque me conocen bien”, sostiene Jiménez. “Abogo por la no violencia, pero tenemos que ser contundentes, aunque nos quieran criminalizar y atemorizar para que no estemos en las calles, para que no protestemos ni reclamemos nuestros derechos”, defiende.

El grupo, bajo la plataforma Graba tu Pleno, ha publicado en la red varios vídeos del turno de los ciudadanos en el Pleno de Cádiz. El de Lorenzo Jiménez superó ayer las 44.000 visualizaciones. Él no lo ha visto. Dice que no usa mucho Internet, que es más de dar la cara, aunque sea de espaldas.

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