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“Mamá, tenemos frío y hambre. Ayudadnos”, el mensaje de un niño saharaui a su familia española

Parte del campamento de Tindouf, arrasado por las inundaciones.

Fermín Cabanillas

Huelva —

“Nos hemos quedado sin nada. Necesitamos comidas y mantas. Por favor, ayudadnos, que hace mucho frío”. Es el mensaje que un niño saharaui ha enviado a su madre de acogida en Huelva para pedir que se movilice toda la ayuda posible para paliar la situación en la que su campamento ha quedado tras las lluvias torrenciales que han afectado a toda la zona los pasados días 17 y 18 de octubre.

El mensaje lo enviaba este jueves Sidati, un niño vecino del campamento de Tindouf de 12 años de edad, que tiene en Delia Pérez, una onubense que le abre su casa cada verano, y se ha convertido, con los años, en su segunda madre.

Sidati es uno de los 90.000 refugiados del Sáhara que vive en este campamento, a 1.460 kilómetros al suroeste de Argel. De hecho, los refugiados saharauis suman más del doble de la propia población autóctona de la zona. Allí, y en resto de los campamentos, más de 25.000 familias se han visto afectadas por las lluvias torrenciales que asolaron los campamentos.

Un asunto que ya ha tenido reacciones políticas, como el de la secretaria de Cooperación para el Desarrollo del PSOE, Noemí Cruz, que ha instado al Gobierno a poner en marcha de manera urgente un plan de ayuda humanitaria para los miles de damnificados por las inundaciones. Cruz ha recordado que se reclaman ayudas de emergencia y cubrir los gastos de alimentos, medicamentos, mantas y material de primeros auxilios que reclaman los damnificados. Entre esos damnificados hay muchos niños, los que cada año llegan a España durante los meses de verano.

“Hace días recibí la noticia de que han perdido todo por las lluvias torrenciales. Han destrozado todo los campamentos de los niños saharauis y ya estamos preparando ayuda de emergencias. Yo no había podido hablar con mi hijo Sidati y por fin hoy lo hemos conseguido. Me ha pedido que por favor lo ayude, que tienen hambre y frío”. El testimonio de Delia es desgarrador por lo que significa.

Ella, junto a varias personas más, está organizando ayuda en forma de música, con una gala solidaria que se celebrará en la Casa Colón de la capital onubense el próximo viernes 5 de noviembre. La entrada será de 5 euros. En otros puntos de España también se movilizan para lograr coordinar toda la ayuda posible, teniendo en cuenta, además, que el tiempo apremia.

“Ves las fotos y solo quieres llorar”

Delia tenía noticias de cual era la situación, pero las fotos que recibió via whatsap la han terminado de destrozar anímicamente. Hay que entender que la relación de las familias españolas con los niños va mucho más allá de una acogida temporal. Se les recibe cuando son muy niños, y algunos estudian en una universidad española gracias a sus padres temporales.

Por eso, no es de extrañar que el cariño mutuo sea mucho más que el de gente que se ve dos meses al año. “Mi hijo me envió fotos de su casa, de cómo ha quedado todo, y lloraba diciendo mamá, ayúdanos”, y yo, desde mis posibilidades, le envié unas mantas o algo de comida pero eso no es suficiente“, lamenta Deli, una mujer que, además, está en desempleo, y vuelca todas sus energías en ayudar al niño y a otras obras sociales más cercanas geográficamente.

Las fotos, efectivamente, muestran un Sáhara inundado, casas destrozadas, familias que lo han perdido todo, con lo que cualquier ayuda será buena para ellas. Con esta premisa, artistas de distintas ramas se subirán al escenario de la Casa Colón de Huelva, igual que en muchas ciudades se están atendiendo las llamadas desde el desierto para intentar paliar los efectos de lo que el agua, que allí no cae casi nunca, se ha llevado por delante.

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