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Moreno y Susana Díaz llevan sus pactos para la reconstrucción andaluza a una comisión parlamentaria que abarque a todos los grupos

Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz.

Daniel Cela

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El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, y la líder de la oposición, la socialista Susana Díaz, han lanzado este jueves por separado sendas propuestas de pacto para la reconstrucción frente a la crisis del coronavirus que confluirán en el Parlamento autonómico. El líder del PP lo llama “gran alianza por Andalucía”; la líder del PSOE-A lo bautiza “mesa para la reconstrucción social y económica”, en consonancia con la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Moreno perfilará su plan este viernes, en su primera comparecencia en el Parlamento tras 50 días; Díaz ha desmigado su propuesta este jueves, a sabiendas de que no tendrá oportunidad de hacerlo mañana en la Cámara. Se trata de un movimiento reflejo a lo que ha ocurrido en el Congreso de los Diputados, salvo que en Andalucía el líder del PP es el presidente y la líder del PSOE es la oposición. Susana Díaz ha emulado a Pablo Casado, al proponer que la “gran alianza” de Moreno se sustancie en una comisión parlamentaria -“si puede ser la semana que viene”-, que incluya a todo el arco político, desde Adelante Andalucía (Podemos-IU) hasta Vox.

“Todo el que tenga representación tiene derecho a participar en la vida del Parlamento, aunque habrá posiciones nada coincidentes”, ha dicho Díaz cuando le han preguntado si se ve negociando en la misma mesa con la extrema derecha. El partido de Santiago Abascal se ha autoexcluido de la mesa por la reconstrucción promovida por Pedro Sánchez en el Congreso, pero en Andalucía Vox juega un papel distinto: es el sostén del Ejecutivo de PP y Ciudadanos. Lo previsible es que Moreno acepte vehicular su propuesta de pacto a través de una comisión parlamentaria, para estar en sintonía con el compromiso que Casado le ha arrancado a Sánchez.

Pero eso podría abrir la puerta a un escenario complejo, si sus socios de Vox deciden apartarse, y en la foto de la “gran alianza” aparecen los socios de Gobierno (PP y Cs) y el principal partido de la oposición (PSOE). Casado ha exigido a Sánchez presidir esa comisión. Susana Díaz ha recordado aquí que su grupo es el mayoritario en el Parlamento andaluz, y que “nunca se renuncia a presidir una comisión”, pero que “al contrario que el líder nacional del PP, a mí me importa menos el quién y más el qué”.

También hay otra derivada compleja en la hipotética participación de Adelante Andalucía en esta alianza. En la coalición formada por Podemos e IU, los de Teresa Rodríguez ya anunciaron su salida del grupo morado, por discrepancias políticas con Pablo Iglesias, mientras que los de Toni Valero (líder regional de IU), defienden fervorosamente al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos.

Sobre el tablero, son los dos partidos que han gobernado en España y en Andalucía los que pugnan ahora por lidera la iniciativa política de un gran consenso frente a la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus. Detrás de las palabras, dos partidos inmersos en la bronca política y en los reproches mutuos desde que se decretó el estado de alarma.

Diez medidas concretas para el pacto

La secretaria general del PSOE andaluz y ex presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha suspendido prematuramente su permiso por maternidad para reincorporarse a la actividad política un día antes de que el presidente Moreno comparezca en el Parlamento para explicar su gestión de la crisis de la COVID-19.

La decisión de adelantar su vuelta tiene más que ver con su estrategia para recuperar su iniciativa política frente a Moreno que con la estrategia nacional de Pedro Sánchez, que el miércoles en el Congreso ofreció al líder del PP, Pablo Casado, la posibilidad de extrapolar el pacto para la reconstrucción social y económica del país al conjunto de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Ferraz buscaba armonizar su oferta de un gran acuerdo político a todo el territorio, para implicar a los barones del PP, que gobiernan regiones de peso como Andalucía, Madrid, Galicia o Murcia, y que estos empujasen desde sus instituciones a una mayor implicación de Casado. Díaz ha hecho suya la propuesta de pacto, pero ni Moncloa ni la dirección federal del PSOE se habían coordinado con la principal agrupación socialista, aseguran fuentes próximas a la ex presidenta.

“Ha coincidido”, dicen estas fuentes, que la reaparición de Susana Díaz se sitúe entre el discurso de Sánchez ayer en el Congreso y la comparecencia de Moreno mañana en el Parlamento. El PSOE andaluz llevaba semanas presionando para que el presidente de la Junta participase en un Pleno extraordinario, con margen para que los grupos de la oposición le interpelasen y planteasen propuestas de resolución encaminadas a mejorar la gestión de la Junta ante la epidemia.

Una vez que ese formato se hubo descartado -ni el presidente estaba por la labor ni el reglamento lo facilitaba-, Díaz optó por adelantar su regreso a la política y presentar sus propuestas un día antes de la comparecencia de Moreno, con su espacio propio, y desde la sede del PSOE andaluz. La ex presidenta andaluza, con un tono muy sosegado, ha desgranado una batería de propuestas concretas de las que destaca la oferta del PSOE a la Junta para “renegociar los Presupuestos Autonómicos” en vigor, que “habrá que adaptarlos a las circunstancias actuales”. “Tendemos la mano al Gobierno andaluz”, ha repetido hasta cinco veces Díaz, “para blindar la sanidad pública, fortalecer la educación (luchar contra la brecha digital), reinvertir en investigación y en políticas sociales”.

La líder el PSOE andaluz ha propuesto una “Patrica social”, esto es, una partida de fondos de emergencia para los ayuntamientos con las que puedan atender “las necesidades que planteen los servicios sociales comunitarios”. También pide a la Junta que articule “un complemento autonómico a las prestaciones de los ERTE” que concede el Gobierno central, que garantice ese 30% de ingresos que dejarán de percibir las empresas en suspensión de actividad. Además, plantea una compensación a la situación de los autónomos, porque considera que el pago de los 300 euros de la cuota de abril que abonará la Junta “sólo a algunos” “no es suficiente” [la Comunidad Valenciana ha articulado ayudas de hasta 1.500 euros por autónomo].

En el ámbito sanitario, los socialistas proponen “un complemento de peligrosidad” para los más de 100.000 profesionales sanitarios que se enfrentan en primera línea a la pandemia del coronavirus; así como ayudas extra para las cuidadoras de ayudas a domicilio. Díaz ha sugerido a la Junta que se utilice la tarjeta sanitaria andaluza, como en Cataluña o Valencia, para que cada usuario pueda retirar con ella en sus farmacias las mascarillas que necesite.

La líder del PSOE andaluz ha mantenido una “comunicación fluida” con Sánchez y los ministros de su Gobierno durante el confinamiento, pero ha revelado que el presidente andaluz sólo le ha llamado una vez en este tiempo, y fue para negociar con ella el macrodecreto de simplificación administrativa, la norma que cambia de una tacada 21 leyes y otros seis decretos, y que tanto el Gobierno central como el PSOE andaluz han recurrido ante el Tribunal Constitucional. “La prioridad ahora no son otro tipo de iniciativas que responden a otro tipo de intereses. Yo estoy para lo que hace falta ahora”, concluye Díaz. 

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