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El PP andaluz insta a Casado a integrarse en la candidatura que lidera Santamaría

La ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, escoltada por Antonio Sanz y Juan Manuel Moreno.

Daniel Cela

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Seis altos dirigentes del PP se han postulado a presidir el partido, pero sólo uno ha hablado por teléfono con el líder andaluz, Juan Manuel Moreno, antes de confirmar su candidatura a las primarias. Soraya Sáenz de Santamaría cuenta con el respaldo explícito de Moreno, aunque éste se ha debatido entre su amistad y fidelidad hacia la ex vicepresidenta del Gobierno, y su amistad personal con otro de los aspirantes con más opciones: Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP. Estos dos son los precandidatos del líder popular andaluz, “personas solventes, con mucha experiencia y mucho peso político”. 

Moreno quiere intentar impulsar una candidatura de integración para que Santamaría y Casado vayan en la misma lista, sumando la experiencia institucional de ella con el arraigo orgánico de él. “Lo ideal sería una candidatura conjunta, porque se complementan”, dicen fuentes próximas al presidente del PP-A. Pero si no es posible, el líder andaluz está convencido de que “este momento político dentro del Partido Popular debe liderarlo una mujer”. Casado avanzó este martes en los pasillos del Congreso que no se ve formando parte de una candidatura conjunta.

El Partido Popular cuenta con 800.000 afiliados en toda España, de los cuales 170.000 pertenecen a Andalucía. En las circunstancias actuales, el peso de una agrupación que representa más del 21% de la militancia sería decisivo para el resultado de unas primarias inéditas, que dejan en manos de las bases el nombre del futuro presidente o presidenta del partido. Tras la debacle electoral del PP catalán, la crisis del PP valenciano acosado por los jueces que investigan la trama Gürtel, y el debilitamiento del PP de Madrid, tras la dimisión de Cristina Cifuentes, el PP de Andalucía puede jugar una posición clave en el futuro del partido. Por el peso de su militancia y porque no carga con herencias envenenadas como las de otras regiones fuertes.

Sin embargo, la agrupación que dirige Juanma Moreno no es compacta, las corrientes orgánicas y los lazos políticos en cada una de las ocho provincias están muy diseminadas, de modo que el voto del presidente regional y de su ejecutiva no se traduce directamente como un respaldo de todo el PP andaluz. Moreno sigue siendo un líder reciente en Andalucía, discutido por otros dirigentes más veteranos, y contestado con alarma por su escaso éxito en las encuestas de intención de voto. Entró en 2014 designado directamente por la dirección nacional del partido, con el aval personal de Mariano Rajoy, pero como resultado de una pugna interna por el control orgánico del partido: los alineados con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y los próximos al ex presidente del PP-A, Javier Arenas, que a día de hoy se sitúan en el bando que representa Sáenz de Santamaría.

El liderazgo de Moreno en el PP andaluz no puede extrapolarse a todas las provincias, de hecho, algunas le son hostiles, caso de Jaén, y otras le profesan cierta indiferencia, como Almería y Granada. Su espacio de influencia, aunque de manera desigual, pivota entre Málaga, Cádiz, Huelva y Sevilla. Santamaría cuenta con el apoyo del líder del PP de Cádiz y ex mano derecha de Arenas, Antonio Sanz (hasta hace nada delegado del Gobierno en Andalucía), el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, y la ex ministra de Empleo, Fátima Báñez, que pertenece a Huelva.

Pero existen, además, varias familias orgánicas enfrentadas y cada una tomará partido por un candidato distinto. Esta rivalidad se va a poner de manifiesto especialmente en Sevilla, donde va a reabrirse la siempre tensa disputa entre los alineados con Cospedal -agrupados en torno al equipo del ex ministro Juan Ignacio Zoido- y los que apoyan a Santamaría. Es un pulso que ya han librado recientemente en la designación del candidato a la Alcaldía en el Ayuntamiento de Sevilla: el elegido fue Beltrán Pérez, candidato de la líder provincial, Virginia Pérez, y apadrinado por Arenas. “Puede que Juanma no controle aún todos los nervios del partido, pero está claramente posicionado en contra de Cospedal, igual que Arenas, y todo el mundo espera que Javier toque los hilos que sabe tocar para ganar esta partida”, dice un veterano popular.

El papel de Juanma Moreno y su círculo más próximo en la ejecutiva regional en estas primarias del PP no será equidistante, no puede permitirse cultivar la “neutralidad activa”, término que acuñó el ex presidente de la Junta y ex secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, en el congreso federal que decidió entre el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba y el de Carme Chacón. Los populares andaluces perciben que habrá un “choque de trenes” entre los tres candidatos “con más opciones de pasar la primera vuelta de las primarias” -Cospedal, Santamaría y Casado-, no ven margen para ponerse de perfil -“no es esa clase de juego”-, pero saben que se juegan mucho al tomar partido. Las elecciones andaluzas son las primeras que se celebrarán después de que el PP haya renovado a su directiva. “Vamos a apostar por quien sabemos tendrá un compromiso mayor con Andalucía, y también con nosotros”, explican fuentes de la ejecutiva.

La directiva del PP andaluz cree que Sáenz de Santamaría y Pablo Casado deberían unir fuerzas para frenar a Cospedal. Algunos de los ex dirigentes andaluces que, hasta ayer, formaban parte del Gobierno de Rajoy -Zoido, el ex secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto; el ex secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya- van a empujar la candidatura de la secretaria general del PP. En el círculo próximo a Moreno piensan que Cospedal “ha quedado muy señalada” por el impacto de la trama de corrupción Gürtel, que se ha llevado por delante al Gobierno de Rajoy. “La gente recuerda su rostro defendiendo cosas indefendibles que aparecen en la sentencia de la Gürtel, y además va a ser llamada a declarar a los tribunales, no es una candidata de peso”, advierten estas fuentes. Aun así reconocen que tiene muchas más raíces orgánicas que Santamaría, “y quienes votan en las primarias no es la gente, sino los nuestros”, avisan.

El PP de Andalucía no puede disociar estas primarias de las próximas elecciones, porque será la primera prueba de fuego para la nueva directiva, y quizá la última para Moreno. La evaluación de daños es imprecisa, porque es la primera vez que la militancia del PP es llamada a votar. El sistema de primarias es nuevo para todos: habrá doble vuelta, los aspirantes sólo necesitan 100 avales para confirmar su candidatura.

Entre el 23 de junio y el 4 de julio tendrá lugar la campaña electoral y los afiliados podrán inscribirse para participar en la elección del presidente del PP hasta el 25 de junio, y registrarse para participar como compromisario en el congreso extraordinario hasta el 29 de junio. El día 5 de julio, los militantes votarán en dos urnas: una para os precandidatos y otra para elegir a los compromisarios del congreso: en este cónclave habrá 2.612 elegidos por votación, y el resto son miembros natos. Sólo dos candidatos llegarán al congreso.

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