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Podemos e IU ignoran el adelanto electoral y aplazan la designación de su candidato al 30 de septiembre

Podemos e IU consuman la marca electoral: Adelante Andalucía ya está en marcha

Daniel Cela

Podemos e IU no barajan ni temen un adelanto electoral inminente en Andalucía. Las formaciones que lideran Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo -coaligadas ahora bajo la marca Adelante Andalucía- han postergado las primarias conjuntas para la elección definitiva de candidatos y cabeza de cartel hasta la segunda quincena de septiembre.  Hasta el día 30 de este mes no se conocerán los nombres que concurren en cada provincia a las autonómicas y tampoco se desvelará la gran incógnita: quién será el candidato o candidata a la presidencia del Gobierno andaluz: Rodríguez o Maíllo.

Los plazos impuestos a Podemos Andalucía por parte de la empresa que ha auditado sus primarias internas han impedido celebrar la segunda criba a finales de julio, como estaba previsto. Al haber convocado las primarias conjuntas entre el 15 y el 30 de septiembre, Podemos e IU se arriesgan a que una hipotética convocatoria de elecciones a principios de septiembre desbarate los planes de la confluencia y les obliguen a precipitar la designación de candidatos sin celebrar las primarias. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se ha reafirmado en que su intención es agotar la legislatura, aunque en su entorno son muchas las voces que la animan a adelantar los comicios a otoño. La fecha más inmediata que le han sugerido es el 28 de octubre, para lo cual tendría que firmar el decreto de convocatoria el 4 de septiembre, el primer Consejo de Gobierno después de agosto (mes inhábil para celebrar o convocar comicios).

Este escenario se solapa con el calendario de primarias conjuntas anunciado este lunes por los portavoces de la coalición Adelante Andalucía. El artículo 23.1 de la Ley Electoral andaluza establece que “la presentación de candidaturas, en la que se alternarán hombres y mujeres, habrá de realizarse entre el decimoquinto y el vigésimo días posteriores a la convocatoria, mediante listas que deben incluir tantos candidatos como escaños a elegir por cada circunscripción y, además, cuatro candidatos suplentes, expresándose el orden de colocación de todos ellos, ocupando los de un sexo los puestos impares y los del otro los pares”.

Adelante Andalucía debe registrarse como coalición electoral en cuanto se convoquen las autonómicas. Si Susana Díaz disuelve el Parlamento a principios de septiembre, Podemos e IU no tendrán tiempo material de celebrar sus primarias conjuntas, porque la legislación les obligará a presentar los nombres de los candidatos una semana antes. En los últimos días, la presidenta de la Junta ha añadido dos claves nuevas a la incógnita del adelanto electoral: la primera es que no quiere que coincidan con las generales, un escenario posible si el Gobierno de Pedro Sánchez continúa acusando la debilidad parlamentaria que le ha impedido sacar adelante la senda de déficit; la segunda variable es que Díaz ya apunta a la oposición como principal artífice de un posible adelanto electoral, por instigar a la “inestabilidad política”.

El fin de la legislatura dependerá, en todo caso del debate sobre los Presupuestos Autonómicos de 2019. La negociación arranca en septiembre y deben estar aprobados a finales de diciembre. En los últimos días, la presidenta de la Junta ha mostrado más recelos a convocar los comicios el 28 de octubre, porque hay algunas leyes importantes que aún están pendientes de aprobarse en el Parlamento (la reforma de la Ley de Igualdad de Género o la Ley de FP), que decaerían si se precipitan las urnas (el primer Pleno tras el verano es el 12 de septiembre).

Recelos del Podemos estatal

Las primarias conjuntas son -junto a la marca Adelante Andalucía- el mayor motivo de discordia entre la dirección estatal y andaluza de Podemos. El secretario de Organización, Pablo Echenique, no está de acuerdo en que la formación morada en Andalucía elija a sus candidatos en un proceso conjunto con los candidatos de IU y del resto de formaciones que integran la confluencia (Equo, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista). La ejecutiva de Pablo Iglesias ya ha advertido al equipo de Teresa Rodríguez de que las primarias conjuntas se salen del reglamento estatal que regula los procesos de confluencia en todo el país, pero tampoco ha podido profundizar más en sus críticas, porque aún no se conocen los detalles de esas primarias conjuntas (el equipo que coordina Adelante Andalucía no lo hará público hasta principios de septiembre).

Echenique ha pedido a Teresa Rodríguez que las papeletas se conformen “mediante acuerdo” de las fuerzas que confluyen, y no a través de primarias conjuntas “porque tienen importantes problemas logísticos y de participación derivados de la necesidad de crear ex novo censos conjuntos y sistemas y cabinas de votación no testados”. Las directrices políticas que Madrid envió a todos los territorios -aunque sólo Andalucía ha planteado unas primarias conjuntas con IU- advertían de que “el principal defecto de este sistema es de índole democrática”. Echenique sostiene que unas primarias conjuntas medirían las bases de varios partidos, pero avisa de que puede darse un desequilibrio en el resultado porque “no necesariamente quien tiene más apoyo popular tiene más militancia” y, por tanto, “pueden producirse fuertes alteraciones de la voluntad popular”. Por ejemplo, en Andalucía Podemos tiene más peso electoral que IU, pero IU podría convocar a más militantes a la votación de primarias conjuntas. En un sistema electoral 100% electoral, esto podría permitir que IU metiera más candidatos suyos que Podemos en la lista definitiva para la confluencia.

Respecto a la confección de las listas electorales para la confluencia, “la cantidad y posición de puestos que se asignen a cada fuerza deben estar basados lo más posible en el peso electoral de cada una de ellas”. Como Podemos Andalucía tiene 15 escaños en el Parlamento e IU tiene cinco, el número de nombres de los comunistas y los puestos de salida en las autonómicas será bastante menor al de sus compañeros. Esto es algo que ya ha planteado el equipo de Rodríguez, y que mosquea a los de Maíllo.

La confluencia andaluza se ha vendido como un pacto de iguales, horizontal, que respeta el equilibrio de poderes, y que tenía en cuenta el peso de Podemos en el Parlamento regional, pero también la implantación de IU en los municipios. Echenique pide justificar la proporción del reparto con los últimos resultados electorales, y no con encuestas, dado “el nuevo escenario político más volátil y fluido que el anterior”. En Podemos dan por hecho que el nombre de más tirón para encabezar el cartel electoral es el de Teresa Rodríguez. En IU se enfurruñan mucho cuando se desliza que la gaditana tiene más probabilidades de ser la candidata de Adelante Andalucía a la presidencia del Gobierno andaluz, subrayan que “no hay nada decidido aún” y no renuncian a que el candidato sea Antonio Maíllo.

 

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