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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Teresa Rodríguez concentra su rabia contra “la derecha ultramontana del PP”: “Están de mierda hasta arriba”

Teresa Rodríguez en el acto central de campaña en Córdoba, junto a Pablo Iglesias y Alberto Garzón.

Daniel Cela

Teresa Rodríguez no ha mencionado a Vox este jueves en Córdoba para referirse a la ultraderecha, pero sí ha nombrado al PP de Pablo Casado. Y lo ha hecho sacándose gritos de rabia de las tripas: “Las derechas ultramontanas han venido a Andalucía, diciendo cosas que en Andalucía no se escuchan en la calle: que la inmigración es sinónimo de delincuencia. Y lo dicen unos señores que están de mierda hasta arriba”, gritó.

A la candidata de Adelante Andalucía se la ve enfurecida desde que, en el debate de TVE, Susana Díaz situó el foco de atención mediática en la hipótesis de un pacto de PP y Ciudadanos con la formación de extrema derecha Vox. El giro de la campaña de la candidata del PSOE en la recta final -pasando del positivismo al mensaje del miedo a la ultraderecha- también ha obligado a Rodríguez a reajustar su estrategia. La gaditana ya venía alertando del advenimiento del fascismo en sus actos públicos de Jaén, Almería, Granada y Sevilla. En todos mencionaba a Vox, aunque no lo convertía en el centro de sus mítines. Ahora es la candidata socialista quien ha supeditado todos sus mensajes de campaña al mensaje del miedo a Vox.

“Susana Díaz es la portera de la derecha”

A Rodríguez esto le parece “una irresponsabilidad” y, además, denuncia que la presidenta de la Junta es “la última” que puede alertar contra la derecha, “porque lleva tres años y medio gobernando con Ciudadanos y porque ella abrió la puerta de la Moncloa a Mariano Rajoy”. “Susana Díaz es la portera de la derecha. Le pido que aclare ahora, antes de votar, si volverá a pactar con la derecha neoliberal de Cs”, dice.

La coalición Adelante Andalucía (Podemos-IU) ha reunido a unas 2.000 personas en su acto central de Córdoba, a 48 horas de que finalice la carrera electoral. Ésta ha sido la única parada de Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo en el califato rojo, la ciudad de Julio Anguita, la única provincia de España donde se llegó a contabilizar más votos de IU que de los dos grandes partidos: PSOE y PP.

El histórico ex coordinador federal de IU estaba este jueves en la ciudad, pero no ha participado en el mitin y tampoco ha asistido como público (sí estaban algunos miembros del Foro Cívico, la plataforma que él creó). Anguita hizo campaña en Córdoba por IU en las andaluzas de 2015 en un acto en el que terminó defendiendo a la formación de Pablo Iglesias, que entonces competía a cara de perro con IU por el mismo espacio electoral. Hoy nadie, ni los dirigentes de Podemos ni los de IU, le ha mencionado (en Sevilla, Maíllo pidió un aplauso por uno de sus antecesores allí presente, el ex líder de la coalición Antonio Romero).

El polideportivo de Fuensanta, con aforo para 1.500 personas, se vio desbordado por la afluencia de simpatizantes de Podemos e IU al grito de “¡sí se puede, sí se puede!”. Menos espacio y menos gente que en el mitin de Iglesias y Rodríguez en Sevilla, pero con un público mucho más agitado, encendido y emocionado. Se notaba en los aplausos, los gritos, los cánticos. “¡El pueblo unido jamás será vencido!”. Ahí estaba entre el público, ondeando una bandera verde, un hombre mayor con muchas canas y muy emocionado, luciendo una camiseta morada encima de una camisa de cuadros: en el frontal de la camiseta se leía Podemos, y en la espalda El abuelo. Otras 1.500 personas seguía el mitin desde sus casas vía streaming.

Córdoba califal

La izquierda cordobesa -mucha gente mayor- demostró músculo y demostró que puede movilizarse sola, sin campaña y sin ver de cerca a sus candidatos hasta 48 horas antes del cierre de campaña. Córdoba es la circunscripción más pequeña de Andalucía, después de Jaén. Aquí se juegan 12 escaños, la coalición Podemos-IU aspira a sumar tres (ahora tiene dos), arrebatándole uno al PSOE por los restos de votos (los socialistas tienen cinco).

El reparto disputado de los escaños de Córdoba que dibujan los sondeos también preocupa al PP, que ha hecho una intensa campaña en la esta provincia, con varias incursiones de Pablo Casado. El líder popular protagonizará este viernes el cierre provincial de campaña aquí, junto al ex alcalde y número uno por Córdoba, José Antonio Nieto, que suena como posible sustituto a Moreno al frente del PP andaluz.

Contra ellos cargó Teresa Rodríguez aquí. La gaditana recuerda que fueron los populares, que hoy “acusan a los inmigrantes de usar nuestras políticas sociales”, quienes “nos han agujereado las políticas sociales”. Rodríguez ha logrado poner en pie a los cordobeses cuando ha apelado a la historia de la ciudad califal: “El PP quiere retirar a Andalucía las competencias sobre educación para centralizarlas. No quieren que los niños de Córdoba aprendan su historia. Quieren que pensemos que desde los visigodos pasamos directamente a los Reyes Católicos, y nos quieren hacer olvidar que tuvimos 8 siglos de esplendor donde Córdoba fue la capital cultural de Europa”, dijo.

“Si cada uno convence a cinco, ganaremos”

Pablo Iglesias fue recibido al grito de “¡Sí se puede, sí se puede!”. El líder de Podemos repitió punto por punto su discurso en Sevilla. Hizo un paralelismo entre el 4 de diciembre de 1977 y el 28 de febrero de 1980 (dos fechas claves del autonomismo andaluz) con los comicios del domingo. “No se puede construir España sin Andalucía, así de claro. Andalucía no se merece ser el segundo plato de nadie”, gritó. Iglesias también fue muy crítico con el viraje de la estrategia de Susana Díaz: “Díaz ahora habla sólo de Vox. ¿Es eso todo lo que tiene que decir en un debate sobre Andalucía? La única que está hablando de Andalucía es esta fuerza política”, aseguró.

La campaña está a punto de terminar y ahora los indecisos se han convertido en centro del mensaje de Adelante Andalucía. En Jerez, Íñigo Errejón animó a los simpatizantes a hablar con amigos y familiares: “Si cada uno convence a cinco más de que vote Adelante Andalucía, ganaremos”; en Córdoba, Alberto Garzón instó a que cada uno convenciera a otros 15. Luego Teresa Rodríguez elevó la cifra a 50 convencidos por cabeza y finalmente Maíllo se vino arriba y pidió que el boca a boca llegase a 100 personas por cada simpatizante.

La campaña de Rodríguez ha ido de menos a más, pero Maíllo ha mantenido en todo momento un perfil acelerado y trepidante. “Si nos juntamos todos los gays, arrasamos en las elecciones”, ha llegado a decir. El coordinador regional de IU es natural de Córdoba y aquí ha sido recibido con más entusiasmo incluso que la candidata y que Iglesias.

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