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Turismo de Israel se cuela en la Vuelta Ciclista a Andalucía tras no conseguirlo en la Liga de Fútbol

Israel Academy Cycling

Olga Granado

Con la polémica porque este año, por primera vez, el Giro de Italia arrancará en Jerusalén, el ciclismo vuelve a ser el deporte en el que Israel encuentra el hueco que no está hallando en otras disciplinas, como respuesta a su vulneración de los derechos humanos, y será en la Vuelta Ciclista a Andalucía. La participación en la próxima edición del equipoIsrael Academy Cycling ha sido condenada por la coordinadora Andalucía con Palestina, dado que el mismo está financiado por el Ministerio de Turismo de dicho país, “como estrategia de marketing para normalizar a un país en el que se ha instalado el apartheid”.

También la dirección de Podemos en Andalucía pretende pronunciarse sobre este tema pidiendo a la organización de la prueba que “reconsidere la participación” de ese equipo, según han explicado fuentes de esta formación que comparte con la coordinadora que “el Gobierno de Israel usa el deporte como marca blanca para tratar de ocultar sometimiento del pueblo palestino”. Comenzando porque el propio deporte dado que impide la participación de los equipos de Palestina a nivel internacional porque no les deja salir de los territorios ocupados.

No es que se esté pidiendo el boicot a la participación de deportistas naturales de Israel, sino en el caso de concreto de que estén financiados por su gobierno, por cuanto que se le responsabiliza del incumplimiento del derecho internacional con los palestinos, innumerables veces condenado por la ONU pero con sanciones que nunca se han hecho efectivas.

La reclamación para el caso de la Vuelta Ciclista a Andalucía, respaldada por el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanción), recientemente nominado para el Nobel de la Paz, es que “mientras Israel siga incumpliendo sus obligaciones internacionales y boicoteando a los deportistas de Palestina, no puede ser bienvenido a nuestras competiciones”.

Por ello llaman a la ciudadanía a denunciar “la complicidad con un estado que no representa, ni de lejos, los valores deportivos de respeto, libertad e igualdad”, con acciones durante la competición, como la presencia de banderas palestinas en la carrera o la petición de responsabilidades a las instituciones que “le hacen el juego” a la política de “normalización” de Israel y sus “crímenes”.

Por otro lado, van a reclamar a la Federación Andaluza de Ciclismo que retire la participación de dicho equipo “ y vele por los valores éticos que promueve la Unión Ciclista Internacional, de la que forma parte, ”que son la promoción y defensa de la transparencia, la imparcialidad y el respeto por las reglas del ciclismo“.

Se da la circunstancia de que el Gobierno de Israel ya intentó entrar en la Liga de Fútbol para promocionar su turismo. Pese a que llegó a ofrecer cantidades millonarias a los equipos para que lucieran en su camiseta el “turismo de Israel”, finalmente no ha habido acuerdos. En el caso del Sevilla FC, por ejemplo, se puso sobre la mesa una oferta de seis millones de euros. También llamaron a la puerta del Real Betis, topándose con igual negativa.

Eso sí, dos consideraciones. Primero, que en el rechazo a esta publicidad no se argumentó que fuera por razones humanitarias o por secundar la campaña del BDS, sino que han pesado otros temores por el supuesto riesgo de promoción pagada por un país en el ojo del huracán de los conflictos internacionales. Y segundo, hay que tener en cuenta también que el ciclismo ha sido un deporte especialmente castigado en los patrocinios, fundamentalmente por la polémica con el dopaje, lo que el hace muy complicado a sus deportistas obtener financiación.

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