Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Volver a ver tras tres décadas ciega

El doctor Laborda y Josefa Jiménez, que ha recuperado parte de la visión tras tres décadas ciega.

Carmen Reina

Los ojos de una docena de personas no dejan de mirarla. Y lo que quieren ver es que los suyos, los ojos de Josefa, vuelven también a ver. Tras casi treinta años ciega, esta cordobesa de 62 años ha vivido su “pequeño milagro” y ha recuperado parte de la visión gracias a una intervención quirúrgica pionera en Andalucía en la que le han implantado un ojo biónico que le permite detectar los objetos que tiene ante sí.

Emocionada y satisfecha, Josefa se pasea sola por el jardín del hospital donde ha sido intervenida, en una demostración de que sin ayuda de bastón ni pero lazarillo, después de casi tres décadas completamente ciega, esta mujer es capaz de desenvolverse sola y saber qué se encuentra a su paso. “Muchos obstáculos”, dice risueña ante una decena de periodistas, cámaras y fotógrafos que se ponen ante ella para verla y tomar una imagen.

Josefa sufría una retinosis pigmentaria, una enfermedad que daña por completo la retina y que la dejó totalmente ciega. Ahora, gracias a un procedimiento pionero en el Hospital Innova Ocular La Arruzafa de Córdoba, se le ha implantado un ojo biónico que le ha devuelto parte de la visión, la suficiente para que, apenas un mes y medio después de la operación, esta mujer pueda desenvolverse por sí sola gracias a unas nuevas gafas, aún en la fase de rehabilitación en la que se encuentra.

“Es un arbusto, con un macetero”, prosigue en su pequeño paseo demostrando que la operación ha sido todo un éxito. “Estoy feliz. Estoy encantada. No me lo esperaba. Estoy empezando a ver y es maravilloso. Esta oportunidad no me la iba yo a perder”, explica sobre los resultados de una intervención dirigida por el doctor Juan Manuel Laborda que ha consistido en sustituirle la retina dañada, que ya no tiene los fotorreceptores necesarios para la visión. En su lugar, se la ha implantado un chip con sesenta electrodos conectados a una pequeña antena en sus gafas nuevas, a donde llega la señal por radiofrecuencia que ella ve. Esa señal, en forma de distintas luces, son las que ahora Josefa puede ver y procesa para reconocer los obstáculos, siluetas, formas, altura y anchura que le permite saber ante qué se encuentra.

“Un pequeño milagro”

Reconocer lo que tiene ante sí gracias a haber recuperado parte de la visión, ver de nuevo a sus familiares, a su entorno, gracias a lo que Josefa denomina “un milagro”. Un milagro que se ha producido después de más de un año de consultas y reuniones con el equipo médico del hospital donde ha sido intervenido, después de pruebas y reuniones y, finalmente, después de una intervención de más de cinco horas con una decena de procesos quirúrgicos.

“La mayor dificultad ha residido en el implante, en mover todas esas piezas alrededor del ojo sin dañarlas en ningún momento, porque es un sistema muy sofisticado de electrodos y filamentos. Los movimientos tienen que ser muy precisos”, explica el doctor Laborda sobre la compleja operación.

Un procedimiento quirúrgico que se ha llevado a cabo por primera vez en Andalucía y que, según sus precursores, “abre la puerta en el futuro a otros muchos casos” de personas ciegas que puedan recuperar parte de la visión. Los cálculos hechos por el hospital cordobés dicen que actualmente hay en España unas 800 personas los invidentes que podrían acogerse a esta operación. De hecho, el Hospital Innova Ocular La Arruzafa ya tiene a siete pacientes en lista de espera para someterse a esta intervención, una operación efectiva con quienes alguna vez vieron pero después se quedaron ciegos.

Y como ejemplo de sus resultados, Josefa, satisfecha y agradecida, se pasea y posa ante los medios para visibilizar con su experiencia que, después de la oscuridad más absoluta, la vida puede verse con una nueva mirada.

Etiquetas
stats