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Podemos pide a la Junta de Andalucía que cambie los nombres de los colegios franquistas

IES Manuel Lora-Tamayo

Olga Granado

Mientras las denominaciones franquistas se van borrando, con mayor o menor resistencia del callejero, en los centros de enseñanza perviven, lo que ha llevado a Podemos a preguntar a la consejera de Educación, Sonia Gaya, cómo y cuándo se va a cumplir la Ley de Memoria Democrática de Andalucía en estos casos.

Este grupo ha elaborado, con la colaboración de los colectivos memorialistas de cada una de las ocho provincias, un listado que recoge 41 centros de enseñanza [completo más abajo], sobre todo de CEIP (centro de educación infantil y primaria) e IES (instituto de enseñanza secundaria), que todavía mantienen nombres relacionados con el franquismo en Andalucía. Todos los de la lista son públicos.

El pasado año eldiario.es publicaba un estudio sobre una base de datos de las 33.000 escuelas infantiles, colegios e institutos públicos y privados del Ministerio de Educación y detectaba una estimación de 80 con denominaciones franquistas o con cargos franquistas en toda España, pero esta actualización en Andalucía ha descubierto todavía más nombres susceptibles de chocar con la ley.

El problema es también que no se ha puesto coto a la creación de nuevos, como muestra que recientemente se decidiera poner un nombre de un alcalde franquista a la Universidad Popular de Jaén con el argumento de que se pretende “poner en valor la persona y la fantástica labor que llevó a cabo durante su mandato”. Este tipo de conflictos son los que se quiere resolver con la comisión de expertos porque precisamente en la lista elaborada por el Círculo de Memoria Democrática de Podemos hay, entre otros, varios alcaldes franquistas que no figuraban en el estudio realizado por este periódico.

En este contexto, el diputado Jesús de Manuel (Podemos) pedía a la consejera en el último pleno que tome cartas en el asunto: “¿Cuándo se va a cumplir la ley?”. Sonia Gaya aprovechó la ocasión para anunciar que se creará una comisión de expertos para evaluar todas estas situaciones y proceder a cumplir la ley. “En los elementos contrarios ya hemos intervenido en los que se han hecho obras”, ha expuesto la titular de Educación, quien ha puesto como ejemplo el reciente cambio de denominación del José María Pemán (Jerez de la Frontera), y ha dicho que en lo mismo se trabaja para el caso del Pedro Parias (Peñaflor). “Quedan más, pero lo vamos a hacer con todas las garantías”, ha reconocido.

Por su parte, Jesús de Manuel ha celebrado la creación de esa comisión de expertos, y le ha pedido que primero se haga “un inventario exhaustivo” y luego “se pongan en contacto con los colegios para proceder a estos cambios”. De momento, ha puesto sobre la mesa esta lista. Las denominaciones de los centros de enseñanza en cuestión se repiten en ocasiones. Hay hasta tres bautizados en honor a Manuel Lora-Tamayo, ministro franquista, y dos, en cada caso, para el fascista José Calvo Sotelo y el falangista Joaquín Romero Murube- e incluso nombres ya borrados en otras localizaciones, como es el caso del hospital Carlos Haya de Málaga, pero que en cambio se mantiene para un instituto en Sevilla.

Por otro lado, Jesús de Manuel ha insistido la necesidad de abordar también “la simbología franquista” de los centros docentes, dado que no siempre se encuentra este incumplimiento en la denominación. Ha puesto cuatro ejemplos muy concretos: el dintel con escudo franquista del ahora colegio Jardines del Valle de Sevilla; el retablo cerámico dedicado a los “Mártires de la nueva reconquista española”, en el colegio de los Salesianos de la Trinidad, también en la capital hispalense; la lápida escrita en latín que en la Universidad de Sevilla cita a Francisco Franco como “Duce”; y otra similar en el CEIP La Atalaya de Níjar (Almería).

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