El agua es uno de los recursos más necesarios y utilizados para la vida, por lo que resulta indispensable adoptar unos hábitos de consumo responsable y racional para evitar su desperdicio innecesario. Adoptando unas pautas sencillas en nuestro día a día, podemos aportar nuestro granito de arena para contribuir al ahorro de este recurso tan importante, y de paso reducir el importe de nuestra factura.
1. Presta atención a tu instalación de agua. Cuida que se encuentre en buen estado para evitar las pérdidas y fugas de agua, que en este caso pueden llegar a ser bastante importantes.
2. No desperdicies el agua de forma innecesaria dejándola correr mientras no la estás utilizando. Cierra el grifo mientras lavas los platos, te enjabonas en la ducha o te lavas los dientes.
3. Utiliza electrodomésticos como el lavavajillas y la lavadora cuando estén al completo, y así tendrás que ponerlos menos veces.
4. Opta por la ducha en lugar del baño, pero mantén el grifo cerrado mientras te enjabonas.
5. Coloca difusores de agua en los grifos para reducir su consumo.
6. Instala dispositivos de ahorro de agua en los inodoros, y utiliza la cisterna sólo cuando sea necesario.
7. Para facilitar el proceso de depuración, utiliza jabones y detergentes que sean biodegradables. Tampoco debes arrojar residuos tóxicos por los desagües, ni residuos por el inodoro, tales como toallitas o restos de comida.
8. Riega las plantas al amanecer o al anochecer, para evitar que el agua se evapore. Siempre que sea posible utiliza para hacerlo agua reciclada, como la que hayas utilizado para limpiar fruta o verdura.
9. Si tienes jardín no dejes la manguera abierta, e instala sistemas de riego automático con sensores de lluvia que interrumpan el riego cuando llueva.
10. Si tienes piscina, mantén el agua limpia durante el año en lugar de vaciarla para evitar llenarla de nuevo cuando llegue el verano.
Tus derechos en consumo del suministro de agua
Las personas que contratan un servicio de suministro domiciliario de agua cuentan con una serie de derechos reconocidos en el Decreto 120/1991, de 11 de junio, entre los que figuran recibir agua potable, disponer de forma permanente del suministro contratado, que se le facturen los servicios de acuerdo a las cuantías vigentes y con una periodicidad máxima de tres meses, que se le haga una lectura periódica del contador, que se formalice por escrito su contrato y la libertad de elección del instalador autorizado.
También tienes derecho a formular reclamaciones, a consultar todas las cuestiones referidas a la prestación y funcionamiento del servicio, a recibir contestación por escrito de las consultas y a visitar las instalaciones de tratamiento de agua.
Además, deberás cumplir una serie de obligaciones, como pagar los recibos y las fianzas, utilizar correctamente las instalaciones, dar facilidades para las instalaciones e inspecciones, y nunca ceder agua a terceros.
También tendrás que informar a la entidad sobre cualquier avería; utilizar el agua para los usos contratados; informar por escrito cuando quieras darte de baja; instalar equipos de reciclaje si tienes piscinas, equipos de refrigeración o instalaciones frigoríficas que utilicen el agua como medio portador de energía térmica; y establecer redes interiores por donde circulen independientemente las aguas, en el caso de que en una misma finca exista agua de otra procedencia junto al agua pública.
Cómo reclamar
Si no estás conforme con el servicio prestado, tienes derecho a presentar una hoja oficial de quejas y reclamaciones de la Junta de Andalucía ante la empresa suministradora, que debe responderte por escrito en el plazo de diez días hábiles.
En caso de que no haya respuesta por parte de la empresa, o de que no estés de acuerdo con la respuesta recibida, podrás acudir a la Oficina Municipal de Atención al Consumidor (OMIC) de tu ayuntamiento, o al servicio provincial de Consumo de la Junta de Andalucía correspondiente.
Por último, te recordamos que ante cualquier duda o consulta sobre este tema puedes contactar con la plataforma Consumo Responde. Este servicio de la Junta de Andalucía está disponible de forma gratuita y continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es, así como en la página web www.consumoresponde.es y en las redes sociales.
