Rancio Sevillano entrevista a los monos del Peñón

-¿Pero vosotros cómo sabéis hablar castellano?

-You’ll see mate, después de tanto español viniendo, es normal que algo se te vaya quedando cohone.

Si soy sevillano que cuando vuelvo de Triana tengo jet lag, pero ésto había que hacerlo. La responsabilidad me ha podido y estoy sentado, en entrevista secreta, con la X fundamental en la ecuación del conflicto diplomático con Gibraltar: los monos del Peñón.

Mono: ¿Todo safe pisha?

Rancio: Creo que no me ha seguido nadie, os he traído unos plátanos.

Mono: Plátanos de qué bitch, nosotros lo que queremos son chicharrones del Manteca.

Rancio: Eso cómo va a ser. Vamos a ver: vosotros que sois más, ¿ingleses o españoles? ¿de papá o de mamá?

Mono: Ojú, yo qué sé, la pregunta del Million (INCISO: RESPONDE UNO QUE PARECE EL LÍDER. HAY CUATRO MÁS. TODOS VAN CON CAPUCHAS). Tenemos un cacao bueno con eso. En principio somos ingleses, pero a mí el adobo y las puntillitas me tiran mucho. ¿Tú sabes lo que es estar geográficamente en Cádiz, y en vez de comerte unas coquinitas o unos erizos, tener que zamparte la mierda esa de los fish&ships? No te puedes imaginar cómo se te quedas un día y otro de ver cómo los pescadores de La Línea sacan unas caballitas de categoría y a ti te dan baked beans. That's disgusting.

Rancio: De carne mechá, cortito ¿no?

Mono: Roastbeaf de mohone tío, no tiene nada que ver…

Rancio: Entonces ¿por eso queríais que nos viéramos?

Mono: That's right pisha. Hay que dinamizar el conflicto. A ver, nosotros seremos monos pero carajotes no somos. Sabemos que todo esto lo han sacado en España para despistar about Bárcenasgate, pero queremos aprovechar el tirón, que esto acabe y ser españoles de una vez; y no somos los únicos.

Rancio: ¿Qué me dices?

Mono: Lo que oyes, Rancio. Nosotros tenemos los cartones de Winston del Águila baratos, vale. Pero ¿quién tiene las espinacas con garbanzos? ¿Y los montaditos de pringá? La gente no es tonta y ahora con Internet, imagínate. Ven cosas y las quieren. Y el Gobierno de aquí lo sabe y ha cortado el grifo.

Rancio: ¿Qué quieres decir?

Mono: Aquí todo lo español está vetado en Internet. Por ejemplo, Juan y Medio es un sexsimbol clandestino en la resistencia, pero si tú haces una search in Google, te salen fotos de Hugh Grant. Por un programa de Menuda Noche, se pagan millonadas en el mercado negro de aquí, en La Roca. Lo de los cartones de Winston es mentira. El contrabando no lo hacen de aquí para allá. Los periodistas no se enteran: el tabaco es una excusa. Con lo que ganan dinero es con los DVDs de Arrayán que meten aquí desde allí; se prestan como los libros prohibidos en la Transición, y además, como son infinitos. Las redes sociales, igual, capadas. Coño, el otro día escribí en un buscador “Chirigota con arte en el Falla” y automáticamente me mandó al enlace para comprar entradas de Los Miserables en Londres.

Rancio: No, desde luego, ahora que lo pienso, quién va a querer ser inglés pudiendo ser andaluz…

Mono: Claro pisha, igualito de bien están nuestros primos del zoo de Jerez que nosotros. Allí, si llegas un poquito tarde no pasa nada. Aquí, con la fucking puntualidad inglesa, como llegues con un minuto de retraso ya están largando de los monos. Por no hablar de Mister Bean todo el día. Igualito que Paco Gandía.

Rancio: Igualito, sí. Semana Santa no tenéis tampoco ¿no?

Mono: Qué vamos a tener ni vamos a tener. Aquí, nada más que hay chocolatinas After Eight de esas que no hay quien se las coma; y cabinas rojas que, aparte de para Instagram, ya me dirás tú para qué valen ahora que hasta nosotros, que somos monos, tenemos móviles. A ver por qué te crees que hay iconos de monillos en el Whatsapp.

Rancio: ¿Y qué puedo hacer yo?

Mono: Ayúdanos a salir de aquí. Queremos ser monos andaluces.

Rancio: Hombre, en la Cafetería de Los Monos de Sevilla yo he celebrado las comuniones de mi chica y de mi mayor, por ahí me ganáis. Lo intentaré, pero sólo una cosa: si el Peñón pasa a ser andaluz… ¿Los Melon Diesel serían andaluces también?

Mono: Eh… Supongo que sí.

Rancio: Pues entonces... entonces amigo, no hay trato. Dile a los ingleses que se pueden aburrir tirando bloques al mar que ya les buscaremos un sitio nuevo a nuestros pescadores, pero poca solución le veo.

Mono: Lo sabía, y mira que les obligamos a cambiarse de nombre.