Sevilla me sabe a Ciencia

Ahora que las calzadas ya no rechinan por la cera de los cirios y que los ecos de palmas y tamboriles rocieros desaparecen dando paso al verano sevillano, nuestra ciudad se prepara para acoger el segundo evento Ciencia Jot Down, organizado conjuntamente por la Universidad de Sevilla y la revista Jot Down.

A estas alturas del cuento, en pleno siglo XXI e inmersos en un mundo cada vez más científico y tecnológico, afortunadamente, es evidente (y no debería ser necesario ni decirlo) que la ciencia es una parte, cada vez más importante, de la cultura de cualquier ciudadano. El propio Asimov se quejaba de que lo más triste de estos tiempos es que la ciencia adquiere los conocimientos mucho más rápido de lo que la sociedad adquiere sabiduría. Evidentemente, no es lo más triste, tenemos otros muchos problemas más cotidianos como comer, tener un médico al que acudir o una escuela pública razonable. Pero sí que muchas veces un desconocimiento de la Ciencia ha desembocado en episodios tristemente lamentables, como por ejemplo el caso de difteria aparecido en Cataluña recientemente.

La ausencia de unos mínimos conocimientos científicos nos hacen ciudadanos mucho más vulnerables y manipulables, nos convierten en presa fácil de esos charlatanes de new age que nos estafan con homeopatía, reiki, medicina cuántica o cualquier otra cosa que se les ocurra y que suene lo suficientemente cool. Por no hablar de lo desarmados que estamos frente a la oferta de un producto bancario o una super rebaja de la muerte si no controlamos un poco las matemáticas.

Todo lo anterior suena bastante lógico, ¿no? Bueno, a mí me lo parece, pero, claro, lo acabo de escribir yo. Sin embargo, no es difícil encontrar ejemplos que no vienen sino a dar la razón a don Isaac: personas que presumen de ser cultos a la vez que se jactan de su desconocimiento absoluto de conceptos básicos de ciencia, como si de una traviesa gracieta se tratara. Parafraseando aquel comercial sobre detergentes: el ignorar se va a acabar. Bueno, lo vamos a intentar. Nos parece necesario, para ello, acercar los conocimientos y descubrimientos de la ciencia a todos. Y de ahí nace el evento Ciencia Jot Down cuya primera edición se celebró (con gran éxito de crítica y público) en junio de 2014 también en Sevilla.

Este año, dentro de unos días, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática abrirá de nuevo sus puertas a todos aquellos que se quieran acercar a pasar una tarde de viernes y una mañana de sábado escuchando a grandes divulgadores de la Ciencia de nuestro país. Serán charlas en tono simpático, ameno y didáctico para que cualquiera pueda entenderla sin necesidad de conocimientos previos iniciales sobre el tema. Están todos invitados. La entrada es gratuita pero, por razones de control de aforo y seguridad, es necesario inscribirse aquí. Nada, se tarda 2 minutos o menos. Existe también la posibilidad de adquirir una localidad de la fila 0, esta cuesta 50 euros y da derecho, además, a asistir a la cena del viernes 12 con todos los ponentes y organizadores y a un regalo de la revista Jot Down.

El programa lo pueden consultar completo aquí, pero les doy algunas pistas. La tarde del viernes comenzará con una charla de la Dra. Isabel López Calderón, catedrática de Genética de la Universidad de Sevilla y una de esas personas de las que nunca quieres que deje de hablar, porque lo cuenta todo muy claro. Y tan bonito... Ella nos hablará del genoma humano y de los avances espectaculares de la genética. Tras ella, otra doctora y también Isabel, la Dra. Isabel Fernández Delgado, profesora titular de Matemática Aplicada de la Universidad de Sevilla y una de las matemáticas más relevantes de este país, nos acercará, con su desparpajo y gracia natural, al mundo de las matemáticas de las pompas de jabón y sus aplicaciones, por ejemplo, en arquitectura. Tras un descanso de media hora, una mesa redonda sobre Periodismo Científico que promete ser, al menos, entretenida tratando de resolver la eterna duda de quién debe divulgar la Ciencia: profesionales de la comunicación o de la Ciencia. Una pregunta difícil e incómoda para algunos, como aquella de si quieres más a papá o a mamá. Promete. Créanme.

Cerramos la tarde con humor, risas y ciencia se darán la mano durante la actuación de los 3 ganadores del certamen Famelab 2015 que, por cortesía de la FECYT, cerrarán la tarde del viernes a golpes de carcajadas.

El sábado por la mañana empezaremos con amor, mucho amor, amor a raudales, respetando a nuestro sabio refranero popular y su sábado, sabadete. El primero en subir al escenario será, nada más y nada menos, que el Dr. José Ramón Alonso, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Salamanca y uno de los mejores divulgadores de Neurociencia en nuestro país. Con el tono cercano y delicioso que le caracteriza, nos hablará de los procesos que se desencadenan en nuestro cerebro cuando nos enamoramos. Seguirá una mesa redonda que, con el título Amor 2.0, tratará de analizar cómo ha cambiado la forma de buscar a nuestra media naranja en el nuevo escenario que las redes sociales, internet , la robótica, la realidad virtual o la inteligencia artificial nos han proporcionado. ¿Se puede estar enamorado de una máquina? De una máquina de verdad, digo, no de alguien que comparezca en pantalla de plasma, eh. Y bueno, que siempre es agradable hablar del amor, a todo el mundo le gusta el amor, y si es desde el punto de vista científico, pues mira, de paso aprendemos algo. La ciencia con amor entra.

Ojo a la siguiente charla porque el Dr. Pablo Artal, catedrático de Óptica en la Universidad de Murcia y otro experto divulgador en su área, nos hablará de los múltiples aspectos de la óptica aplicada a la visión y de cómo estamos consiguiendo mejorar la visión en casos en los que antes no había mucho que hacer. Pasaremos a la entrega de premios del certamen de divulgación científica DIPC, que este año han recaído sobre Helena Matute (primer premio) y Ana Rosa Delgado (segundo). Como colofón, José Antonio Pérez, mi jefe (el director) del programa Órbita Laika (de La2 de TVE) nos explicará, en el tono cómico y desternillante que le caracteriza, los quebraderos de cabeza que ocasiona hacer un programa de divulgación científica en la televisión, tratando de contentar desde aquellos del “pues no lo entiendo” hasta los de “bueno, eso no es exactamente así” sin morir en el intento. Es vasco, pero, oye, tiene su gracia.

Si han llegado leyendo hasta aquí, gracias y espero haberlos convencido de que el fin de semana que viene donde mejor van a estar es con nosotros escuchando hablar de Ciencia, se lo aseguro. Nos vemos en Ciencia Jot Down. Soy la señora pelirroja con gafas.