Triaje trilero frente al crack sanitario

El domingo 20.000 médicos, enfermeros y pacientes de Andalucía se manifestaron en Sevilla contra el deterioro del sistema público de salud, notable ya en el Gobierno de la socialista Susana Díaz, pero acelerado hasta alarmar en este año de Gobierno de Juan Manuel Moreno, del PP, con Cs y apoyo de Vox. La protesta de Justicia por la Sanidad sigue a la del domingo previo en que la Marea Blanca de 7.250 andaluces en Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla defendió que 'La salud es un derecho y la sanidad pública no se vende'.

¿Reacción del consejero de Salud, Jesús Aguirre? Prometer, en prensa y radio, que limitará, a 30 por día, los pacientes con cita para el médico de familia. Hace doble trampa al anunciar algo que ya prometió en abril de 2019 y que no arregla el tema pues los médicos atienden hasta al doble de pacientes de los “citados” en agenda.

Los enfermos que piden cita con su médico de cabecera ven, de semana en semana, que tienen que esperar más. Los cuadrantes de la App Salud Responde están más llenos y, por eso, es realidad cotidiana que vayan al ambulatorio y se les añada como pacientes de urgencia.

Una simple pregunta a médicos de familia y pediatras –he consultado a varios para contrastar mi experiencia de usuaria- aclara, para empezar, que la agenda de un facultativo cambia en función de si trabaja en ciudad con muchos centros de salud, centros de especialidad y hospitales o en consultorios rurales o incluso en ciudades dormitorio hiperpobladas y con escasa dotación sanitaria.

Pero la media de pacientes con cita al día va de los 30 que promete Aguirre a unos 47. La teoría, que no se respeta, dicta que, de las ocho horas de trabajo, dos son para atención domiciliaria, cinco y media para pasar consulta de siete minutos por paciente, en total esos 47 enfermos al día, y media hora para desayunar, ir al baño o levantarse de la silla. Lo cierto es que se llega hasta 60 pacientes diarios y, en meses punta como enero y febrero, se supera.

Junto al mantra de “limitaremos las citas a 30”, el consejero Aguirre enarbola un palabro: “triaje”, para decir que crearán en los ambulatorios un sistema para cribar quién entra de urgencia y quién debe marcharse. Otro anuncio trilero. Ya hoy se da la polémica entre usuarios sobre quién entra porque está grave o 'se cuela'. Cuando hay dolencias sin gravedad, pero dolorosas, preocupantes o de consecuencias, tras una espera de días, que un paciente no sabe calibrar. El personal administrativo de mostrador se niega a decidir pues, como el paciente, carece de criterio médico. Ese triaje del consejero Aguirre, ¿quién lo hará?

Todos los caminos llevan a contratar más médicos

Sólo hay dos vías para poder limitar, de verdad, a 30 los pacientes diarios (sumados los de agenda y urgencias) y que los médicos dediquen diez minutos a atender a cada uno. Una de esas vías será disparar la demora para una cita, con lo que más pacientes irán de urgencias y será la pescadilla que se muerde la cola o crece la plantilla médica.

En salud no hay atajos, magia, ni remedios baratos. Garantizar a los ciudadanos la atención sanitaria, que merecen y pagan, requiere invertir. Para empezar, en médicos que cubran vacantes por jubilaciones y bajas. Lo que no se está haciendo.

Como los andaluces recuerdan la gestión sanitaria de otra Aguirre del PP, Esperanza y como los populares arrastran décadas de ataque a la sanidad pública en Madrid y Valencia para derivar pacientes y hacerle el negocio a clínicas privadas, es lógico que tiemblen.

“Funciona ahora peor que con Susana Díaz”, clamó en la manifestación el médico Jesús Candel, alias 'Spiriman' quien, desde que en 2016 creó Justicia por la Sanidad, fue aplaudido por los populares como azote a la Junta del PSOE. “Aguirre, y su equipo son Los hombres de Paco, incompetentes e inútiles que no saben manejar las listas de espera, ni darle a los profesionales el trato que reclaman, que están despilfarrando dinero y siguen con los mismos chiringuitos”.

Tiene su 'chiringuitismo', desde luego, empujar a los pacientes desesperados -y que puedan pagarlo- a la privada a la vez que la Junta firma directamente conciertos con clínicas donde los médicos son contratados a dedo, para que los dueños de compañías de salud se lucren con nuestros impuestos.

En diez años se jubila la mitad de la plantilla sanitaria

El crack del sistema público de salud no ha hecho más que empezar porque en 2032, el 49,8 por ciento de los actuales sanitarios de Andalucía se habrá jubilado. Los sindicatos y colegios de Médicos llevan años avisando de que las plazas de residentes MIR que se ofrecen no bastan.

También la cifra de inversión de la que el consejero Aguirre presume es ridícula. Ayer, en La mañana de Andalucía de Canal Sur Radio, sacó pecho por haber subido este año el presupuesto del 6,1 por ciento al 6,4. Habló de un total de 1.200 millones de euros, muy lejos de los 3.000 millones que el propio presidente Moreno señala como déficit sanitario y poco más de un tercio de los 8.000 millones necesarios, según los colectivos en defensa de la sanidad pública.   

En el aniversario del primer ejecutivo de derechas en Andalucía tras 37 años del PSOE, el auto-llamado ‘Gobierno del cambio’, no es que no dé resultados, sino que sigue con la excusa de la “herencia”, sin plan creíble a la vista.

Mejor no enfermar… O luchar por la sanidad pública de calidad.