Los dirigentes del PP-A intentan forzar la designación de su nuevo candidato antes de fin de año
La tensión entre las distintas direcciones provinciales del PP-A, especialmente entre Sevilla y Málaga (junto a Cádiz), para elegir el candidato a las próximas elecciones autonómicas da fuerza a la apuesta por el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno Bonilla. No sólo porque cuenta con el beneplácito de Málaga, sino también porque la dirección del partido lo ve con buenos ojos. O es él o es el actual secretario general del PP-A, José Antonio Sanz, la apuesta de Sevilla, pero a la que desde Málaga se oponen, afirman fuentes de los populares andaluces.
En todo caso, la clave está en hasta qué punto se desautorizará a la dirección regional desde la calle Génova a la hora de elegir al cabeza de cartel para un cometido que es a todas luces un caramelo envenenado, dado que los populares son conscientes de las dificultades para conseguir un buen resultado en Andalucía cuando las encuestas sólo coinciden en augurar subidas a IU. E IU puede equivaler a una reedición del pacto con el PSOE-A, y por tanto, ninguna opción de gobernar.
Por eso, de hecho, alcaldes con mayoría absoluta en sus respectivas capitales de provincia, como Juan Ignacio Zoido, presidente del PP-A en Sevilla, y José Antonio Nieto, en Córdoba, que han sonado como candidatos, se resisten a aceptar el reto y, o se han descartado, o “casi”. Y es que las elecciones municipales, aunque resulten un buen termómetro de cara a otros comicios, no son luego reflejo de lo que el ciudadano vota para las elecciones autonómicas; de ahí los recelos de estos regidores.
En este contexto, dirigentes del PP sitúan en noviembre o diciembre a más tardar la elección del candidato. Oficialmente, desde el PP-A sólo insisten en que tienen su propio calendario y que no hay prisa, porque además disponen de un “gran ramillete” de gente válida para el cometido. Parece que ese ramillete es demasiado grande o ha empezado a marchitarse. De hecho, la realidad que se respira en las distintas direcciones provinciales es otra. Se trata, según explican, de no dar tregua a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, e impedir que pueda consolidar su liderazgo y echar por tierra el techo electoral de los populares en las últimas elecciones autonómicas, un nicho que en cualquier caso el partido más votado en 2012 no está sabiendo aprovechar y puede perder definitivamente, según reconocen fuentes del PP.
Los populares andaluces quieren aprovechar también que la formación que vive sus momentos más dulces, IU, todavía no se ha decantado por un candidato, aunque los dos que suenan con más fuerza, el coordinador regional, Antonio Maíllo, y la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, tienen claras plataformas de lucimiento que están rentabilizando.
Pese a que la decisión última depende del presidente del Gobierno de la Nación, Mariano Rajoy, cada vez hay más voces que están convencidas de que el nombre del cabeza de cartel se sabrá este trimestre para relanzar el PP-A, en un momento en que la formación empieza a registrar una caída en las encuestas. Los dirigentes andaluces que se muestran partidarios de hacer esa designación cuanto antes argumentan que hay que empezar a contrarrestar la estrategia de la presidenta de Andalucía, que ya ha empezado una gira por toda la comunidad autónoma, provincia a provincia, para afianzarse en su nuevo cargo.
Un almuerzo con un tema sobre la mesa
Según estas mismas fuentes, es necesario tener ya un candidato que se dedique también a recorrer todos los pueblos de Andalucía y responda diariamente a los mensajes de Susana Díaz, a los que algunos populares definen como una mujer “inteligente” y “trabajadora” que puede hacerles daño en las urnas. Los partidarios de acelerar este proceso recuerdan además que el propio presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, ha dicho en varias ocasiones que prefiere ser alcalde de Sevilla. Es más, destacan que en los escasos 20 días que la presidenta lleva en el cargo ya le ha reprochado en dos ocasiones en el Parlamento de Andalucía que no cumpla con su papel en la oposición y que no quiera “estar ahí”.
Este martes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se desplazará a Jaén para participar en la interparlamentaria regional del partido, una visita que ha disparado las especulaciones sobre la elección del candidato del partido. Oficialmente la vicesecretaria de Organización y Política Municipal del PP-A, Ana Corredera, ha dicho que ese encuentro no puede interpretarse como una cita para elegir al cabeza de cartel. Sin embargo, el almuerzo que la secretaria general tendrá al mediodía con los ocho mandatarios provinciales ha puesto sobre aviso a muchos dirigentes, que dan por sentado que ese tema estará encima de la mesa.
Desde la dirección del PP-A se admite en privado que noviembre es un mes apto para nombrar y designar candidato. Precisamente ese mes, los días 8 y 9, el presidente del Gobierno de España y la cúpula de Génova se desplazará a Córdoba con motivo de la interparlamentaria nacional del partido. Fuentes del PP-A reconocen que ese foro no se concibe como el ideal para hacer público a un candidato porque se tratarán temas nacionales, como los Presupuestos Generales del Estado, las reformas impuestas desde Madrid o las elecciones europeas.
Sin embargo, hay quien interpreta que haber elegido Andalucía para este cónclave precipita esa designación y evidencia que Mariano Rajoy no se olvida de que hay que buscar pronto un recambio en esta comunidad autónoma. En las quinielas figuran como posibles aspirantes, además de los citados, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que sería el nombre de consenso. Tampoco se descarta que Marian Rajoy se decante al final por alguno de sus ministros, dado que tanto Fátima Báñez como Miguel Arias Cañete tienen orígenes andaluces. La primera tiene el inconveniente de que gusta más a los socialistas como rival que al PP-A como cabeza de cartel. Y el segundo, tiene más sus ojos puestos en Europa que en lidiar con la aldea gala.
