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Cada vez son más las mujeres que generan empleo en Andalucía, 1,4 puntos porcentuales (por encima de la media europea, del 0,4) entre 2008 y 2011. En este blog queremos presentar casos de éxito de emprendedoras que han logrado superar las barreras sociales de género u otras barreras como el miedo al fracaso; mujeres cuya experiencia puede servir de inspiración y motivación a otras muchas en tiempos de crisis y desempleo.

La Herradura: siete años de terapia y empresa “al galope”

La Herradura lleva desde 2007 realizando terapias escuestres con personas con necesidades especiales.

Ana Carretero

  • Tras un curso del Servicio Andaluz de Empleo, seis chicas sevillanas decidieron crear La Herradura, una cooperativa que ofrece entre otros muchos servicios terapias ecuestres para personas discapacitadas.

Cuenta Cristina Fernández, una de las impulsoras de la cooperativa La Herradura, que cuando fueron a pedir una subvención de la entonces Consejería de Innovación parecía que la habían diseñado para ellas. Entre los requisitos estaba utilizar recursos ociosos o infrautilizados y tener ideas novedosas en el entorno rural. Cristina, como las seis compañeras que originariamente formaron esta cooperativa especializada en temas equinos, se conocieron en un curso de terapia ecuestre organizado por el Servicio Andaluz de Empleo, financiado con dinero del Fondo Social Europeo y en el que colaboraba el ayuntamiento de Dos Hermanas. “Ninguna teníamos contacto con los caballos. Habíamos trabajado con menores, con discapacitados, en gabinetes psicopedagógicos”, cuenta. “Fue en las prácticas de este curso cuando nos dimos cuenta de lo positivo que era trabajar con caballos y los efectos que tenían en personas con necesidades especiales”, añade.

“Ninguna teníamos relación con el mundo empresarial. No teníamos recursos porque estábamos en paro. Así que presentamos un proyecto al Ayuntamiento de Dos Hermanas. Tardamos más de siete meses en terminarlo. Entre las cosas que pedíamos, nos dimos cuenta de que el hipódromo de esta localidad era inmenso y podían tener cabida otras cosas”, explica. La idea de crear su negocio poco a poco fue rondándoles la cabeza. Más si cabe cuando al llamar a las puertas de los despachos, “una asociación parecía que no tenía tanta credibilidad”.

Según Fernández, “adoptamos la fórmula jurídica de la cooperativa porque es la filosofía de trabajo que nos gustaba”. Y en los primeros años, algunas incluso abandonaron el barco: “Fue duro, trabajábamos todo el día y sin sueldo. La más joven de nuestras compañeras lo dejó en los primeros tres meses. Otra compañera se fue pasado unos años porque tenía otras miras profesionales”, cuenta con soltura. Cristina se sorprende al comprobar los años que han pasado desde que en 2007 iniciaran sus primeros pasos en el mundo de la terapia ecuestre.

“No paramos de formarnos según las necesidades de la empresa. Somos psicólogos y pedagogas, tenemos másteres de Terapia Ecuestre de la Universidad Pablo de Olavide y de Equitación Terapeútica de la Carlos III. Yo soy intérprete de lengua de signos, todas somos formadoras ocupacionales”, sostiene. Un rosario de títulos y cursos sobre los que han ido construyendo, y de la terapia han pasado a los cursos de formación, los campamentos con caballos, las clases de equitación, las excursiones escolares, etc.

Ese dinamismo les han valido un buen número de premios: “Hemos ganado tanto a nivel provincial como autonómico y nacional. El Premio Arcoiris a la Mejor Cooperativa Juvenil en el 2011 nos hizo especial ilusión. El premio de la Obra social Bancaja nos ayudó muchísimo para arrancar”, subraya.

Según Cristina Fernández, “el caballo te ofrece un buen número de posibilidades”. Con estos animales, los monitores de La Herradura trabajan tanto a nivel físico como emocional con las personas que requieren sus servicios. “El calor del caballo relaja los músculos, su marcha transmite patrones de locomoción, se puede controlar mejor el equilibrio”, explica. “A nivel social y emocional también es muy útil, es un animal gregario que no te juzga y requiere de cuidados que obliga a la persona a prestarle atención. Es realmente bueno para la autoestima”, concluye.

La Herradura, en estos seis años de vida, no ha parado de crecer, innovar en la actividad que decidieron emprender y establecer contactos y alianzas. “Nosotras nos apuntamos a todo lo que nos enteramos, creemos que el trabajo en red es fundamental”, sostiene esta treintañera que ha visto cómo la idea que un día visibilizaron ella y sus compañeras en un aula, hoy se ha materializado.

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Cada vez son más las mujeres que generan empleo en Andalucía, 1,4 puntos porcentuales (por encima de la media europea, del 0,4) entre 2008 y 2011. En este blog queremos presentar casos de éxito de emprendedoras que han logrado superar las barreras sociales de género u otras barreras como el miedo al fracaso; mujeres cuya experiencia puede servir de inspiración y motivación a otras muchas en tiempos de crisis y desempleo.

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