Iniciativa andalucista para una Andalucía Libre

Este sábado, 4 de marzo, de 2017, se celebrará una Asamblea en el Instituto La Rosaleda de Málaga, impulsada por Iniciativa del Pueblo Andaluz, Izquierda Andalucista y otros colectivos tanto de ámbito andaluz como municipal, para comenzar un proceso de construcción de un espacio de confluencia de todos y todas las personas y organizaciones que defienden un andalucismo progresista, de izquierda, feminista, ecologista, democrático y republicano. ¿Cuáles son los objetivos de este proceso de convergencia al que hemos llamado “Iniciativa andalucista para una Andalucía Libre”?

1. Para que Andalucía vuelva a liderar el cambio como lo hizo al comienzo de la transición

Desde que estalló la crisis de la globalización estamos viviendo una época nueva. Una época en la que está estallando todos los problemas que han generado las falsas soluciones que implantó el neoliberalismo. El Estado español en general, pero Andalucía en particular estamos sufriendo una crisis sin precedentes en todos los ámbitos. En el conjunto del Estado ha habido una respuesta social que ha supuesto un cambio radical en el sistema político por la pérdida de peso del bipartidismo y la recomposición de la izquierda, aunque el cambio se ha ralentizado al no haberse conseguido echar al Partido Popular del gobierno.

Andalucía, a pesar de ser el territorio con mayores índices de desigualdad, no se ha incorporado plenamente al cambio. El bipartidismo sigue fuerte y el PSOE sigue gobernando esta vez con el apoyo de un partido liberal y centralista como es Ciudadanos y además se ha convertido en la tendencia más derechista y españolista de las que compiten por el liderazgo en ese partido.

Sin embargo, es ahora cuando Andalucía tiene la oportunidad no solo de incorporarse al cambio sino de protagonizarlo. Esa es nuestra función, que Andalucía vuelva a liderar el cambio como lo hizo al comienzo de la transición.

2. La disyuntiva es o cambio o más sufrimiento social

La convergencia del andalucismo progresista quiere contribuir activamente a emprender un camino para superar la desigualdad que padecemos a todos los niveles, empleo precario, pobreza, salarios y pensiones 25 puntos por debajo de la media del Estado. Es urgente que avancemos en vencer al paro estructural que sufre más de un millón de andaluzas y andaluces.

Los poderes económicos están utilizando nuestra situación de paro, desigualdad y pobreza para esquilmar nuestro patrimonio natural y para imponer pautas de consumo insostenibles que además arrastran nuestro patrimonio cultural. Al mismo tiempo que vemos cómo se deterioran los servicios públicos y las infraestructuras.

Y todo ello, el paro, la precarización en el empleo, el deterioro de los servicios, lo están sufriendo en mucho mayor medida las mujeres, los jóvenes y los sectores de la población con menos recursos.

Apenas tenemos instrumentos para enfrentarnos a esta situación porque el centralismo está consiguiendo, con la complicidad del gobierno andaluz, convertir la autonomía política que conquistamos en una simple autonomía de gestión administrativa.

Y además tenemos la amenaza de que la crisis territorial termine en un reparto asimétrico del poder y volvamos a la situación en la que querían que fuésemos un territorio político de segunda y que el pueblo andaluz impidió, cuando conquistó una autonomía como la que más, en las movilizaciones que van desde el 4D de 1977 al 28 de febrero de 1980.

3. Un andalucismo de mayorías

La función del andalucismo del siglo XXI es ser la fuerza que logre unir a la mayoría del pueblo andaluz para que nuestro pueblo hable con la voz del pueblo trabajador, para que el todo, la nación andaluza, sea la representación de la gente, de los que por separado no tenemos poder pero que juntos generamos el poder democrático.

Para ello queremos, en interlocución con todas las organizaciones sociales, articular un proyecto sistemático desde las demandas populares. Para eso necesitamos una fuerza política andaluza, que, sin interferencias, contribuya a organizar las demandas en un proyecto viable de cambio empezando por la raíz, por el cambio en el sistema productivo, porque ahí es donde se crea empleo, donde se vence a la desigualdad y donde se le disputa el poder a los grandes poderes económicos a los que solo les preocupa la rentabilidad económica a corto plazo.

Queremos un discurso que conecte con la mayoría de los andaluces y andaluzas, desde los sentimientos, los símbolos y los intereses compartidos para, desde la legitimación democrática, disponer de leyes para transformar radicalmente el sistema productivo andaluz.

Porque la realidad social se cambia cuando el pueblo tiene la fuerza para traducir sus demandas en normas jurídicas que nos vinculan a todos y a todas, en mandatos universales aprobados por las mayorías parlamentarias, ejecutadas por el gobierno y publicada en los boletines oficiales.

Sabemos que tenemos recursos para que Andalucía no solo deje de ser la que sufre las peores cifras de paro o desigualdad, sino para ser un modelo de transición hacia una economía verde. Además, por vez primera partimos de un patrimonio constitucional que nos reconoce como nacionalidad.

4. Un proyecto para la transición económica

Nuestro proyecto se basa, en el marco de los valores de la soberanía energética y alimentaria, en el impulso del 100% de energías renovables, el desarrollo endógeno, la economía circular, la agroindustria sostenible, la agricultura ecológica, nuevas pautas de consumo, comercio de cercanía, turismo sostenible, innovación, distritos tecnológicos, industria verde, cooperativismo, igualdad de género en las condiciones de trabajo y en la dirección de las empresas, un nuevo concepto de movilidad, del urbanismo y de las relaciones entre el medio rural y los centros urbanos.

Partimos de la defensa de las necesidades inmediatas de nuestra gente, de la defensa de los servicios públicos, de las infraestructuras, del desarrollo 100% del estatuto, de la implantación inmediata de la Renta Básica, de la lucha sin descanso contra la violencia machista, de la defensa de nuestro patrimonio natural y cultural.

Necesitamos poder político para conseguir una financiación autonómica justa y las inversiones necesarias para transformar el modelo productivo, desarrollar las infraestructuras necesarias y disponer de servicios públicos universales de calidad.

Y para ello queremos conectar la defensa de las clases trabajadoras, el feminismo, la cultura, la ecología y las instituciones frente al mercantilismo y el economicismo.

En esa sinergia hay un motor y ese motor es la cultura. Por eso reivindicamos, prioritariamente, que los medios públicos de comunicación tengan la calidad que la dignidad del pueblo andaluz se merece.

Sabemos que la globalización supuso un cambio en la escala. Por eso defendemos nuestro proyecto en el contexto de una nueva institucionalidad democrática global sobre los principios del federalismo, la plurinacionalidad y la cosoberanía, para que los poderes públicos democráticos logren poner a los poderes económicos al servicio de los internes de la mayoría y no a la inversa.

5. Nuevas herramientas políticas andaluzas

Para que Andalucía vuelva a liderar el cambio y evitar tanto sufrimiento social, para que los intereses de las clases trabajadoras, de las mujeres, de los jóvenes, de los sin poder, se identifiquen con los intereses de la nación andaluza, para que las instituciones de autogobierno sean el motor de ese cambio, para que Andalucía vuelva a liderar y hacerlo posible en España y en Europa, necesitamos nuevas herramientas políticas.

Necesitamos en primer lugar una organización política de nuevo tipo, flexible, participativa, democrática, abierta a la sociedad, fraternal, feminista, donde nos ayudemos entre nosotros y entre nosotras, desde el respeto y la colaboración. Alejada del profesionalismo, de la concepción de la política como guerra, de los egoísmos y de los narcisismos, que interiorice los valores del republicanismo cívico, de obediencia exclusivamente andaluza que se convierta en el sustento de una inteligencia colectica para la acción y para la teoría.

Una organización que mire la realidad social desde Andalucía. Es muy importante porque los centros de poder nos imponen una imagen de esa realidad social elaborada desde el punto de vista de su centralidad y quieren hacerla pasar por la imagen única. Nosotros decimos que la realidad social es plural y que hay muchas ópticas y que quien no tenga su propia mirada es colonizado por la del poder.

Una organización que parta de la escala municipal, de la democracia municipal, de la importancia del municipio como espacio de convivencia, de cambio, de gobierno, de movilización y de experimentación social.

Una organización cuya prioridad sea ser a su vez constructora de organización, ser la cal y la arena que compacte no solo la unidad de la izquierda, sino que sea una estructura de movilización, experiencias sociales y capacidad de gobierno, incorporando a todas las organizaciones y personas progresistas, una casa común desde la pluralidad y la tolerancia a las diferencias.

Una organización que conozca y entienda al pueblo andaluz y que construya un discurso comunicativo y un proyecto de cambio desde nuevos parámetros ideológicos, en los que tengan el mismo rango el nacionalismo republicano, la ecología política y el feminismo, desde el crisol de la democracia participativa, el territorio entendido como un sistema relacional complejo y la necesidad urgente de cambio.