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Elena Víboras: “El banco de tierras ya existe: 4.800 hectáreas que producen y generan empleo”

Elena Víboras, consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.

Lucrecia Hevia / Olga Granado

El 27% del total de exportaciones de Andalucía están relacionadas con el sector agroalimentario, igual que el 23% del empleo industrial y el 8% del PIB de la comunidad autónoma. Son datos de este año que expone la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Elena Víboras. Lo hace durante una entrevista en su despacho del Parlamento. Con satisfacción, con rotundidad; pero con mucha seriedad y también consciente de la responsabilidad y el peso de la cartera que gestiona desde hace poco más de dos meses, “aunque es un sector que no es nuevo para mí”. Su gran reto de Gobierno, la “concentración” de las empresas agrícolas.

Se habla mucho de la necesidad de apostar por la industria para crecer. En ese planteamiento, la industria agroalimentaria suele aparecer como la hermana pobre. ¿Qué piensa al respecto?

El medio rural está vivo y es dinámico. Cuenta con un potencial al que tiene que sacarle todo el rendimiento posible. Sin ir más lejos, Andalucía, ya es pionera en la lucha biológica para proteger los cultivos de las plagas.

Pese a la potencialidad en la producción que muestran las cifras, la asignatura pendiente sigue siendo la transformación y la comercialización. ¿Cómo se va a trabajar en ello?

En el presupuesto de 2014 llevamos 70 millones de euros para trabajar con los empresarios, que deben ser conscientes de que no puede faltarles ese plus. La producción ya la tienen. Falta, efectivamente, la parte más débil del sistema, que es la transformación y la comercialización. Eso da el valor añadido que queremos que se quede en Andalucía.

¿Y eso cómo se concreta?

Se está apostando por la concentración, para que estén unidos en organizaciones con una sola voz. Por ejemplo, para dictaminar el precio. Para que sean ellos los que dictan cuánto vale, y no las cadenas distribuidoras. La gran debilidad nuestra es la atomización de los sectores. Tenemos que concentrar. Y en eso la Junta de Andalucía, con el marco europeo 2014-2020, trabaja mucho para concentrar, concentrar y concentrar. El cooperativismo no puede ser sólo en primer grado, sino en segundo y en tercero.

¿Cómo se facilita esa concentración desde la Junta de Andalucía?

Principalmente, se da dinero directamente a las cooperativas para que se agrupen, para que sean menos y puedan fijar precios más adecuados, y para que transformen. por poner un ejemplo del efecto que esto podría generar: dos grandes cooperativas de Holanda venden más productos que 5.000 pequeñas en España. Está demostrado que tienen un resultado superior.

La cuestión del precio es clave, porque siempre sale a colación lo injusto que resulta ese reparto…

La cadena de valor es injusta. Muchas veces se rompe en el intermediario, en la comercialización en estado puro. Por eso hay que buscar una mayor fortaleza en esos productores. Y esa fortaleza nace de la concentración.

¿Hasta qué punto se debe apostar por este sector para generar riqueza y empleo, y en definitiva sacarnos de la crisis?

El agroalimentario y el turismo son los sectores que están destacando en medio de la crisis en la región. Podemos hablar de estos dos sectores con fortaleza, donde la crisis los ha tocado mínimamente. E insisto, especialmente, el sector agroindustrial, que está dando un salto cualitativo, no sólo cuantitativo.

¿Y cómo se resuelve la elevada temporalidad que lleva aparejada este sector?

Hay cultivos como la naranja que son nueve meses de trabajo. Temporal, pero ¡nueve meses! El aceite va a generar este año 23 millones de jornales… Si esos trabajadores que van a recoger la aceituna tuvieran luego una empresa en la que no sólo se molturara en la almazara, sino que continuara el proceso de envasado, habría continuidad en su trabajo. Es muy difícil, pero los trabajadores del campo deben entender que su futuro pasa por la transformación de esa riqueza.

¿Qué opina de los recurrentes ataques al PER y el recurso al argumento de una Andalucía subsidiada que sale cíclicamente?

Entiendo que la crítica es desde el desconocimiento. En cualquier provincia de España en concepto de desempleo se invierte más que en el PER para Andalucía. Niego la mayor. El PER, y lo digo con conocimiento porque he sido alcaldesa gestionando este programa, ha sido uno de los elementos que más cohesión social ha dado al medio rural. Se habla mal del PER sin datos: 20.000 millones de pesetas [algo más de 120 millones de euros] para el PER es una cantidad mínima en comparación con lo que se da a Cataluña, por ejemplo, para temas de empleo.

Sin embargo, ¿no cree que lo ideal será que estas ayudas vayan dejando de ser necesarias con el tiempo?

Si Andalucía tiene que avanzar no sólo en la producción, sino también en la transformación y la comercialización, esos trabajadores que están bajo el paraguas del PER pasarán a esa otra fase y no será necesario. Es una cosa de todos. Los productores tienen que entender de una vez por todas que su fortaleza, y por tanto la de la comunidad autónoma en la viven, pasa necesariamente por que se incorporen a todo el proceso del sector agroindustrial.

¿Y la ganadería cómo la ve?

Su gran problema es que ha subido mucho el precio de la alimentación del ganado. Por eso en las ayudas que estamos debatiendo con el Gobierno de la Nación para el reparto de la PAC 2014-2020, queremos que se incluya el caprino y el ovino.

¿Qué otras demandas defiende Andalucía en la PAC?

Hemos pedido ayudas directas para frutas y hortalizas porque no las tienen, pero Madrid se ha negado.

La negociación parece atascada, y de hecho, se ha prolongado el plazo para llegar a un acuerdo hasta el primer trimestre de 2014. Pero hace unos meses parecía que Andalucía había ganado en la negociación…

No sé por qué se ha cantado victoria. En julio, se dijo la cantidad que llegaba a España y calculamos 2.000 millones de euros para Andalucía. Sin embargo, se introducía la cuestión de la flexibilidad a la hora del reparto. El problema está ahí.

Se entiende “flexibilizar” como recortar las expectativas de Andalucía, ¿en qué medida?

No me preocupa el pilar de las ayudas directas y a los mercados, los 1.561 millones de euros que apenas se van a tocar. Me preocupa el pilar dos, el de programas de desarrollo rural. En el anterior marco nos correspondía el 26,2% de la totalidad, unos 300 millones de euros al año. Pero el ministro [Miguel Arias Cañete] ha hablado de cambiar esto argumentando que se repartía sin criterios. ¿Cómo que no? [lamenta exhibiendo el documento con los criterios detallados].

¿Ha reculado Madrid en esta postura?

Hay siete grupos de expertos trabajando para este reparto y la primera simulación que hizo el encargado de desarrollo rural es que nos correspondía el 20%. Tras nuestro enfado, nos lo han puesto en un 21,4%. Espero que se cumplan los criterios que había. ¿Por qué se van a cambiar? No quiero pensar que sea porque lo han hecho los que gobiernan en otras comunidades autónomas.

O sea, que Andalucía puede perder…

Sí, pero lo vamos a pelear. Podemos estar de acuerdo o no, pero los criterios están aquí. No me los he inventado yo. También me preocupa lo de las ayudas asociadas donde también se ha insinuado que nos van a pegar otro tajo. Pero además por primera vez hay un programa de desarrollo rural nacional, dotado con unos 200 millones de euros, y claro, el ministerio quiere engordarlo un poco más porque es su escaparate.

¿Quién se lleva los puntos que se quieren quitar a Andalucía?

Básicamente Castilla la Mancha y Castilla y León, que ya sabemos qué fuerza tiene María Dolores de Cospedal.

Parece que la pelea está, pues, en conseguir mantener lo que se tenía. ¿Lograr cosas nuevas queda descartado?

La ganadería es un sector que no estaba en el marco anterior y que ahora queremos introducirlo, porque necesita ayudas directas, y las hemos pedido, como he dicho, para el caprino y el ovino.

Banco de tierras versus observatorio de tierras. ¿Se ha hecho un sucedáneo para contentar a IU?

En el presupuesto de 2014 hay tres millones de euros con el concepto de mejora del uso social del patrimonio agrícola y forestal. Hay que recordar que esto no estaba en el pacto que se firmó con IU, pero sí es un tema que queremos hablar. La Junta de Andalucía dispone de 4.800 hectáreas agrícolas. Hay otras 5.000 forestales. En la medida que podamos, vamos a analizar cómo mejorar la gestión de estas tierras, pero no podemos perder de vista que ya están siendo cultivadas y generan empleo, 5.000 jornales. ¿Pueden ser mejorables? Pues eso es lo que vamos a ver.

Con ese panorama, ¿quiere decir, pues, que ya tenemos banco de tierras?

Ese banco de tierras ya existe. Tenemos 4.800 hectáreas en producción y con empleo. Ese es el punto de partida. Las forestales no dependen de nosotros, sino de la Consejería de Medioambiente y Ordenación del Territorio.

¿Es necesario dignificar la vida en el medio rural?

Creo que la autoestima en el medio rural ahora es muy elevada. La gente joven está volviendo al campo.

Pero eso parece que es porque no le queda más remedio.

Es verdad que hay crisis pero también un valor añadido con esos jóvenes que llegan al campo con formación y que aportan sus conocimientos para una explotación mucho más rentable. Esto va a facilitar un relevo generacional. Y ahí también es importante el papel de la mujer, que son más del 30% del relevo generacional.

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