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Un concejal cumple un año trabajando en un banco de la plaza pública por no tener despacho

Un concejal cumple un año en trabajando en una plaza pública al no tener despacho

Fermín Cabanillas

Javier Valderas, el único concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Lepe (Huelva), lleva un año trabajando en un banco. Pero un banco de una plaza pública. Cada jueves instala su despacho en la Plaza de España, frente al Ayuntamiento, y ahí, a la vez que recibe a los ciudadanos como cualquier concejal, reivindica que el Consistorio local cumpla la Ley y le proporcione una mesa y una silla con techo y puerta.

Una reivindicación que este jueves alcanza un año y que así definía entonces en este vídeo de Canal Costa, sin que le hayan dado una solución y que provoca que “con frío, calor o lluvia” se siente en el banco, se ponga a trabajar, “a recibir gente y a intentar recordar a todo el mundo que no me pueden discriminar por ser un concejal de un grupo con un solo componente”.

Los demás grupos de la oposición (PSOE y PA) sí cuentan con despachos, aunque de reducidas dimensiones el segundo con respecto al primero. Cuando IU llegó al Ayuntamiento en 2011 llegó el problema de donde ubicar a Valderas. Y esa ubicación nunca llegó. En Lepe, además, hay cuatro concejales no adscritos -tres dejaron el PSOE y una del PP- aunque, visto el panorama, ni siquiera han levantado la mano pidiendo un despacho.

El Ayuntamiento, por su parte, asegura que no hay “capacidad física” para atender su petición. De hecho, el edificio de la Plaza de España es el mismo de hace 30 años, sin ascensor ni accesos a la planta alta para personas con minusvalía, y con obras que se han ido haciendo sucesivamente para que los trabajadores locales trabajen todo lo cómodos que puedan, pero insuficiente. Incluso, algunos concejales del equipo de gobierno también carecen de despacho y reciben a los ciudadanos en la sala de Juntas o en salón de Plenos cuando no se están usando para una rueda de prensa o una junta de gobierno.

Con todo, es inminente la inauguración de una sede en la localidad para la Policía Local y Protección Civil, y sacar a estos cuerpos del edificio del Ayuntamiento sí dotaría de nuevos despachos a los que no lo tienen, aunque por ahora no se ha concretado. A largo plazo, además, en Lepe existe el proyecto de que una empresa privada compre los terrenos del antiguo campo de fútbol, ubicado a menos de 500 metros de la Plaza de España, y ahí haga el nuevo ayuntamiento, pero eso sí es algo a largo plazo.

Con este panorama, eldiario.es/andalucia ha hablado con Javier Valderas que, tras un año pidiendo despacho, cree que ha conseguido “en primer lugar y creo que lo más importante, acercamiento”. “La política en muchos aspectos se ha vuelto distante, apartada de la realidad de las personas, y eso es algo que no compartimos. Me niego a ser un político que mire desde la atalaya los problemas de los demás. Duele a veces ver la realidad de muchas familias pero estamos en unos momentos en los que hay que pringarse hasta las orejas”.

Y es que, entiende que “tal vez no tengamos soluciones a un problema determinado, pero el ciudadano tiene derecho a ser escuchado, a saber que conoces perfectamente su realidad, y después, entre todos intentar darles solución. Si no conseguimos implicar a la ciudadanía en el día a día de la gestión, seguirán viéndonos a los políticos como una casta privilegiada, y yo me niego a que aquellos que ven la política como una oportunidad para beneficiarse”.

“Decenas de visitas y de iniciativas a Pleno”

Una de las cosas de las que presume es de que, en este tiempo, ha recibido a decenas de personas en el ya famoso banco de la Plaza de España, que incluso provocó que una chirigota se acordase de él en el carnaval local. “Hemos llevado al pleno varias cosas de las que me han trasladado, y también mociones, sobre todo relacionadas con el precio insostenible del agua tras su privatización y con temas relacionados con la vivienda, que son las cuestiones que más nos han trasladado, descontando desgraciadamente la falta de empleo que es la gran lacra de este último lustro. Pero también hemos llevado propuestas para mejorar Lepe que nos han hecho nuestros vecinos”.

Eso sí, a la hora de hablar de la tendencia política de la gente que acude a su “despacho”, se pone serio, para sostener que “ni lo sé, ni me importa, ni lo he preguntado; no estamos aquí sólo para los 'nuestros'. Sé que eso se hace, pero es otra de las adulteraciones que ha tenido nuestra democracia en estos 35 años, y si seguimos así acabaremos desarrollando un sistema en el que sólo quieran participar las elites porque no tienen miedo a represalias, o los que buscan un beneficio propio. Lepe es una ciudad de 30.000 habitantes en la que nos conocemos todos, y yo no dejo de ir a un determinado negocio por ser de uno u otro color”.

“Con todo esto estamos volviendo a vivir con un cierto miedo a decir lo que se piensa por si tiene consecuencias, y qué quiere que le diga, yo soy de los que me reúno con la gente hasta para que me pongan la cara colorada. Ningún ciudadano de a pie puede decir que le he pedido el voto alguna vez a cambio de algo, ni que he dejado de atenderlo por votar o ser de otro partido. Otra cuestión es que mi objetivo también sea el convencer al máximo de gente posible de que nuestro proyecto es el que más le beneficia a modo particular y colectivo, pero lo uno no está reñido con lo otro”, explica.

“Lo hago por dignidad y responsabilidad”

Así, resume que recibe en la calle a los ciudadanos “en primer lugar por dignidad, y en segundo por responsabilidad para con la gente que creyó en nosotros. Nos hemos llevado los dos primeros años de legislatura pidiendo cordialmente igualdad con el resto de fuerzas políticas, dos años de largas en el que además de ser ilegal, no han cumplido su palabra de darnos un despacho con el que poder desarrollar nuestra labor de oposición y de atención al ciudadano”.

Lo que no admite es que sea una medida más efectista o llamativa que otra cosa porque para eso “me habría puesto en pelotas” (ríe). “No lo considero efectista ni un gesto de cara a la galería. Llevo un año, jueves tras jueves sentado en ese banco. Tal vez el PP se pensó que iba de farol y que buscaba la foto, pero yo cumplo lo que digo, y a excepción de los días de lluvia, prácticamente no he fallado ni uno”.

“Y sí, reconozco que intento trasladar una visión de lucha, de constancia, de que no nos podemos dejar atropellar nuestros derechos y callarnos la boca. Lo de lo políticamente correcto se lo tienen que mirar muchos, sobre todo en el equipo de gobierno de Lepe que no están acostumbrados a tener oposición. Nos han metido en la cabeza una determinada forma de actuar, y cuando lo que pide es justo, tal como está hoy Lepe y este país, lo que menos se puede hacer es ser irreverente”, concluye Valderas.

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