El regadío andaluz reduce el consumo de agua el doble que el resto del país
El consumo de agua en las explotaciones agrarias de Andalucía se ha reducido desde 1999, que es el año desde el que se disponen de estas encuestas, un 23,8%, lo que supone más de doble de descenso que en el conjunto del país (10,5). En este sentido, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica tres estudios medioambientales sobre el agua mediante diversas encuestas: su uso agrario, en la industria y la utilización en los sistemas de suministro y saneamiento. Y en los dos registros Andalucía ha sacado buena hora en lo que supone el uso sostenible de este recurso.
De este modo, el consumo de agua en las explotaciones agrarias de la comunidad autónoma se ha cifrado en 2012, que son los últimos datos disponibles y se acaban de conocer, en 3.658,2 hectómetros cúbicos, lo que representa prácticamente la cuarta parte del total nacional, en consonancia con el peso que el sector primario tiene en la región si se compara con el resto de España. Mientras, en lo que se refiere a suministro y saneamiento, el agua distribuida por las redes públicas ha alcanzado los 576,2 hectómetros cúbicos en Andalucía, el 17% del total nacional, ligeramente por debajo del peso de su población en el conjunto del país (17,9%).
Este notable descenso en Andalucía se explica por “la utilización cada vez más extendida de la técnica de riego por goteo, que es la de mayor eficiencia”, y que supone actualmente casi las tres cuartas partes del riego total (72%) en Andalucía, más del doble de lo que representa en España (34%), según expone un informe de la Secretaría General de Consumo.
Sólo en 2014, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha concedido un total de 63 subvenciones para la mejora de regadíos en Andalucía, cuyo valor global supera los 40 millones de euros. Estas subvenciones, que se enmarcan en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2007-2013, se corresponden con una inversión privada global de más de 56 millones de euros y benefician a más de 21.000 regantes de la comunidad autónoma. El objetivo es que se inviertan en la modernización de la red de distribución, almacenamiento y bombeo de agua, y en paralelo, las comunidades de regantes pueden implantar sistemas de telecontrol del riego.
Sin embargo, el coste en energía eléctrica que deben soportar las explotaciones agrarias es un elevado, lo que explica la exigencia de una tarifa más reducida. Por ello, el Parlamento de Andalucía ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley elevada por el PSOE-A para su toma en consideración por el Congreso de los Diputados y en la que se exige una reducción de la tarifa. En concreto, se plantea una modificación de la Ley del Sector Eléctrico para ofrecer una alternativa de reducción del gasto y de los contratos de acceso a las redes de transporte y distribución; otra variación en la Ley de Economía Sostenible, para inversiones que favorezcan la bajada de los costes sobrevenidos por la reforma energética; y que, dado el intensivo en mano de obra del regadío, se aplique un tipo reducido del 10% del IVA a la factura.
Reducción también en el consumo humano
Pero no sólo en el regadío hay que avanzar en una gestión del recurso que sea más sostenible, sino también en el consumo humano. En este terreno, las encuestas del INE desvelan que ha disminuido el volumen de agua suministrada a las redes de abastecimiento urbano un 4,7% en Andalucía en los últimos años, más que en el conjunto de España (-1,7%). Destaca, que el uso del agua en los hogares ha disminuido un 17,9% entre 1999 y 2012 en Andalucía, muy por encima del resultado en España (-2,5%). Con ello, el consumo de agua de los hogares andaluces es de 129 litros por habitante y día, inferior a la media nacional (137 litros), y siendo la tercera CCAA donde el consumo de agua per capita es menor. En este caso se explica por las inversiones para mejorar el ciclo integral del agua tanto en la captación y el abastecimiento urbano como en la reutilización y la depuración.
Cabe recordar que la Agenda por el Empleo 2014-2020, profundiza en este uso eficiente y sostenible del agua y considera los recursos hídricos como uno de los activos esenciales de Andalucía, tanto desde el punto de vista de sus funciones ecológicas y medioambientales, como por “su relevancia desde el punto de vista productivo, especialmente para el sector de regadío, y para la calidad de vida”, es decir, en el abastecimiento urbano.
