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“Iñigo Errejón no ha abandonado el proyecto, le han invitado a irse”

Ana Terrón, exdiputada de Podemos

Álvaro López

Trabajadora social, activista y política, la vida de Ana Terrón (Granada, 1983) acaba de dar otro giro de guión tras pasar de ser la número uno de Unidos Podemos por Granada en el Congreso de los Diputados en las dos últimas legislaturas a servir políticamente desde un plano más secundario. No obstante, en los últimos tres años y medio ha vivido activamente y en primera persona los acontecimientos que han hecho de Podemos un partido muy distinto al que se fundó en 2014.

Terrón atiende a eldiario.es/andalucia para analizar las causas de la pérdida acusada de votos de Podemos según las encuestas. Lo hace con el convencimiento de que la formación de Pablo Iglesias tiene errores de peso que corregir para volver a ilusionar. No en vano, la exdiputada plantea la necesidad de reavivar un proyecto transversal que hable de los problemas del país. Su opinión, tan lícita como criticada por quienes creen que la izquierda vive fragmentada, la basa en que Podemos ha perdido la esencia que sedujo a cinco millones de votantes en 2015 y 2016.

¿En qué momento está Ana Terrón después de haber dejado la política activa del Congreso de los Diputados?

Es un momento de trabajo. Ahora toca seguir aportando al cambio en el país. Creo que nunca voy a dejar de hacerlo. Ahora mismo me defino como partisana del cambio aunque desde otros espacios, pero voy a seguir trabajando por un país mejor.

Es decir, ¿ya no está en Podemos?

Por unas razones u otras no me siento integrada en el partido, por eso digo que me siento militante del cambio. Me siento más cercana a otros espacios políticos, sociales...

Hace ya tres años y medio de aquellas elecciones en las que Podemos entró con fuerza en el Congreso con gente como usted, ¿quién era Ana Terrón entonces y quién es ahora?

Creo que Ana Terrón sigue siendo la misma persona. Por eso precisamente no me siento tan cercana a Podemos, porque no he cambiado en nada. Sigo pensando que España necesita un proyecto político transversal, dirigido a las mayorías sociales, que ponga las instituciones al servicio de la gente y en contra de esa minoría privilegiada que las ha estado utilizando. Por eso digo que no me siento tan cercana a Podemos porque se ha alejado estratégicamente de ese proyecto inicial que hablaba a las mayorías sociales a las que no les preguntaba de dónde venían sino a dónde querían ir.

¿Ya no está esa mayoría social o es solo una percepción?

Las encuestas, que no son nuestros datos objetivos, marcan una tendencia y señalan que vamos a perder la mayoría de diputados que teníamos. Eso es una señal de que se han cometido muchos errores. No basta con pedir perdón. Podemos no es el rey Juan Carlos, hay que tomar decisiones y cambiar. Cambiar en función de esos errores. Creo que es algo muy importante.

¿Errores como dejar marcharse a nombres relevantes del partido?

Creo que otra señal que hay de que Podemos no se parece al del inicio es que hay personas muy importantes como Xavi Domenech, Pablo Bustinduy o Iñigo Errejón que se han marchado. En el caso de Iñigo no es que haya abandonado el proyecto, es que se le ha invitado a irse. Por unas razones u otras no están en este Podemos y eran muy importantes en aquel del inicio. Otro síntoma es que ya no concurrimos ni con En Marea, ni con Compromís... y eso invita a tener que analizar que como proyecto político Podemos está repitiendo lógicas que son manidas y que provienen de la vieja izquierda y es ese discurso un poco defensivo que está teniendo el partido.

La alerta antifascista después de las elecciones del 2D en Andalucía

Claro. Yo no creo que la alerta antifascista sea precisamente la forma en que ilusionamos. Estamos hablando de un discurso guerracivilista. Cuando Podemos tiene capacidad de ganar es cuando le habla a la mayoría e ilusiona. Cuando habla del proyecto que tiene de un país mejor. Ahí es donde creo que Podemos está fallando.

Yendo al análisis concreto, ¿cuáles han sido los errores que han alejado al votante de Podemos?

Yo los agruparía. Son muy complejos. Por una parte esa lógica de la vieja izquierda de esos discursos desde la esquina y no hablar de un proyecto de país. También es importante que el proyecto de Podemos ha ido cambiando y que quizá no se parezca ya a ese proyecto de la gente sino a una parte de ese nosotros. La clave era no tanto de dónde se venía sino hacia dónde queríamos ir. Se construía todo con personas con ideologías muy diferentes.

¿Un Podemos alejado de la realidad?

Es la puñetera verdad. Son los problemas que se viven cada día: la persona precarizada que se encuentra que no llega a fin de mes, la persona que ve que su barrio cada día es más inseguro y con peor calidad de vida, cuando enterramos a nuestros abuelos y vemos que no le ha llegado la ayuda a la dependencia... Eso es la puñetera verdad. La gente sabe muy bien cual es la verdad y es esa, la de su día a día. La gente espera soluciones.

¿Cree que Podemos se ha alejado de ese discurso?

Sí. Por eso hay que ofrecer soluciones. Por ejemplo el tema de las cloacas (del Estado) es muy, muy grave, pero no podemos quedarnos en lo que ha sucedido sino que hay que hablar de cómo se cambia el país para que eso no pase. Es muy grave que haya minorías que utilicen las instituciones contra nosotros y por eso surgió el 15M y hoy en día sigue existiendo el mismo problema. Entonces, lo que hay que contarle a la gente es cómo vamos a cambiar el país para que las instituciones nos representen a todos y a todas y estén a nuestro servicio para hacer una España y un mundo mejor.

¿Dirige la culpa a la actual dirección de Podemos?

Yo creo que la dirección tendrá que tomar nota y ver cómo se ha llegado a la situación actual. Como cualquier dirección tiene que hacer una revisión y un análisis. Además, creo que hay que revisar el proyecto democrático interno. Hay que revisarlo también y lo veo muy claro en las listas de diputados. Obviamente, porque lo tengo cercano, es que hay que hacer una revisión porque no va a repetir ningún diputado que haya apoyado proyectos diferentes o que no haya apoyado el proyecto que Pablo Iglesias presentó en Vistalegre II. Algo que me parece muy gráfico.

A vueltas con el personalismo y Pablo Iglesias, ¿está agotado su mandato?

Necesita una revisión de la gestión democrática de las diferencias. En el momento en que una persona que plantea diferencias está fuera, Podemos no tiene esa entidad plural de la que hablábamos al principio. Y creo que es algo que está pasando a todos los niveles como en la falta de garantías democráticas, y no es algo personal, porque hay procesos judiciales abiertos en ese sentido.

Póngame ejemplos

En La Rioja y en Cantabria, Podemos ha sido condenado, y esto lo dicen las sentencias judiciales, por “vulnerar los derechos fundamentales de militantes y candidatos” que si los buscamos e indagamos en ellos vemos que no eran de la línea oficial y en ese momento se les impidió presentarse a las primarias. Estas personas abrieron un procedimiento judicial, denunciaron y lo han ganado.

La falta de pluralidad que comenta y de quienes no estaban de acuerdo con la línea oficial da la sensación de que habría sido lo que ha ido dinamitando el partido, ¿no?

Hay que mirar las evidencias. No se trata de opiniones de si esto es una purga o no lo es. Lo que hay que buscar son las evidencias. En el momento en que las listas electorales no son plurales y en el momento en que hay procesos judiciales cerrados en los que un juez te dice que estás vulnerando los derechos fundamentales... creo que hay que tomar nota porque es grave. Si la gente no se siente cómoda porque siente que no puede aportar en una organización al final acaba repercutiendo en el nivel político e interno del partido.

¿La falta de pluralidad es nueva o ha sucedido desde el comienzo?

Siempre ha habido problemas con la gestión de la pluralidad. A Podemos, como cualquier grupo humano, le cuesta, pero en vez de haber ido mejorando hemos ido empeorando. Lógicamente, como grupo humano, hay formas diferentes de entender el proyecto, lo cual no tiene por qué ser negativo, pero en lugar de haber ido gestionando esto mejor lo hemos ido mermando.

¿Las salidas de gente como Iñigo Errejón lo demuestran?

Creo que en el momento en que tanto gente con responsabilidad e importancia, pero también militantes de base y que son muy importantes, se van, se vuelve una cuestión muy gráfica porque se va gente muy valiosa a todos los niveles. Eso, obviamente, es una pérdida de riqueza. Siempre.

En estas circunstancias y con el discurso político tan alejado de los inicios como comenta, figuras como la de Iglesias o Echenique parecen quedar señaladas, ¿están desgastados para ejercer su función?

No creo que sea una cuestión personal, no creo que nadie como persona esté desgastada sino que las gestiones o la forma de haber llevado a cabo los procesos han sido erróneas. Si se tomase nota y se cambiara, atajase y construyera todo iría mejor... No es una cuestión personal porque puede haber otras personas que lleguen y cometan los mismos errores. No creo que Pablo Iglesias como persona ni como candidato político esté gastado como tal. Lo mismo opino de Pablo Echenique. Aunque lo que tampoco me parece correcto son los casos en las que nos hemos acabado tirando tierra encima de nosotros mismos, con afirmaciones como la de que de algo tendrá que vivir Iñigo (Errejón). El problema no es personal, es la forma de gestionar. ¿Cómo gestiona la diferencia? ¿Así?

Teniendo en cuenta que muchos de los que no opináis como la dirección os habéis marchado, ¿ve capacidad de autocrítica en el partido?

A mí me gustaría pensar que sí. Obviamente le deseo lo mejor. El problema que veo es que está existiendo un riesgo real de que Podemos se esté convirtiendo en muchas de las cosas que criticaba.

¿“Casta”?

No sé si tanto la casta pero bueno, las formas de gestionar. Más que nada porque la casta era como definíamos a quienes utilizaban las instituciones en su favor y este no creo que sea el caso.

La falta de democracia interna que describe no suena muy diferente de cómo se gestionan otros partidos a los que se le llamó casta...

Hombre, no es una institución pública con el dinero de todos, ¿eh? Creo que es muy importante no correr el riesgo de igualar. No se puede igualar al que ha robado con las carencias de democracia interna en el seno de una fuerza política como es Podemos. No es es lo mismo.

Hablando de listas, por Granada le sustituye de número 1 Pedro Honrubia, que se define como “socialista de corazón” y que no habla de Granada ¿Qué le parece?

Te juro que le deseo lo mejor. Pero lo tiene difícil. Lo tiene difícil porque en el momento en que un candidato está elegido desde Madrid sin tener una gran vinculación al territorio que representa, aunque sea en un proceso interno que está blanqueado, corres el riesgo, en este caso, de que no haya una vinculación real con las preocupaciones de los granadinos y las granadinas. No se trata de buscar la 'pata negra' de los candidatos, ni siquiera en el caso del de Ciudadanos (Fran Hervías) que dice ser muy granadino (y ha desarrollado su carrera política en Catalunya). Lo que me preocupa es que en campaña no estoy viendo ni una sola mención a Granada. No estoy viendo ni una sola medida de programa que vaya dirigida a Granada. Eso creo que es causa y consecuencia del proceso de elegir candidatos desde Madrid sin consultar con los territorios.

¿Dónde quedaron aquellas primarias como ejemplo de democracia?

Creo que hay que gestionarlas bien y juzgar muchas cosas. Es fundamental el apego de la persona al territorio y no se trata de cuántos días a la semana pasa en él, sino la vinculación con las preocupaciones y con lo que altera la vida a los granadinos y a las granadinas. La verdad, es que me gustaría que en esta campaña hubiese más menciones a Granada.

Mientras eso sucede, a la luz de las encuestas, se habla del “voto útil” de votantes cambiando de Podemos al PSOE para frenar a las tres derechas (PP, Ciudadanos y Vox), ¿entiende ese trasvase?

La gente va a votar a lo que considere que le va a ofrecer soluciones y un país mejor, a quien considere que le está hablando y ofreciendo un proyecto de país. La gente se va a mover en función de quien le ofrece un proyecto de país, quien le ofrece soluciones a sus problemas reales. Por eso, precisamente, empecé a militar en Podemos, porque parecía que era el partido que ofrecía esas certezas.

¿Ahora mismo Podemos ya no está ofreciendo dichas certezas?

Eso lo tiene que valorar la gente y deben valorar si le están ofreciendo soluciones a sus problemas del día a día. Pero la gente es sabia y sabe muy bien lo que vota y votarán a quienes le ofrezcan certezas. Es normal, ¿tú qué quieres para tu vida?

Con todo lo que me ha explicado, ¿podrá haber algún día un regreso de los que os habéis ido?

No lo sé. No nos hemos ido, creo que seguimos estando. Quizá quienes se hayan ido sean quienes no sigan apostando por ese proyecto de mayorías sociales. Yo no me he ido. Sigo estando en el mismo punto que estaba cuando empecé en Podemos. Seguimos con la idea de gobernar para la gente y eso se hace en un proyecto de mayorías que hable de todos. Somos nosotros los que no nos hemos ido...

Y si después del 28 de abril, tras las elecciones generales, Podemos sufre un retroceso, ¿qué cree que tiene que pasar?

Primero vamos a ver qué pasa. Me gustaría que a partir del 28 de abril surja un gobierno de progreso y cambio. Nos estamos jugando todos los derechos que teníamos adquiridos. No es solo una cuestión de Podemos porque, hoy, lo político tenemos que entenderlo por bloques. Pero a nivel de Podemos, si las cosas van mal entonces, el partido deberá hacer la reflexión de cómo ofrecer las certezas al país.

¿Debería haber dimisiones llegado el caso?

Hay que asumir decisiones y eso cada uno tiene que valorar a qué nivel. No voy a decirle a nadie de qué forma tiene que valorarlo. Pero sí hay que tomar decisiones.

Hablando del futuro, ¿cómo ve el de España con la irrupción de partidos como Vox?

Creo que tenemos que tomar una decisión clara de cómo tiene que ser España porque han surgido movimientos que están levantando el odio. España no es eso. No son representativos de lo que es España. España es un país democrático, acogedor y que quiere seguir progresando y ser más moderno. España ha sido referente en feminismo. El 8M de España es referente en otros países. Creo que es el momento de salir a votar y decir que efectivamente la mayoría somos nosotros. Creo que es un momento decisivo y más que peligroso. El odio en España no tiene cabida.

Le ha quedado poético

Es que es verdad, fíjate, el otro día estaba viendo un vídeo de YouTube de Dulceida, que no es que yo sea súper fan de ella, pero estaba junto con mucha gente famosa llamando al voto. Me parece importantísimo. Lo hacía sin hablar de partidos. El hecho de que Dulceida llame al voto es un cambio muy importante porque tiene mucha capacidad de llegar a gente diferente. Eso quiere decir que las cosas están cambiando para bien en España así que no nos quedemos solo con Vox. Creo que son una minoría muy ruidosa que atenta contra la vida.

¿Se atreve con una porra para el 28A?

No voy a hacerla con números pero sí que creo que habrá una mayoría importante del PSOE, que detrás quedará el PP con más diputados de lo que dicen las encuestas, después Ciudadanos, luego Unidas Podemos, tristemente con la mitad de diputados de los que teníamos pero manteniéndose con cierta relevancia, y por último Vox que no podemos negar que va a estar. Me cuesta pensar en cómo se van a organizar las mayorías. No descarto que haya otras elecciones.

Cuénteme como ve su futuro político

Mi futuro es mi presente. Voy a seguir partisana y militante del cambio, muy activa en política. Lo seguiré siendo aunque sea desde otros espacios. Seguiré trabajando por el cambio en nuestro país. No creo que haya cosa que me motive más en el mundo.

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