El Gobierno de España no ha empezado las obras del Museo Arqueológico de Granada que prometió reabrir hace un año

El Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, situado en la Carrera del Darro en pleno corazón del Albaicín, sigue cerrado a cal y canto. A efectos prácticos comienza a estar enterrado en la memoria de la ciudad pues con este son ya más de seis años los que lleva sin abrir sus puertas. El espacio museístico, cuyo valor histórico es casi incalculable, cerró parcialmente en junio de 2010 después de que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía detectase la aparición de deterioro en la estructura del edificio que lo alberga producido por las lluvias caídas en la ciudad meses antes. Un cierre que iba a ser en principio para la elaboración de los informes pertinentes sobre los problemas del inmueble y sus trabajos de adecuación. Además dicho cierre se estimaba que duraría tan solo dos meses.

No obstante el paso del tiempo, que para el valor de un museo es un aliado, en este caso se ha convertido en un irónico enemigo del Museo Arqueológico y Etnológico granadino. Pues los días siguen pasando y no parece haber luz al final del túnel. Toda vez que la Junta de Andalucía y el Gobierno de España no han logrado hacer realidad los compromisos adquiridos en 2010 cuando acordaron poner en marcha las obras necesarias para la reapertura, con José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aún de presidente. Puesto que aunque la titularidad del edificio que se encuentra en las casas de Castril y de Latorre corresponden al Gobierno, la explotación del museo corre a cargo de la Junta y son ambas instituciones las que deben velar porque el conjunto museístico esté disponible para la ciudadanía.

El asunto, que ha vuelto a tener relevancia tras formar parte de la última Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados, deja en evidencia al Gobierno central al defender este, en palabras del diputado del PP por Granada, Santiago Pérez, que la reapertura está entre sus planes cuando hace un año anunció la licitación de unas obras de las que aún no se tiene noticia.

Promesas cumplidas, promesas incumplidas

El Museo Arqueológico de Granada que se fundó en 1879 es un espacio cultural en el que se albergan restos históricos de diferentes épocas. Desde el Paleolítico hasta el árabe pasando por el romano o el fenicio. En sus estancias hay cabida para toda clase de vestigios de un pasado humano que ya no volverá y que de momento tampoco puede ser visitado por granadinos y turistas. Pero para comprenderlo hay que hacer un viaje a través del tiempo que ha pasado en estos últimos seis años.

Desde el cierre del museo en 2010, se han sucedido diferentes hitos que han evidenciado la falta de comunicación entre Junta de Andalucía y Gobierno central. Empezando por el año de la clausura en el que los trabajos que iban a durar dos meses se alargaron indefinidamente. Así pasaron los meses sin que hubiese ninguna respuesta por parte de ninguna institución, con cambio de color incluido en la presidencia del Gobierno pasando del PSOE al PP a finales de 2011. Hasta que en 2014 y gracias a la insistencia de la plataforma #ArqueológicoYA, el asunto volvió al foco mediático. Fue a través del entonces Subdelegado del Gobierno en Granada (en el cargo desde 2012), Santiago Pérez López (PP), quien instó a la Junta en junio de aquel mismo año, cuando se cumplían cuatro desde el cierre, a que iniciase las obras que eran de su competencia para la adecuación del museo. Dichas obras debían empezar, según el subdelegado, para “desbloquear” las que tenía que hacer el Ministerio de Cultura en la propia estructura del edificio. De hecho el propio Gobierno había incluido para entonces una partida de 200.000 euros en los Presupuestos Generales del Estado para que su parte se iniciara.

Quizá por la presión del subdelegado, la Junta decidió actuar y en noviembre de 2014 incluyó también en sus propios presupuestos una partida de 160.000 euros que iría destinada a la obra que le correspondía según lo pactado: la reforma del vestíbulo de acceso y primera planta del museo para mejorar la accesibilidad a personas de movilidad reducida. Sin embargo esta reforma no se ejecutó hasta mayo del año siguiente, es decir ya en 2015. Por lo que siguiendo la lógica del Gobierno central, hasta que esa infraestructura no se empezara no podían hacer lo propio con los arreglos estructurales que eran de su competencia, así que la reapertura se atrasaba un poco más en el tiempo.

Pero llegamos a una fecha clave: octubre de 2015. Hace un año, tras la licitación de las obras de la parte de la Junta de Andalucía y su puesta en marcha, el Subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, criticó la “deslealtad” de la institución andaluza porque esta había pedido que el proyecto se retrasara por falta de dinero tras llegar incluso a modificarlo y según declaraba el propio subdelegado, la Junta había llegado a iniciar las obras “sin notificar al Ministerio de Cultura que ya tenía fondo presupuestario para hacerlo”. Unas declaraciones junto con las que explicaba que el Gobierno también cumpliría su parte para reabrir el museo. En concreto Santiago Pérez anunció que el Ministerio de Cultura había iniciado la licitación de las obras para que estas empezaran en enero de 2016 y el Museo Arqueológico abriese en primavera añadiendo otros 200.000 euros a la partida presupuestada por la que el Estado corregía posibles gastos imprevistos que en todo caso servirían para la puesta en marcha del espacio museístico.

Aquellas declaraciones del subdelegado, que llegaban dos meses antes de las Elecciones Generales del 20 de diciembre y que suponían un alivio para quienes llevan años luchando por la reapertura del museo quedaron pronto en entredicho. Pues enero llegó, febrero después y hasta marzo con su primavera hicieron acto de presencia sin que nada parecido a una licitación y mucho menos a unas obras hiciesen su aparición en el Museo Arqueológico. Quedando incumplida no una promesa sino un anuncio que el propio Gobierno había hecho a través de su subdelegación granadina y que no ha aparecido nunca hasta la fecha en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Una Comisión de Cultura incoherente

Con todo, el último acontecimiento ha tenido lugar hace tan solo unos días en el Congreso de los Diputados. El pasado 25 de octubre, durante una Comisión de Cultura, el PSOE logró la aprobación -solo se abstuvo ERC- de una proposición no de ley para reclamar al Gobierno central la reapertura del museo granadino. Lo que en principio quedaba como un gesto más por la recuperación del espacio arqueológico, ganó enteros con la comparecencia del vicepresidente primero de dicha comisión: Santiago Pérez López.

El que fuera Subdelegado del Gobierno en Granada, cuyas funciones ejerce ahora Eva Blanco, habló del asunto asegurando que para el PP es “prioritario” que se abra el museo cuanto antes y volviendo a incidir en la falta de lealtad por parte de la Junta que ha hecho que el proyecto no esté como estaba previsto en tiempo y forma. Olvidando sin embargo que un año antes había anunciado una licitación y unas obras que no ha llegado a producirse. Al mismo tiempo la condición impuesta por el Gobierno y repetida en alguna ocasión por el propio Santiago Pérez, de que la Junta llevase a cabo su parte ya está cumplida por lo que solo falta que el Estado ejecute lo que le corresponde.

“Dije lo que me trasladaron desde el Ministerio de Cultura”

El principal aludido, Santiago Pérez López, en declaraciones a eldiario.es/andalucia considera que lo que ha sucedido en el último año se debe principalmente a “problemas de comunicación” dentro del propio Ministerio de Cultura con respecto al Museo Arqueológico. Sobre la licitación fantasma, el político deja claro que él contó en octubre del año pasado lo que le “trasladaron desde el ministerio”. Quienes duden de si lo dicho entonces fue para buscar más votos para el Partido Popular de cara a las elecciones deben tener claro, según Santiago Pérez “que eso no es así porque la gente no vota por asuntos que por desgracia son tan menores”.

El ahora vicepresidente de la Comisión de Cultura en el Congreso se atreve incluso a dar plazos: “La licitación se pondrá en marcha en los próximos meses de cara a que en verano de 2017 abra de nuevo el museo”. Pérez asume que el hecho de que ni siquiera dicha licitación exista, ha sido como consecuencia sobre todo de malas decisiones dentro del Ministerio de Cultura a la hora de poner en funcionamiento los mecanismos que deben ejecutar las obras que faltan. “Que el museo vuelva a abrir es una lucha personal” concluye el diputado popular.

Por su parte la Junta de Andalucía, una vez llevada a cabo su parte de la reforma trata de evitar que el museo pase desapercibido para la sociedad granadina. De ahí que desde hace un tiempo estén llevando a cabo una serie de actividades con las que buscan “aprender y poner de manifiesto el interés museístico de Granada” según opina el Delegado de Cultura en la capital granadina, Guillermo Quero. Actividades que van desde mesas redondas hasta exposiciones temporales de restos arqueológicos en el Cuarto Real de Santo Domingo.

Sobre los plazos que da ahora por Santiago Pérez, el delegado de cultura considera que “son muy optimistas ya que solamente el procedimiento administrativo se puede alargar unos tres meses” y que en todo caso a la fecha en que se publique la licitación, habrá que añadirle otros seis más. Aunque coincide en el hecho de que Granada debe tener volver a tener su Museo Arqueológico. Además para ello sostiene que aprovecharán las mesas redondas que forman parte de las iniciativas de la Junta de Andalucía junto con la plataforma #ArqueológicoYA para mejorar la idea de museo que quiere tener la ciudad.