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“Los hombres se sienten muy inseguros, porque las mujeres no nos callamos”

'La guerra más larga de la historia'

Alejandro Ávila

“Una crónica de violencia. Pero ante cada ejemplo, hay una resistencia que ha salvado muchas vidas”. Una lectora define así el libro La guerra más larga de la historia. 4.000 de violencia contra las mujeres (a guerra más larga de la historia. 4.000 de violencia contra las mujeresEditorial Espasa). Lo hace en la Librería Caótica de Sevilla, donde dos de sus tres autoras, Lola Venegas y Margo Venegas, han presentado una obra que no pretende ser un “catálogo de los horrores” de la violencia que el patriarcado ha ejercido contra la mujer, sino de un feminismo que ha luchado contra él.

La periodista Lola Venegas destaca que “una de las ideas del libro es que esa violencia contra la mujer sea incontestable. Que no nos puedan decir que vuestros gritos contra la violencia machista son exagerados. Queríamos hacer obvio que esa violencia física, sexual y simbólica, también lo es cultural”.

Y añade: “Queríamos enfatizarlo, enseñando distintas caras en diferentes momentos y continentes, para demostrar que es algo universal y sistémico, que es consustancial al patriarcado y que ya estaba presente en el código de Hammurabi, donde una cuarta parte de las normas jurídicas están dirigidas a controlar la sexualidad de la mujer”.

Ese control de la mujer a través del sexo y la sexualidad es una constante a través de toda la historia con textos históricos como el código de Hammurabi, la Biblia o el Corán. Por esa razón, apunta Margó Venegas, resulta “tan difícil quitarse de encima ese comportamiento (machista). Las mujeres estamos en ello y  el año pasado ha sido muy importante, por esa necesidad de las mujeres de compartir, vocear, no callarse y saber que hay muchas mujeres que han pasado por situaciones de acoso, abuso y violencia en la calle. Los hombres se sienten muy inseguros, porque las mujeres no nos callamos”.

Un movimiento global

En ese sentido, movimientos como el Me Too o la Marcha de las Mujeres en Estados Unidos y las manifestaciones globales del 8 de marzo de los dos últimos años han hecho estallar un “un runrún que estaba ahí. El punto de inflexión empezó cuando la violencia contra las mujeres comenzó a ser una conversación normal. Del movimiento me too no destacamos tanto que hayan caído unos cuantos impresentables que estaban muy seguros de su impunidad, sino que tantas mujeres se hayan decidido a hablar y que no se haya roto la cadena de denuncia”, según Lola Venegas.

La redacción del libro, que comenzó a escribirse antes del 8 de marzo del año pasado, ha sido también una revelación para sus autoras. Para la periodista Lola Venegas, “el descubrimiento no ha sido la violencia general, sino la constancia, insistencia y multitud de rostros de esa violencia. Hay violencia en la publicidad o el porno online, que está normalizando tratos terroríficos contra la mujer”.

Según Venegas, “los niños de diez y once años se acercan al sexo a través de un porno muy duro. Los chicos se creen que eso es lo que tienen que hacer en la cama y las chicas están horrorizadas. La violencia contra la mujer va más allá de la paliza o violación, también lo es el matrimonio infantil, el porno o los vientres de alquiler”. 

Cambiar la mirada masculina

Por esa razón, apuestan no solo por la toma de conciencia de las mujeres, sino de los hombres. Margó Venegas cree así que “por mucho que teoricemos y la práctica cambie, la mirada que tiene que cambiar es la masculina. Es importante que los hombres den el paso para ver si esos privilegios les pertenecen”.

En ese sentido, la educación resulta fundamental, ya que en sus análisis de los libros  de texto escolares, las escritoras han encontrado una sobreabundancia de escritores masculinos y la ausencia de autoras como Virginia Woolf o las hermanas Brontë. “Las niñas no encuentran referentes. En los libros de ciencia, el porcentaje de mujeres científicas es el 8% y en tecnologías, el 1%”.

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